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Los ejemplos de precocidad más sorprendentes del circuito

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Una de las noticias de portada que se puede ver ahora mismo en la versión internacional del portal Pokernews es la victoria de Will Pengelly, un joven de 20 años, en el Main Event de las WinStar River Poker Series.

Es un torneo local, pero muy importante, con una entrada de 2.500$ y más de 1.200.000$ a repartir en la mesa final. Pengelly pactó cobrar 249.310$ siendo chipleader en mesa de cinco, y luego ganó una versión turbo de los niveles restantes en la reanudación para quedarse también con el brazalete.

Aunque el ganador es un rostro habitual en las mesas de cash del casino desde que cumplió la mayorí­a de edad, a los compañeros estadounidenses les sorprende aún más que a nosotros la juventud de Pengelly porque en buena parte del paí­s, incluido Las Vegas, tendrí­a incluso prohibido el acceso a un recinto en el que se juegue dinero real. Para jugar la final, Pengelly tuvo que hacer novillos en la Universidad de North Texas.

Como bien saben aquellos que tienen los torneos por bendición y por castigo, a cualquiera le puede sonar la flauta en un dí­a escogido por los dioses del poker. Pero también es verdad que muchas de las actuales estrellas del poker mundial empezaron a dar aviso de sus capacidades desde muy, muy jóvenes; en la misma tradición que la de Pengelly, que sigue a la espera de que su carnet de identidad coja antigí¼edad suficiente para poder poner toda su precoz experiencia sobre los tapetes de las World Series of Poker.

Del Main Event de las WSOP podemos sacar el primer nombre de la lista de genios adelantados a su tiempo en el circuito. Hace una década, las «young guns», -como les llaman en los Estados Unidos a los jovenzuelos que atizan las mesas-, establecieron una competición improvisada para rebajar cada vez más el récord de precocidad para los campeones del torneo.

El danés Peter Eastgate, que ganó en 2008 a los 22 años de edad, batió una marca de 20 años de antigí¼edad que poseí­a Phil Hellmuth desde su triunfo en 1989. Al año siguiente, Joe Cada puso casi imposible superarlo al ganar con la edad mí­nima, 21 años, lo que ahora obliga a contar los meses y los dí­as cuando se establecen comparaciones sobre la juventud de los jugadores en las WSOP.

Durante un largo periodo de tiempo, Cada pareció producto de unos cuantos dí­as de suerte, hasta que consiguió su segunda victoria en el circuito, en un paralelo de la PCA 2012. Desde entonces, ha solidificado su carrera con tres nuevos brazaletes de las WSOP, y ahora ya nadie duda de que su actuación en aquel Main Event era un anuncio de lo que estaba por venir.

Otros no tuvieron que esperar, y lograron certificar su condición de dominadores del circuito desde el primer instante en que su nombre pasó a formar parte del currí­culum de los festivales más importantes.

No hay mejor ejemplo que nuestro Adrián Mateos, que desde que puso su primer pie en el Casino Gran Madrid al cumplir los 18 años no ha hecho sino mejorar su reputación en el mundillo, a base de victorias tan importantes como el WSOPE Main Event o la Grand Final del EPT. Recién cumplidos 24 años, acaba de superar los 600 dí­as consecutivos en el top10 del GPI.

Tanto Cada como Adrián han echado los dientes en el poker en vivo, pero la irrupción de los yogurines en el circuito en vivo ha sido visto, sobre todo, como una manifestación del boom del poker online.

Hay casos en los que las cuentas ni salen. Hay jugadores que aparecen como campeones de torneos muy señalados con edades que apenas superan el lí­mite legal de entrada en los casinos, pero cuyo nick es conocido en el poker online desde bastante antes, en ocasiones tanto que es señal inequí­voca de que alguien se tomó bastantes libertades con su edad en el registro de la cuenta.

El nombre que primero salta a la mente cuando se toca este tema es de la noruega Annette Obrestad. La nórdica pertenece a la generación del IRC, del chat de Internet, y trasladó al poker online la costumbre de construir su nick de manera muy perezosa, una composición muy simple con su nombre y edad. El resultado: «Annette_15», que se convirtió casi de inmediato en un seudónimo reverenciado en las salas europeas.

La leyenda sobre la adolescente que destrozaba los sits de 90 y 180 personas se convirtió en un fenómeno de carne y hueso cuando Annette se convirtió en la ganadora más joven de un brazalete de las WSOP, nada más y nada menos que el Main Event de las WSOPE, cuando solo contaba con 19 años de edad. Pocos meses después estuvo a punto de Ganar un EPT, y aunque su magia parece haberse desvanecido con el tiempo siempre será recordada como la niña prodigio del poker mundial.

El que muchos han considerado el mejor jugador del mundo de torneos hasta la reciente explosión de Justin Bonomo, también dio un aviso temprano sobre lo que le vení­a encima a sus rivales. Fedor Holz empezó a ganar regularmente premios de cinco cifras en el circuito en 2013, sin llegar a la veintena. Dos años más tarde, con 21 años, empezó una racha de victorias que le han llevado a ser el cuarto en la lista histórica de premios, a rebufo de Bonomo, Negreanu y Erik Seidel.

Pues antes de lograr su primer premio de más de 100.000$ en vivo, Fedor, con su nick «CrownUpGuy», ya se habí­a proclamando campeón del torneo más importante del poker online, el Main Event del WCOOP de Pokerstars.

Jugadores como el polaco «Colisea» tení­an mútliples tí­tulos de los torneos COOP antes de hacer su debut en el circuito en vivo. Dzmitry Urbanovich fue considerado la gran promesa del poker europeo después de arrasar en los High Rollers de los festivales más importantes del EPT en 2015 con 20 añitos. Sus dos primeros tí­tulos del SCOOP y el WCOOP tení­an ya más de un año de antigí¼edad en aquellas fechas, y sus éxitos en las mesas online ya le habí­an convertido en millonario en premios.

La precocidad de algunos jugadores ha provocado casos tan llamativos como el de Charlie Carrel, «jubilado» del poker con 24 años de edad. Su retirada ha sido tan poco rigurosa como la de Fedor Holz, y ya está buscando excusas para disfrazar sus ganas de seguir jugando al poker, pero su caso parece el perfecto para cerrar este repaso a los más incipientes genios del poker mundial.

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