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Acerca de las malas rachas (I)

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 Hola a todos. Dado que últimamente he recibido muchas consultas de otros jugadores (correos, mensajes en Facebook, mensajes en el blog), relacionadas con las malas rachas (y con cómo afrontarlas), he decidido escribir algo al respecto, ya que creo que es un tema interesante que todo jugador de póker debe aprender a manejar.

Existe ya mucha bibliografía al respecto, y algo que recomiendo mucho es el libro «La mentalidad del jugador de póker», que trata este y otros temas relacionados con la psicología en el póker. La idea de este artículo es dar lo que para mí es un panorama completo de este tema, y mi opinión en cada uno de los casos. He dividido el contenido en dos partes, dado que es un tema sobre el que hay bastante para decir, y no quiero aburrirlos demasiado con un escrito demasiado extenso.

¿Qué es una mala racha?

Aunque desde el punto de vista teórico / matemático una mala racha no existe, podemos considerar que una mala racha es un período de tiempo (o una serie de sesiones), en donde los resultados son peores de los esperados.

Esto puede afectar a jugadores perdedores, «Break Oven» (jugadores que no ganan ni pierden), o jugadores ganadores. Obviamente la forma en que afectará será distinta en cada caso, ya que para un jugador perdedor, quizás se trate de un período de tiempo en que pierda más de lo acostumbrado, para el jugador «Break Even» se puede tratar de un período de tiempo en el que registra pérdidas, y para el jugador ganador podrá tratarse de un período en el que gana menos de lo esperado, simplemente «no gana», o incluso pierde.

Dado que el póquer es un juego de elevada varianza (en algunas variantes mayor y en otras menor), resulta inevitable que todo jugador de póquer tendrá que pasar algunas malas rachas en su carrera. Y esta quizás sea psicológicamente una de las cosas más difíciles que deba afrontar.

Usualmente, cuando nos encontramos jugando una sesión de póquer, el resultado depende en su mayoría de unas pocas manos. Muchas veces luego de jugar una sesión, si terminamos una caja arriba (por ejemplo ganando $ 100.- en NL100), consideramos que la sesión ha sido positiva. De hecho si esa sesión fue por ejemplo de 2000 manos, estaríamos ante una tasa de ganancia de 5 bb/100 manos, lo cual es resultado excelente si se mantiene a largo plazo. Pero si en esas 2000 manos terminamos All In menos del 1 % de ellas (es algo bastante normal en Full Ring), el resultado de la sesión estará dependiendo casi exclusivamente del resultado de esas 20 manos (ya sea All In en el River o antes).

Llevando el ejemplo anterior a un mayor detalle, si de las 20 manos que terminamos All In ganamos 11, el resultado de esas 20 manos en un entorno donde siempre hablemos de estar jugando con un stack efectivo de $ 100.- (y sin comisión), será de: +(11 x $100) – (9 x $100.-) = $ 200.-. Es decir que una mínima diferencia en una cantidad porcentual muy pequeña de manos, podrá ser determinante para el resultado de la sesión.

Y esto es hablando de póquer on-line, ya que en vivo, donde en una mesa de 9 jugadores se pueden jugar un promedio máximo de 30/35 manos por hora, quizás en un día terminemos jugando 1 o 2 manos donde terminemos All In, y el resultado de esas manos nos determinará el resultado del día.

Si trasladamos nuestro análisis a una serie de sesiones, el resultado estará a su vez producido por el resultado individual de cada sesión, el cual a su vez dependerá de unas pocas manos.

Todo esto hace que el póquer pueda ser visto en ciertas situaciones como un juego bastante injusto, en el que cuando tenemos resultados muy positivos existe una tendencia a sentirse invencible, y cuando son negativos a pensar que uno nunca va a poder ganar en este juego. Claramente no es ni una cosa ni la otra, sino que podemos haber sido beneficiados o perjudicados por una variable aleatoria (el azar).

Resumiendo, aunque consideremos que una mala racha es un período de tiempo en el que observamos que tenemos resultados por debajo de lo esperado, esos resultados estarán determinados en su mayoría por una cantidad muy pequeña de manos. Estos períodos podrían prolongarse, generando una presión psicológica muy grande al jugador de póquer. Por tal razón no se puede ignorar, y debemos estar preparados para afrontarlas. De no ser así, el castigo podría llegar a ser la pérdida del presupuesto disponible para jugar al póker.

Qué cosas no debemos considerar respecto a las malas rachas.

Algo frecuente en jugadores de nivel inicial, es considerar que el resultado de una mano podría tener influencia en el resultado de la mano siguiente. Por ejemplo si yo busco un proyecto de color, que en el Flop tiene un 36 % aproximado de probabilidad de concretarse, y finalizada la mano no se completó, si en la mano siguiente tengo el mismo proyecto, la probabilidad seguirá siendo del 36 %. Es decir, no podemos considerar que nuestra probabilidad se incrementa por el hecho de no haber recibido nuestro proyecto en la mano anterior.

Considerando que una sesión es un conjunto de manos jugadas, y ampliando el concepto anterior, no se debe suponer que si tuvimos una sesión con un resultado por debajo de lo probabilísticamente esperado, la próxima mejorará por el hecho de que debería estar finalizando nuestra mala racha. Es decir, no debemos asignar una duración a la mala racha, ni pensar que esto no podría extenderse más porque «ya ha transcurrido demasiado tiempo en que los resultados han estado por debajo de lo esperado».

Con la misma idea, tampoco podemos considerar que si tuvimos una mala racha muy grande este año, no volverá a ocurrir por un cierto tiempo, dado que se trata de sucesos independientes, y no de eventos relacionados que tengan relación entre sí, o que ocurran con una cierta frecuencia.

Otro concepto erróneo, en el que se cae muchas veces por la necesidad psicológica de entender lo que está sucediendo, es intentar pensar que la mala racha no se pueda extender a un período de tiempo mayor al que uno supone que podría ser el límite, o a una cierta cantidad de manos, a una cantidad de BBs, o incluso a una cantidad de dinero perdido.

Algo que sí deberíamos tener en cuenta, es que si se produce una mala racha durante un período de tiempo mayor del que esperamos (o consideramos posible), es probable que existan otros factores más allá de la suerte que estén afectando a los resultados en forma negativa.

Pero sobre esto último vamos a hablar un poco más en la segunda parte de este artículo. Veremos además qué cosas no se debe hacer y qué cosas sí se debe hacer frente a una mala racha.

Les dejo un saludo.-
 

 

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