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William Kassouf pierde el parche del Grosvenor Casino por un presunto robo de fichas

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Una de las premisas más fundamentales del marketing la expresó mejor que nadie Oscar Wilde, cuando escribió «solo hay una cosa peor en el mundo que hablen de ti, que es que no hablen de ti». Salvador Dalí­ lo llevó al extremo con su idea de que «lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien«.

Will Kassouf está sufriendo en sus carnes la dudosa validez de esta premisa. Es cierto que los comentarios que se ganó por su comportamiento en las WSOP de 2016 no fueron precisamente halagos, pero le han convertido en un jugador muy reconocible en el circuito. También se demostró que la prensa, buena o mala, según se mire y en qué lado de la discusión se sitúe uno, le ha reportado rendimientos económicos, como demuestra su fichaje por los casinos Grosvenor, ansiosos por convertirle en uno de sus embajadores.

No obstante, convertirse en el centro de atención de tantas filias, y especialmente de tantas fobias, trae desagradables consecuencias.

Un anónimo le chivó a Shaun Deeb, que tampoco es un angelito y se la tiene jurada al abogado británico desde la pasada final del Main Event de las WSOP, que Kassouf habí­a protagonizado un lamentable incidente en el casino Grosvenor de Leeds, donde se estaba jugando una parada del famoso circuito GUKPT, emblema de la marca. Según la versión que decidió dar Deeb, Kassouf fue pillado haciendo trampas en la mesa de la ruleta, con una técnica que se llama «palming», y eso le costó ser despedido como embajador de los casinos y la prohibición de entrar a las propiedades de Grosvenor.

Sin citar fuentes ni aportar pruebas, Deeb se apresuró a insinuar que Kassouf era un tramposo habitual -«ahora sabemos de dónde saca las entradas a los torneos»-. El «palming» consiste en intentar ocultar fichas con la palma de la mano, bien para simular una apuesta ganadora una vez se ha detenido la bola, bien para robar apuestas perdedoras situadas lejos del centro de atención de la mesa en el momento de los pagos.Tratándose de quién se trata (recuerda, que hablen de ti), la noticia se expandió a la velocidad del rayo por redes sociales y foros diseminados por Internet.

Poco a poco, a raí­z de varias intervenciones de testigos de primera mano, se ha ido desvelando una versión algo más fiable del incidente, que ya ha sido confirmado de manera fehaciente.

Primero, una intervención de Paul Newey en un hilo abierto sobre el tema en TwoPlusTwo, aportó la primera prueba de que, al menos, a Deeb le habí­an hecho llegar el relato de un suceso con apariencia de ser real, pero singular.

«Yo también he oí­do un runor sin confirmar, de que Kassouf le estaba robando fichas a un amigo con el que estaba jugando a la ruleta, y que su patrocinio ha sido suspendido temporalmente por los Casinos Grosvenor, pendiente de futuras investigaciones».

Defensores y detractores de Kassouf empezaron a enzarzarse en diferentes foros de opinión. Para responder a quienes decidí­an negar la posiblidad de la existencia de tal incidente, uno de los involucrados, Michael O’Mahoney, decidió que era hora de aportar un testimonio de primera mano.

Lo primero que dejó claro es que el alcohol habí­a tenido mucho que ver con la escalada de los hechos.

Todo empezó con una racha ganadora en la ruleta. Un allegado de Kassouf estaba ganando 4.000 libras y un grupo de amigos se arremolinó a su alrededor para celebrarlo. El dueño de las fichas animó a varios de ellos a colocar apuestas en su nombre, y entre todos ganaron 2.800 libras más. Entre el jolgorio provocado por las jugadas ganadoras y la intoxicación etí­lica generalizada, Kassouf intentó «distraer» algunas fichas de 100 libras.

Fue cazado, y se montó una ruidosa discusión al respecto. La bronca se trasladó al bar, donde casi llegan a las manos. Decidieron templar los ánimos y resolverlo cuando todos estuvieran más calmados, pero ya era tarde. El escándalo no habí­a pasado desapercibido entre el personal del casino de Leeds, y llegó a oidos de las altas esferas de Grosvenor.

Pokertube, que ha publicado un artí­culo sobre este mismo incidente, consiguió la confirmación definitiva procedente de la compañí­a británica.

«Podemos confirmar que hubo un incidente entre dos jugadores en la mañana del sábado, en nuestro casino de Leeds. El incidente está bajo investigación».

Está pendiente una explicación de boca del principal interesado, el propio William Kassouf. Pokertube avisa de que la conseguirán en breve.

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