Hay días en los que es mejor no salir de casa. Días malos, en los que todo se tuerce y todo te sale al revés. Esos días en los que no sale nada según lo has pensado o según lo has imaginado. «Quédate en la cama, hijo», me decía siempre mi abuela, «que es donde mejor se está y donde menos se gasta».
Los protagonistas de esta historia debieron hacer caso a quien le diese tal consejo.
Una pareja de Newport en EE.UU., Adan y Jennifer Schlain, organizaron una timba de poker junto a unos amigos, un torneo en el que -según cuentan ellos- no había ningún tipo de rake ni inscripción.
Todo se torció cuando entraron en la casa tres hombres armados, amenazaron a los presentes y le pusieron una pistola en la cabeza de Adán. Los ladrones escaparon con 11.000$, un botín que no determinaron si era del propio torneo o era dinero guardado del propietario del domicilio.
Cuando llegó la policía, los agentes se pusieron a interrogar a los presentes. Cuando comprobaron que estaban jugando una partida ilegal de poker, detuvieron a la pareja, que terminó entre rejas. En EE.UU, en la mayoría de los estados, está prohibido organizar este tipo de timbas privadas.
Vaya nochecita…