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Los consejos de madurez de Jeff Madsen

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Jeff Madsen fue el niño prodigio antes de la era de los niños prodigio.

El año que cumplió la edad necesaria para que le dejaran entrar en el Rio, Madsen ganó dos brazaletes y se proclamó Player of the Year. Hablamos del año 2006.

Hoy en dí­a, Madsen espacia más sus viajes. Ya no encadena tantos triunfos trascendentales, pero va picando un poco aquí­, y un poco allá. Su cuenta de brazaletes en estos últimos diez años es la misma que en el primero, dos, en 2013 y 2015. Y bien ricos que son. También ganó un WPT, el Borgata Poker Open. Ha pinchado en varios paralelos de festivales importantes y ya ha superado los 5.000.000$ en premios en su carrera.

Hablar con él es repasar una carrera que empezó muy deprisa desde la perspectiva de un hombre que ahora se viste despacio. Con esta mentalidad, se ve jugando durante mucho tiempo. ¿Tienes la misma idea? Pues lee.

¿Cómo te va, Jeff?

La vida me trata bien. Me casé en junio del año pasado, así­ que ahora viajo menos. Divido mi tiempo entre Los Ángeles y Las Vegas, dependiendo de la época del año.

¿Cómo divides cash y torneos en estos tiempos?

Los mezclo, aún juego torneos. Si tuviera la oportunidad, probablemente solo jugarí­a torneos, con la partida ocasional de juegos mixtos por medio para divertirme. Ahora juego más cash de lo que solí­a,. Es más trabajo, pero me ayuda a recortar los viajes.

¿Te refieres a más trabajo mejorando tu juego o más horas en la mesa?

Me refiero a cómo te sientes cuando te sientas a la mesa. Jugando cash sabes que estás grindando, se parece más a un trabajo. Es muy raro que consigas ganar cantidades masivas de dinero en una partida. Es simplemente un proceso más laborioso. Así­ que es como si fuera a trabajar y fichara. Por contra, los torneos son más emocionantes, porque es una situación de todo o nada.

Hay otra cosa distinta. Si ganas en cash y lo pierdes al dí­a siguiente, es como si nunca hubiera sucedido. Pero si ganas un torneo, aunque pierdas todo el dinero, nadie te puede quitar el trofeo o el tí­tulo. Por eso amo el poker, porque me encanta competir.

¿Qué aprendizaje de tus primeros años compartirí­as con los jugadores más jóvenes?

Bueno, yo me vi metido en esto. El boom del poker simplemente sucedió. Empecé a jugar después de que Moneymaker ganara el Main Event, como tantos otros, así­ que nunca supe muy bien lo que hací­a o a quién preguntar. Por suerte, tení­a la cabeza bien amueblada, pero sí­ que cometí­ errores que podí­a haber evitado.

Los jóvenes que destrozan las mesas ahora tienen una hoja de ruta mucho mejor diseñada que la que tuve yo. La gran mayorí­a saben perfectamente qué necesitan para ser grandes jugadores de poker.

La única advertencia que les puedo dar a estos jugadores es que vigilen su ego en lo que a la banca se refiere. No hay nada malo en reducir varianza y vender acción si lo necesitas.

Yo jugaba torneos de 10.000$ y 25.000$ por mi cuenta y riesgo, lo que no siempre era lo más cómodo del mundo. Tienes que asegurarte de no gastar de más. No se debe jugar por encima de los niveles en que te encuentras a gusto. Tienes que concentrarte y rodearte de los amigos correctos.

¿Has pensado cuánto tiempo vas a seguir jugando?

Sí­, y me veo un largo camino por delante. Hay mucha gente que se gana la vida jugando al poker bien metido en la cincuentena, o con más de 60. Solo que no se oye hablar de ellos. No es tan complicado ganarse la vida con el poker, lo que es muy complicado es hacerse rico. Un tipo que grinda como se debe es capaz de pagar sus facturas y vivir bien.

Voy a jugar hasta los 85, y luego quizá me dé un respiro.

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