El belga Pierre Neuville está viviendo durante su jubilación la vida que todo baller del circuito desearía poder llevar.
Neuville es una rara avis en el poker mundial. A su edad, le debería corresponder el papel de empresario retirado que escoge con pausa y cariño la docenita de viajes de placer y poker que quiere hacer al año, ahora que tiene la vida resuelta.
Pero su ritmo se asemeja mucho más al de un jovenzuelo con resistencia de maratoniano. Pierre ha jugado 150 torneos en 2016, ¡y planea jugar 175 en 2017! Le pega a todo, desde los satélites hasta los High Rollers, y su increíble actividad no se queda ahí.
Está empezando a introducirse en el mundo del stacking, lo que le permitirá jugar más torneos de mayor buy-in, y se acaba de estrenar con éxito en el mundillo más baller de los casinos, las prop bets.
Neuville decidió apstarse 500 euros con un amigo a que en un plazo de 12 meses estaría entre los primeros 50 jugadores del mundo, según la clasificación del GPI. Esto fue antes de empezar el verano de 2016, y Neuville compartió la anécdota de su primera apuesta con sus seguidores en las redes sociales. Hubo gente que empezó a pedirle entrar en la apuesta, y, ni corto ni perezoso, Pierre abrió una cuenta bancaria en la que prometió cubrir cualquier apuesta menor de 10.000$, hasta un total de 50.000$. Al final, formalizó una docena de apuestas, sin concretar el total final, que será al menos de unos miles de dólares.
Y en la última actualización de febrero…
Esta no deja de ser una anécdota más en la electrizante carrera de este septuagenario, que ya logró en 2015 cumplir el objetivo máximo de cualquier jugador de torneos que se precie: alcanzar la mesa final del Main Event de las WSOP. Además, Neuville juega un interesante volumen de torneos online, aunque ahora no van a ser tantos como cuando se jugba el European Poker Tour.
Poca gente más fiel al circuito ha habido en la historia del EPT. Neuville convirtió en un rito el lograr la clasificación por satélite para cada una de las paradas del EPT, festivales a los que tenía un cariño inmenso. Ahora su relación con la sala de la pica roja, que le llegó a imponer el título y el parche de «Friend of PokerStars», se ha deteriorado notablemente.
Tipos arrogantes como Thomas Lamatsch se piensan que son el rey dl salón y no tienen respeto por los jugadores.
Así que Neuville tendrá que buscar otros destinos más de su gusto. Por ahora, las tres banderitas que ha logrado en 2017 son del PCA Bahamas, así que quizá le convenga limar asperezas con su otrora sala de confianza. No es cuestión de ponerse trágicos a estas alturas, en lo mejor de su carrera ¿no?
