En las últimas semanas, han sido varios medios los que han decidido revisar una mano que se dio hace casi un lustro en la partypoker Premier League VII.
Uno de ellos ha sido el propio blog de partypoker. También PokerGo despertó la nostalgia de Brian Rast, el principal protagonista de la mano junto a una de las personalidades más extravagantes de la televisión, Phil Laak. Rast ha aportado su análisis personal sobre esta famosa mano, que describió como «la más loca que he disputado jamás», lo que nos permite deisfrutar de ella desde una nueva perspectiva
Detrás de la fachada humorística de Phil se esconde un jugador relativamente tight y bastante creativo postflop. Lo demuestra perfectamente en este vídeo.
Situemos el contexto de la mano. Es un torneo de 125.000$ de entrada. Se trata de una liga, en la que la clasificación se conforma sumando los puntos repartidos en diversos sits que se forman mezclando a diferentes participantes en cada capítulo. Los mejores de la liga se jugaban los premios en un sit final. Rast era el último clasificado en ese momento, y se enfrenta a una decisión que podría empujarle a una futura eliminación con la mesa todavía llena, es decir, otro rosco para su marcador.
«La mano evolucionó rápidamente de un bote pequño a un bote monstruoso. De repente me vi enfrentado a una decisión en la quie me jugaba el torneo. En ese momento me sobrepasaron las emociones y me puse a hablar con Phil. Yo nunca hablo, no es algo normal en mí.
En esa situación de gran tensión, en vez de pensar en foldear, me estaba planteando hacer el call más absurdo de la historia. Que pague ahí con as alto no quiere decir que lo haría siempre que alguien me apuesta seis veces el bote. Tuvo que ver con algo que va más allá del largo plazo y el GTO. Estoy seguro que un solver me diría que ahí debo foldear el 100% de las veces.
Rast le espeta a Laak: «No tienes ninguna ghana de hablar ¿verdad?. Túsiempre estás largando. ¿Por qué no me hablas ahora?». En su discurso, Rast acaba explicando por qué va a pagar.
«Igual no debo. Está loco. Pero sabe que si aquí me apuesta 50.000 le voy a pagar, por eso me hace esto. Tiene que ser un farol.
Te voy a decir por qué te voy a pagar, Creo que no me respetaría a mí miso mañana si dejo que me farolles así. Es a lo que se reduce todo. Hay cosas más importantes que el dinero en la vida».
Y Rast pagó. No es un ejemplo de libro, ni un clásico atemporal. Es una respuesta emocional y quizá irreflexiva a una situación de gran tensión, en un momento en que a Rast no le iban las cosas bien, ni en la liga ni en la temporada, y se veía fuera de una nueva competición. Pero tuvo arrestos para demostrar que sus instintos no eran el problema.
Por si acaso, niños, no lo hagáis en casa, por favor.
