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El torneo del 1.000.000 de libras, un canto al elitismo en el poker

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Las Triton Super High Roller Poker Series nacieron para convertirse en la habitación de juegos de unos empresarios enamorados del poker pero hartos del resto de los jugadores.

Los VIPs de Macau amantes del cash siempre fueron capaces de establecer su particular visión de las reglas del poker a puerta cerrada y en el patio trasero de su casa. Su inagotable banca es cebo más que suficiente para que los mejores competidores de la escena mundial se desplacen de manera regular hasta la ex-colonia portuguesa y acepten pasar su riguroso y caprichoso casting para actuar como los extras mejor pagados del mundo en la pelí­cula que se quieren montar sus mecenas.

En cambio, las fantasí­as de los que prefieren los torneos multimesa eran mucho más difí­ciles de satisfacer. En el circuito mundial existí­a un jerarquí­a preestablecida por festivales como las WSOP o el EPT. El ego de los Phua, Yong y compañí­a les hizo probar suerte en un ecosistema que no estaba sujeto a su voluntad.

Al principio, el circuito fue suficiente para calmar sus apetitos. Los viejos rockeros de Las Vegas como Ivey o Negreanu le saben bailar el agua como nadie a la gente que trae dinero fresco a las mesas, sobre todo en esas cantidades. La nueva generación de las nosebleeds como «jungleman» o «durrrr» son alumnos aplicados y aprendieron rápidamente a encajar. Además, todos ellos se dejan marcar un ritmo veleidoso. Ahora quiero jugar cash, ahora quiero jugar con baraja corta… Lo que usted sugiera, a mí­ me place.

Pronto adquirieron la influencia necesaria para personalizar su experiencia en lugares como Las Vegas. Sus anfitriones, de mano de gente como Guy Laliberté, crearon para ellos torneos como el Big One for One Drop en el entorno de las WSOP.

El torneo del millón de dólares pasó por ser el más prestigioso del planeta y las dos primeras ediciones del Big One tuvieron una notable presencia de millonarios asiáticos. Pero algo se torció.

Es cierto que los principales jugadores de Macau se vieron envueltos en escándalos judiciales en Las Vegas. Pero eso fue tan solo la gota que colmó el vaso. El verdadero problema fue la llegada de una nueva raza de High Rollers que no respondí­a a las caracterí­sticas que los VIPs de Macau quieren para sus rivales.

Quienes se empezaron a llevar todo el prestigio y todo el diinero de las ballenas eran jugadores que no tení­an el mí­nimo interés en hacer del poker un juego divertido y atractivo para los recreacionales. Las mesas se llenaron de capuchas, gafas de sol y bufandas, las manos se hicieron interminables por culpa de la estúpida moda del «tanqueo», no daban conversación y no tení­an el mí­nimo interés en devolver parte de lo ganado jugando formatos inventados sobre la marcha en las mesas de cash.

La jerarquí­a de los festivales no era razón suficiente par aguantar todo eso. Los millonarios asiáticos, expulsados de las mesas y perseguidos por la justicia, se encerraron en casa. El problema es que los MTTs, sin los focos y los flashes, no tiene tanta gracia. Así­ que decidieron crear su propia marca y hacerse un hueco en la escena mundial de torneos con las Triton Series, una sabia combinación de exposición multimedia y el uso de grandes nombres, tanto de su antigua guardia de coprs, como Ivey o Dwan, o atrayendo a los más osados de la nueva ola como Timofei Kuznetsov «Trueteller».

El torneo del millón de libras que se va a jugar en Londres en la primera semana de agosto es el último ladrillo en el palacio que se han construido los amos de Macau. La culminación a un trabajo de varios años cuyo objetivo último era desbancar al resto de los festivales del escalafón mundial.

Será la primera vez que las Triton pisen Londres, y solo hay una razón. El torneo del millón es más exclusivo en el Reino Unido de lo que lo es en las WSOP o que el que montó Laliberté en Montecarlo. El cambio de moneda hace posible mantener la belleza de un número redondo que otros festivales ya han utilzado, y que a la vez vaya a ser el buy-in más caro de la historia.

Las Triton ya han obtenido la atención mediática suficiente y el buy-in le asegura al torneo un hueco en la historia del poker. Es un sueño hecho realidad, y ninguno de los millonarios de Macau piensa dejar que se lo estropee lo que menos les gusta del poker, que son los jugadores.

Por ello, el torneo más elitista de la historia propone una serie de reglas de participación completamente exclusivas y nunca vistas en el circuito.

Solo por invitación

El torneo del millón de las Triton será un torneo privado.

Cualquier pro que quiera acceso al mismo tiene que pasar un doble filtro. La organización está extendiendo invitaciones personalizadas, a las que ningún jugador considerado estrictamente profesional puede acceder, con la notable excepción de la leyenda Bobby Baldwin, ejecutivo de casino pero también apostador profesional y campeón del Main Event de las WSOP en 1978.

Pero cada VIP puede traer a un «invitado», que es la rendija por la que van a colar a sus protegidos, los nombres que le van a dar lustre al field. Por ahora, la lista de confirmados es la siguiente.

  • Paul Phua. Invitado:Tom Dwan.
  • Stanley Choi. Invitado: David Peters.
  • Wai Kin Yong. Invitado: Rui Cao.
  • Richard Yong. Invitado: Jason Koon.
  • Bobby Baldwin.
  • Ivan Leow.
  • Rick Salomon.
  • Rob Yong.
  • Liang Yu.
  • Sun Yaqi.
  • Eddie Ting.

Si algún reg quiere tener la oportunidad de entrar en el torneo, puede solicitar que su nombre sea incorporado a una lista de espera que se pondrá a disposición de los «bussinessmen» que aún no han designado acompañante.

Fields escindidos

Los VIPS y los invitados estarán jugando en mesas separadas durante el dí­a 1. Esta separación será estricta durante los seis primeros niveles del torneo, ajena a las necesidades del torneo. Apartir de entonces, la norma se relajará al ritmo que impongan las eliminaciones, para equilibrar el número de jugadores de cada mesa.

El feld no se unifica hasta el dí­a 2.

Normas de etiqueta

Todas las costumbres que espantaron a los recreacionales asiáticos de las mesas de los High Rollers tradicionales estarán prohibidas por las normas del torneo.

  • Será obligatorio estar presente al inicio del torneo.
  • Nadie puede vestir accesorios que tapen el rostro o el cuello. Solo se aceptan las gafas de sol en las mesas televisadas, por culpa de los focos.
  • Los sombreros o gorras que tapen parte del rostro también están prohibidos, y por eso mismo se recomineda no llevar capucha.
  • Los finalistas están obligadas a vestir de traje,.

Para el resto de jugadores que se quieran sumar al show de las Triton, habrá otros siete eventos abiertos, con un Main Event cuya entrada costará 100.000 libras.

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