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¿Póker online en los bares? La nueva Lei do Xogo de la Xunta de Galicia abre el debate

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No es cuestión de hacer de nuestra capa un sayo. No será la primera ni la última vez que alguna persona aprovecha la wi-fi de un local de ocio para jugar un Spin o echar unas manos. Y qué decir de los cibercafés. El acceso al juego online regulado es sencillo, pero requiere de la disposición individual, poseer los medios, el interés y los conocimientos para decidir la descarga de un software en un dispositivo móvil de su propiedad.

Pero lo que tratamos aquí­ es de la posibilidad de que un establecimiento de hostelerí­a, un bar cualquiera, pueda instalar una máquina con acceso a juegos online al lado de las consabidas tragaperras o de las modernas máquinas de apuestas deportivas. Esto puede ser una realidad si el anteproyecto de ley de regulación del juego en Galicia mantiene su redacción actual y los decretos subsiguientes no establecen lí­mites más severos.

La actual Ley del Juego vigente en la comunidad gallega data de 1985. La industria ha cambiado como de la noche al dí­a desde aquella fecha, y el Partido Popular prometió en la campaña de 2016 que su reforma serí­a abordada por la Xunta en caso de que su candidato Nuñez Feijoo consiguiera formar gobierno. Así­ fue, y el anteproyecto de ely empezó a cobrar forma en 2018.

Ya pasó una legislatura entera, pero el PP ha renovado su mayorí­a absoluta en la autonomí­a. La ley sigue en fase de desarrollo, aunque el anteproyecto ha sufrido importantes cambios en fechas recientes. En concreto, el borrador vigente fue presentado por la Comisión do Xogo de la Xunta el pasado 20 de diciembre.

El sector del juego fí­sico, representado por la Asociación Gallega de Empresas Operadoras (AGEO), la Asociación de Bingos de Galicia (ABIGA), y los Grupos Luckia y Comar, han mostrado un profundo rechazo a las novedades introducidas en el borrador. En una reunión celebrada la semana pasada en al sede de AGEO, expusieron las discrepancias más graves que les genera el nuevo texto.

En concreto, lo que más les preocupa es la probable introducción de una nueva oferta de juego en hostelerí­a.

Hasta ahora, la Xunta premití­a la instalación en bares y otros locales de ocio de un máximo de una máquina tragaperras y una de apuestas, sin exceder de un total de 3.600 en toda la comunidad. Estas licencias de expedición caducan al cabo de 15 años y no son renovables ni traspasables, por lo que el parque deberí­a ir menguando.

Sin embargo, el nuevo anteproyecto, según la interpretación de la patronal del juego, abre la posibilidad de que bares y cafeterí­as permitan la venta de juegos de la ONCE y de Loterí­as y Apuestas del Estado, y con ellos el acceso a todos los juegos licenciados por el gobierno central, como son los juegos online.

Interpretan, como lo hace el Faro de Vigo, que «Galicia abrirá la ví­a legal para que se pueda jugar al póker o a otra modalidad de juego «online», como la ruleta o el blackjack, desde bares y cafeterí­as de la comunidad, empleando para ello terminales similares a las de apuestas deportivas o tragaperras«. Para añadir que «la nueva redacción va radicalmente en contra del espí­ritu de la norma y su propia exposición de motivos, que apuesta por una contención del juego«.

La Xunta niega cualquier posibilidad de regulación que contravenga las competencias del Gobierno central, y además recuerda que el borrador especifica que «las condiciones para este nuevo negocio se determinarán por decreto«. Es decir, las posibles restricciones se podrí­an añadir en una fase posterior de la legislación, cuando se acote la ley principal con decretos individualizados como sucede con la Ley del Juego de 2012, que también viene acompañada de decretos que regulan distintas modalidades de juegos, como el póker.

Además, cualquier proveedor que decida programar una máquina que dé acceso a una sala de poker online se va a encontrar con el problema del control de acceso establecido por los operadores y la generación de mecánicas de depósito y retirada in situ. Pero eso serí­a ya otro cantar, a discutir con los hechos consumados.

En fin, que si alguien puede entrar en un bar y, mientras enfrí­a el café, apostar por el ganador del Barí§a-Madrid, comprarse un rasca de la Once, echar la Primitiva, buscar tres cerezas y tirar unas bolas a la ruleta, ¿qué negocio les queda a los casinos y a las salas de juego?

Eso expone la patronal, y luego añadimos nosotros, ¿y el peligro es el juego online, con lí­mites de depósito e identificación de los jugadores? A este ritmo. puede llegar a ser más fácil que te pele el dueño del bar de la esquina que un reg de las salas «.frespt». Mucho más fácil.

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