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Diez errores comunes y costosos en Hold ´em. Parte IV. River

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por Barry Tanenbaum
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Este artí­culo continúa la colección «Diez errores comunes y costosos en Hold ‘em». Trata sobre los errores que se cometen en el river. Son los siguientes:

  • 9. No apostar cuando has llevado la iniciativa en la mano.
  • 10. No apostar tras conseguir la jugada que pretendí­as.

En el river, la jugada ganadora ya está decidida. El jugador que la tiene se llevará el bote a menos que tire sus cartas. Ciertamente, hay jugadas que pueden provocar que un jugador tire la mano más fuerte, pero fallar en esas situaciones no puede ser considerado un error (aunque sí­ una oportunidad perdida). Las apuestas en el river pueda hacer ganar una apuesta extra o dos.

La mayorí­a de los errores que podréis ver en el river se producen por fallos a la hora de apostar. He señalado dos errores como los más comunes. Pero primero quiero hacer un breve comentario sobre las apuestas en el river, en general.

Diversos textos ofrecen modelos matemáticos acertados en relación con las apuestas en el river, particularmente en los unos contra uno. Me gustarí­a hacer llegar este tema más allá de lo matemático e incidir en el efecto que produce tu apuesta en el rival.

Imaginemos que alguien apuesta en el river y el oponente se pone a pensar más tiempo que el habitual. Esta apuesta ha sido buena por diferentes motivos:

  • El oponente es consciente de que tiene que tomar una decisión difí­cil, y ocasional o frecuentemente optará por realizar una acción errónea.
  • El rival estará gastando parte de su poder de concentración en esta decisión (algo que no habrí­a sucedido si no hubieses hecho la apuesta).

Junto a estos, hay otros beneficios psicológicos. Si el rival tira las cartas, incluso de forma correcta, habrás creado la incertidumbre en su mente. Si apuestas en el river tres o cuatro veces y ganas las manos sin que te igualen, la sospecha crecerá aun cuando hayas apostado siempre con la mejor mano. De esta forma, cuando apuestes por quinta vez con una mano decente, algún jugador te igualará, probablemente con una jugada más débil, por simple curiosidad.

Diferentes escritos señalan que no es recomendable apostar cuando creas que los rivales te ganarán si te igualan. Esto es cierto, pero en un juego como el Holdem, los rivales son libres para imaginar que tienes todo tipo de cartas o para inventarse que estás jugando de farol y te pueden ganar. La probabilidad de que te igualen solo cuando estés batido desciende por ello considerablemente. A menudo he visto a gente apostando de farol en el river y ganando a un rival que habí­a igualado la apuesta también de farol. Realmente, nunca sabrás qué cartas cree tu rival que tienes, ni con qué mano decidirá igualar tu apuesta en el river.

Incluso cuando apuestes en el river con una mano débil y pierdas, esa acción será valiosa. Los rivales que vean dicha acción serán más proclives a igualar tus apuestas cuando tengas buenas manos (que será la mayorí­a de veces en que apuestes en la quinta calle).

De hecho, la razón real por la que a la gente le gusta pasar en el river es emocional. Simplemente, es mayor la decepción por perder una apuesta extra que la satisfacción por ganarla. (Espero reflexionar sobre este tema con detalle en un próximo artí­culo).

Los errores que voy a comentar en este artí­culo suceden cuando estás fuera de posición. En el primero, has estado apostando todo el tiempo. En el segundo, has estado igualando con un proyecto y lo has conseguido.

9. No apostar cuando has llevado la iniciativa en la mano.

Imaginemos la siguiente mano. Hay dos limpers. Igualas con . El button iguala y también el small blind. El flop trae . Todos pasan y túapuestas. El button y el gran ciego igualan. El turn es . Apuestas y solo el button te iguala. El river es . ¿Deberí­as igualar o apostar?
Ciertamente, no puedes estar muy contento de ver el A. Si tu rival tiene uno, perderás el bote. ¿Podrí­a tener un A? Ciertamente podrí­a tener Ax de tréboles y haber tenido mucha suerte. Si pasas y tiene un A, siempre apostará, túigualarás y perderás una apuesta. Si pasas y tiene una K, probablemente pasará y túganarás el bote. Si no tiene prácticamente nada, también pasará y ganarás, aunque le saldrá barato el farol.

Si apuestas y tiene un A, igualará y perderás la misma apuesta. í‰l podrí­a subir si tuviese una mano como , pero es remotamente posible que tenga ese par de cartas. Si tiene una K, igualará y ganarás una apuesta.

Pero, ¿y si tiene, por ejemplo, ? Igualó en el flop con la esperanza de que estuvieses apostando en posición para defender un proyecto de color. Ahora, con 6.5 big bets en el bote, igualará una apuesta más para ver si ibas de farol. Se convencerá para hacer este call con cierta frecuencia. Con TT, aunque el flop no le fue bueno, quizá pudo igualar. Y con un proyecto de color, tirará las cartas ante tu apuesta y no tendrás que enseñar las cartas, añadiendo algo de misterio a tu jugada.

Por tanto, si apuestas en situaciones como esta, perderás la apuesta cada vez que estés batido, pero probablemente también perderás esa apuesta si pasas, planeando igualar una apuesta del rival. En cambio, ganarás una apuesta cada vez que tu oponente te iguale, lo que no sucederí­a si pasases. Recuerda: la gente inventa las más divertidas razones para igualar con jugadas perdedoras. Este sencillo ajuste en tu juego te hará ganar muchas apuestas extra.

10. No apostar tras conseguir la jugada que pretendí­as.

Has pasado e igualado en el flop y en el turn, mientras un oponente ha estado apostando vigorosamente. En el river, consigues la jugada que buscabas, normalmente una escalera o un color. El oponente ha estado apostando tan fuerte que decides esperar para lanzarle el check-raise. Por consiguiente, pasas con tu gran jugada y él hace lo mismo. Y te quedas esperando…

Esta situación se repite muchas veces al dí­a y casi siempre es errónea. Cuando consigas tu jugada, apuesta.

Muy a menudo, conseguirás una llorosa igualada y ganarás una apuesta. En raras ocasiones, serás raiseado y tendrás la oportunidad de volver a subir. Recuerda: apostando ganarás una apuesta o tres, mientras que buscando el check-raise ganarás dos apuestas o ninguna. Yo prefiero apostar.

Pero hay una razón más para apostar. Conseguirás retener algo llamado «equidad de farol». Si tu oponente se ve condicionado al hecho de que cuando consigues tu jugada, apuestas, eventualmente tirará sus cartas cuando apuestes en el river. De esta forma, podrás colar algún farol cuando no consigas tu mano o no tengas nada, o cuando tengas una mano que merece una igualada «llorosa».

Si tienes fama de ser un check-raiser habitual, no tendrás credibilidad cuando salga una carta temible y apuestes. Tu rival se dará cuenta de que si tuvieses una mano muy fuerte, probablemente hubieses pasado. Pero si eres conocido como un apostante habitual en esta situación, conseguirás suficientes folds y buenos beneficios.

Por supuesto, tendrás que variar tu juego, por lo que a veces deberás pasar con una jugada fuerte para evitar que los oponentes apuesten cada vez que pases. Habrás de actuar así­ con menor frecuencia.

Todos queremos parecer listos y hacer jugadas inteligentes. Pero en este caso, como en muchas otras situaciones que se dan en el poker, el aburrido juego legí­timo te dará más dinero y te permitirá tener una mayor credibilidad a largo plazo. Por lo tanto, en la mayorí­a de las ocasiones en que tengas una jugada ganadora: apuesta.

Conclusión.

Este artí­culo concluye la serie. Los diez errores comentados ocurren en cada una de las fases del juego. Si puedes evitarlos, conseguirás beneficios significativos.

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