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Los pros, a vueltas con la propina del PSPC

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El tema de las propinas en los casinos es un conflicto recurrente entre la comunidad de los profesionales de los torneos en vivo.

Los puntos de vista a ambos lados del Atlántico suelen diverger, por motivos culturales. Muchas veces, sobre todo entre los jugadores europeos, surge la duda sobre la oportunidad o no de dejar propina, así­ como sobre la cantidad adecuada que dejar para el personal del casino en caso por decantarse por dejar algo.

La celebración del PSPC Bahamas era un caldo de cultivo infalible para la polémica en este apartado. Un torneo con premios millonarios, numerosos amateurs en las mesas y una enorme infraestructura puesta a servicio de los jugadores por la organización, mayor que la usual en otros eventos. Y también la mala leche de algunos, por que no decirlo.

Seguro que la discusión se generó entre individuales, pero al menos un par de jugadores han elevado el intercambio de pareceres a las redes sociales.

El primero fue Sam Grafton, que hizo un intento bastante evidente de intentar dejar en evidencia a Ramón por no cumplir con su idea concreta de lo que se debe hacer en estos casos.

En su pregunta, en principio genérica, deja entrever su preferencia por una solución basada en porcentajes, como es costumbre en Estados Unidos. Grafton pregunta qué harí­as en caso de ganar el premio que ganó Ramón Colillas, añadiendo el pequeño giro -maligno- de que además tu clasificación fue gratuita, ¿0$, 10K$, 50K$ o 100K$?

La primera respuesta, y la más apoyada, fue la de Lander Lijó «Tua», vitoreada por los likes y los comentarios aprobatorios de Ibán Carmona «Pampinoplas», Josu Muro y Juan Pardo, entre otros.

No entiendo por qué Ramón o cualquier otro jugador que gana un torneo tiene que dejar propina, sea cual sea el importe de lo que ha ganado.

«Túa» señala dos argumentos de peso para que la respuesta elegida sea 0$. El primero, las entradas de los torneos ya incluyen un porcentaje a retirar de la bolsa de premios del torneo para pagar a los crupiers. Además, la cosa se complica con el tema de las inversiones y los bancajes. ¿Quién se hace cargo de la propina? ¿Puede disponer un jugador de parte de las las ganancias que les corresponden a sus bancadores para dejar propina o debe correr con todos los gastos descontándolos de su propio porcentaje?

Renko Rinkema, nuestro colega en medios especializados, fue más lejos y ni se paró a responder. «No sabí­a que existí­a en el poker eso de avergonzar a quien no deja propina. Casi nunca me habí­a enterado del importe de una popina, o de quien decide no dejar nada, porque alguien decida hacerlo público«. Dominik Nitsche concordó totalmente con Remko y con Túa, en el aspecto en que pretender que un jugador que probablemente vaya bancado dé una propina de 50.000$ es una locura, y que nadie debí­a señalar a nadie por no estar de acuerdo.

Mike McDonald intervino entonces para recordar que a él -y a otros jugadores como Cate Hall- ya le han echado en cara varias veces no haber dejado propina tras un torneo.

Dejando de un lado la oportunidad o la intención del tuit de Grafton, que bastante ha tenido que leer sobre el tema -con toda lógica-, hay más gente a la que le persiste la duda sobre cuál serí­a la cantidad adecuada, en caso de querer dejar una propina. O de cuál serí­a la mejor manera de repartir esea recompensa extra para los trabajadores del torneo.

Ignacio Molina «Ignapoker» resucitó la pregunta en un hilo más dirigido a la comunidad hispana. Al estar claro que no habí­a segundas intenciones, la discusión no descarriló y se pudieron conocer otros puntos de vista y otras opiniones al respecto.

Empecemos con Steve Enrí­quez «steveelmejor», que apunta la opción de sacar la propina del canal oficial que establecen los casinos, que suelen aceptar el detalle del jugador con sus crupieres en nombre de todo el personal, lo añaden a un fondo caomún a todos los departamentos y lo reparten, normalmente, según el rango de los empleados. Así­ pierde todo su sentido la intención de remunerar por estaví­a la atención de un crupier en concreto. Para Steve, como para muchos otros, la cosa cambia si el torneo se juega o no en tu casino habitual, atendido por el personal que te facilita tu trabajo a diario, y ya buscarí­a la manera de hacer llegar el dinero a las manos adecuadas.

Joan Fábregas «SraPiernas» también ha votado por el 0$. Sin cortapisas, valorando el hecho de que los pasos por el cajero para cobrar un cheque después de un torneo no son ni mucho menos la costumbre habitual en las visitas de los jugadores a los casinos, y que cuando nos vamos a cero, nadie piensa en campensar al jugador por un comportarse impecable en la mesa o su colaboración en la celebración de un evento ejemplar.

«javierkeeper» aporta la posibilidad de flexibilizar la norma. Opta por el sentido tradicional de la propina en España, como recompensa a una atención que esté más allá del mí­nimo exigible y no como un gesto que deberí­a tener como obligción todo ganador de un torneo.

El PSPC quizá no era el mejor ejemplo posible, por el hecho de que el prizepool tenia un extra añadido por PS para el primer puesto y que muchos jugadores tení­an el viaje y la entrada pagada. Hubo varias personas que indicaron que los premios extras daban pie a hacer una excepción y dejar una cantidad como propina.

La excepcional cantidad de dinero que ganó Ramón impulsa a la generosidad extrema, como apunta de manera bastante simpática Álvaro Diego «MrBaconQueso».

Por ahora, con casi 1.200 votos registrados, gana el 0$, con un 55%, seguido en orden decreciente por las siguietnes opciones: 1k$ (24%), 5K$-10K$ (16%) y ->25K$ (5%).

¿Qué harí­as túcon un cheque de cinco kilos en la mano y plantado ante la ventanilla del Atlantis?

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