Desde hace 24 horas, los casinos de Gran Bretaña tienen permiso para reabrir sus puertas y volver a ofrecer sus servicios al público sin recurrir a ninguna medida extraordinaria de seguiridad.
Hace ya varios meses que las organizaciones políticas y científicas han alcanzado el entendimiento de que la única salida para la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 reside en extender la inmunidad al virus.
Cada responsable político se ha tenido que enfrentar a complicadas decisiones al respecto, empezando por elegir la mejor manera para alcanzar esa inmunidad y, en un futuro inmediato, teniendo que elegir el momento para declarar que el objetivo se ha conseguido. Factores de todo tipo, sanitarios, económicos e ideológicos, se han dejado sentir a la hora de tomar estas decisiones.
En el Reino Unido, Boris Johnson y su gabinete se sumaron a los proponentes de la inacción ante las primeras olas, renunciando a medidas más severas con el pretexto de que se alcanzaría la inmunidad de forma natural. Más tarde se desdijeron y tuvieron que recurrir a confinamientos y restricciones a la movilidad, como todos los países de su entorno. Los casinos sufrieron el embate de la pandemia como pocos. Como resultado, han tenido que mantener sus puertas cerradas a cal y canto desde el tercer confinamiento declarado el pasado enero.
Ahora, tras una intensiva campaña de vacunación, el gobierno británico se ha vuelto a ver en una encrucijada. Su país es el foco principal de la llamada variante Delta, predominante en lo que ya todos consideran la quinta ola del coronavirus, pero no han querido que el grave repunte de los contagios ponga en peligro una agenda que les debía llevar a ser el primer país en declarar el levantamiento de las medidas extraordinarias, en lo que pomposamente han querido denominar «El día de la libertad».
Por tanto, a partir de las 0:00 h del 19 de julio, los casinos británicos, como el resto de locales comerciales del país, han podido volver a abrir sus puertas sin ningún tipo de obligación sanitaria extraordinaria.
Las poker room británicas se aprestan a reanudar la actividad sin restricciones, pero el representante del Betting and Gaming Council, el órgano regulador del juego, en concreto su presidente Michael Dogher, ha querido constatar que si bien no hay mandato gubernativo, eso no quiere decir que los casinos vayan a descuidar la salud y el bienestar de sus clientes.
«A lo largo de la pandemia, los casinos han gastado millones de libras en las mejores medidas contra el COVID; y seguirán garantizando que sus locales sean lo más seguros posible para los clientes y el personal una vez que se levanten el resto de las restricciones«.
Cada empresa lo hará a su manera. PokerPT recoge esta tabla sobre las medidas que estarán vigentes en cada cadena de locales de juego, que a primera vista parecen mínimas.
El Hippodrome aconseja el uso del gel hidroalcohólico y limita las mesas a seis jugadores y los Casinos Grosvenor pondrán a disposición de sus clientes divisores de metacrilato, pero solo a petición propia.
Sin embargo, la poker room más representativa del país, y su dueño Rob Yong, han tomado una resolución mucho más drástica y controvertida. Mientras siga la altísima tasa de contagios que registra el Reino Unido en estos momentos, la más alta del continente y a punto de alcanzar máximos relativos, el DTD permanecerá cerrado.
«El DTD es muy diferente. No es lo mismo tener a más de 500 jugadores todos juntos en el mismo salón que a 20 esparcidos en un casino. Paciencia, por favor».
Dear @DTD_Cardroom members – I can feel the pressure to open with casinos now being open but DTD very different – 500++ people in same room playing poker close together, not like 20 people in a casino spread out – look at these UK COVID cases! Patience please KTF Rob pic.twitter.com/DgTYSILfxp
— Rob Yong (@rob_yong_) July 15, 2021
Recordemos que Rob Yong se encontró su local vandalizado debido al prolongado cierre de sus instalaciones, pero parece entender que todavía no es momento para recuperar el ritmo de funcionamiento que ha llevado al DTD a ser uno de los centros de mayor actividad de póker del continente.