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Aprende a defenderte del angle shooting

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Por si hay algún lector que no esté acostumbrado a la terminologí­a, empezaremos por decir que un «angle shoot» es una maniobra por la que un jugador intenta retorcer el espí­ritu de las reglas en su interés, rozando la trampa, si es que no traspasa completamente la legalidad sabiendo que su beneficio será mayor.

La diferencia canónica entre un «angle shoot» y una trampa descarada com puede ser una baraja marcada es que el primero puede ser imposible de catalogar como un quebranto de las normas del juego.

Muchos de los jugadores que se iniciaron en el poker en España con el auge del poker televisado y los programas del EPT tuvieron la oportunidad de asistir a una clase prácitca inmejorable sobre el «angle shooting» en la Gran Final del EPT de Madrid de 2011. Es un ví­deo que hemos visto y al que nos hemos referido en infinidad de ocasiones, pero hay que rescatarlo porque se trata de un ejemplo de «angle shoot» de manual, tan claro que el propio Thomas Kremser, encargado de la dirección de aquel torneo, se vio impulsado a desenmascarar la maniobra de Fréitez -posteriormente campeón- ante su rival. La cara de disgusto del floor cuando se confirmó que Fréitez estaba haciendo una trampa que él no podí­a castigar es legendaria.

El redactor de Assopoker Claudio Poggi ha hecho una pequeña recopilación de las situaciones más comunoes que intentan aprovechar los maestros del «angle shoot» y cómo nos podemos proteger de estas trampas.

Folds que no lo son

Una de las ventajas que buscan los tramposos en el poker en vivo es cambiar el orden de las acciones de la mesa para beneficiarse de la información extra que les supone. Una de las formas más comunes de forzar esta situación es la de hacer creer a los rivales que su mano está muerta, fodleada o camino del mazo, cuando en verdad -y siempre según las reglas- está protegida.

La mejor defensa: Espera siempre hasta que sea tu turno para actuar. No anticipes ninguna jugada, ni por falta de atención ni por anticipación, pues esas son las inclinaciones que buscan aprovechar los tramposos.

Gestos que no comprometen a actuar

En el poker en vivo, las normas obligar a los jugadores a honrar las acciones declaradas de viva voz. Sin embargo, hay extendidas ciertas costumbres por las que un gesto o un movimiento toma el signifiacdo de declarar una acción. Por ejemplo, hacer check golpeando repetidamente con la mano en la mesa. Este tipo de gestos, en ocasiones, se puede confundir con movimientos involuntarios que pueden provocar la duda sobre si un jugador aha declarado una acción o no. Ese es el tí­po de zona gris que los «angle shooters» buscan para actuar.

La mejor defensa: Espera a que el dealer dé por entendidos los gestos de los jugadores y los traduzca anunciando la acción a la mesa. En caso de duda sobre algún gesto de un rival, pregúntale al dealer si considera que es vinculante al desarrollo de la mano.

Perder la noción del desarrollo de la mano

Las reglas depl poker establecen un rigurosí­simo orden en todas las acciones que componen el desarrollo de una mano. El botón establece las posiciones de cada jugador en la mesa y su orden de actuación. Cualquiera que incumpla ese orden puede haber sidfo ví­ctima de un despiste, pero también puede estar intentando obtener una ventaja contraria al espí­ritu de una norma. Por ejemplo, apostar antes de turno puede intentar forzar a que los rivales se contengan a la hora de engordar un bote, o conseguir folds. O forzar la aplicación de reglas para esconder las verdaderas intenciones de un jugador, por ejemplo declarando un raise o un call con una cantidad menor de la obligatoria, disimulando un despiste para que sea el floor el que se vea obligado a establecer la cantidad de fichas que deben entrar en el bote sin descubrir la fuerza de la mono con el tamaño de la apuesta.

La mejor defensa: Conoce a tus rivales, si son novatos o actúan de buena fe, cualqueir error en el orden de las acciones puede ser un despiste. Pero un jugador veterano o marrullero puede estar fingiendo para inducir un error.

Hacerse el tonto siendo un listillo

La excusa de Fréitez en la jugada del ví­deo, «no entiendo bien el inglés», solo tení­a como objetivo forzar a la dirección del torneo a hacer la resubida por valor que le correspondí­a a la fuerza de su mano y que su rival pagara de más pensando que en realidad la mano del venezolano no merecí­a una resubida. Es el truco más viejo de los timadores, la base del tocomocho.

La mejor defensa: No seas avaricioso. Intentar sacar beneficio del error de un rival es una de las bases del juego, pero es también el impulso que los timadores llevan siglos aprovechando para forzar a sus ví­ctimas a separarse de su dinero. Hay miles de oportunidades para aprovechar una mala jugada de un rival dentro del desarrollo normal del juego, no hace falta intentar forzar la máquina en situaciones extrañas.

Jugar al escondite con las fichas

Habitualmente, los jugadores que llegan nuevos al poker en vivo suelen pagar la novatada por culpa de una mala lectura de stack. El artí­culo avisa tanto de los jugadores que realizan apuestas sin anunciar la cantidad, escondiendo fichas de un valor superior para aumentar el valor que le pueden sacar sacan a una apuesta, como a aquellos que intentan esconder el verdadero valor de su stack construyendo pilas de fichas de diferente valor o escondiendo las más grandes de la vista de sus rivales detrás del resto, para empujar al rival a errar el cálculo de odds y de ICM y forzar apuestas incorrectos.

La mejor defensa: Si el rival no ha declarado el tamaño de su apuesta o necesitas conocer el stack exacto para hacer o contestar a una apuesta, estás en tu derecho de preguntar al dealer y obligar a que se haga una suma exacta de las fichas de cualquier jugador de la mesa.

Y después de todo esto, siempre, siempre, contrasta con tus compañeros de mesa las posibles intenciones de un rival después de una situación dudosa. Es injusto acusar a un rival de tramposo sin tener razones válidas para ello, y todo el mundo tiene que tener márgen para cometer un error inocente como humanos que somos, pero mucho más injusto es, para ti y para el resto de sus futuras ví­ctimas, dejar que un tramposo se vaya de rositas sin exponerlo ante toda la mesa.

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