La competencia en la industris del poker online está reviviendo los patrocinios a los jugadores profesionales.
En la nueva era Amaya de Pokerstars, en lo más álgido del monopolio de la mayor sala del mundo, la política que impusieron sobre los patrocinios fue la de soltar lastre y sustituir a ilustres como Theo Jorgensen o Johnny Lodden por streamers, atletas y cómicos.
Fue el resurgir de partypoker como serio contendiente lo que volvió a hacer fluir los presupuestos de marketing hacia los jugadores. El concepto del jugador patrocinado necesitaba la misma revisión que el resto de elementos del negocio. Romper con los esquemas del pasado, para dar con la clave que atrajera a nuevos clientes a la sala. En party decidieron dar a sus Team Pros voz y voto en las estrategias de construcción de la oferta del lobby.; valga como ejemplo el papel tanto público como privado que adquirieron por ejemplo Calvin Anderson en el apartado de los MTTs y Sam Trickett en las high stakes.
En el mercado europeo se ha hecho hueco una nueva sala, Winamax, también dispuesta a pelear de túa túpor representar la excelencia del poker online. Los franceses también confían en el poder de atracción de los pros y han recuperado la tradición de los parches, pero han avanzadfo un poco más que el resto de la industria en el concepto de «equipo de profesionales».
Federico Marín Bellón, autor del muy recomendable blog «Jugar con cabeza» que publica el ABC, viajó al Winamax Open de Dublín para intentar hacerse una composición de lugar del sentido que tiene la palabra «equipo» entre los jugadores profesionales de Winamax. El equipo Winamax tiene 15 integrantes oficiales, pero quien dio más que hablar en las conversaciones con Marín Bellón fue el Team pro número 16.
¿Quién es Stephane Matheu?
Matheu era un aspirante a jugador profesional de tenis. Cuando le quedó claro que su carrera no iba a avanzar mucho más allá en el deporte decidió retomarsus estudios, y para ello se mudó a Estados Unidos. Sus intereses académicos le llevaron a Las Vegas, donde entabló amistad con Gus Hansen. Sus contactos en el mundo del poker le sirvieron para que Bertrand Grospellier le pidiera consejo, y entre los dos inventaron de alguna manera la figura del preparador de poker, algo parecido a la faceta más psicológica y organizativa de los entrenadores de tenis.
En 2010, la fecha del relanzamiento del poker regulado en Francia, Winamax le contrata para crear el Team Pro de la sala.
La labor de Matheu: la psicología
«Mi apoyo es sobre todo psicológico. Les ayudo a lidiar con la presión y las emociones, hablamos mucho, me dedico al cien por cien al lado mental del póker. Nunca les digo cómo jugar una mano. No es mi trabajo ni pretendo ser un jugador profesional, pero sí un entrenador psicológico».
Leo Margets ha sido una de las últimas personas en incorporarse al equipo, pero es toda una veterana del Vietnam en el tema de los patrocinios. Ha descubierto en Stephane una figura que no había encontrado como tal en ninguna de sus otras múltiples experiencias como integrante de un team Pro.
«No sabe más que nosotros de póker, pero entiende completamente el juego. Es increíble, da cohesión. Sin él el equipo sería distinto. Aparte de que es una persona interesante con quien hablar, es perfecto porque se adapta a cada uno de nosotros para sacar lo mejor de cada uno. No impone un estilo de liderazgo. Ves el respeto que todos le tenemos y es increíble».
La labor de Matheu: la construcción del colectivo
El gran secreto del Team Pro de Winamax es la redefenición del conceto de «equipo profesional». En una actividad de carácter tsan marcadamente individual como el poker, sorprende la facilidad con la que han hecho de los pros de Winamax un verdadero colectivo, en el que la figura más destacada es Adrián Mateos.
«Son 15 y es muy importante que se sientan parte de un equipo, es muy complejo. No todo el mismo tiene la misma visión, hay que lograr que se involucren. Mi trabajo es que trabajen juntos y se sientan a gusto así.
Adrián es una máquina, el jugador más completo y con más talento. Trabaja muy duro. Ya teníamos un gran equipo, pero Adrián y Mustapha Kanit lo convirtieron en uno muy grande. Fue también una motivación para los demás«.
La empresa intenta contribuir en lo posible al espíritu de equipo organizando seminarios y favoreciendo el desplazamiento en bloque del equipo a actividades como el Winamax Poker Open. Todos comparten canales de comunicación para habler de estrategia, para socializar y mantener un contacto mucho más cercano que en otros Team Pros.
También es muy importante la selección del personal .Leo desveló las claves de la integración de los nuevos jugadores en el equipo, especialmente en el caso de jugadores tan excepcionales como Adrián Mateos, que se mueve en un círculo totalmente distinto , el de los High Rollers.
«Eso no quita que escuche a todos, tiene presente que no domina el juego y por mucho que lo esté reventando tiene muchas ganas de aprender. Se está dando de leches con los mejores cada día, es una experiencia y un bagaje que a todos nos aporta, pero cuando debatimos, ninguna opinión está por encima de otra. Partimos de la base de un equipo de profesionales y cualquier punto de vista suma. Yo noto que aprendo infinito. Lo más interesante es cuando comentamos una mano y hay puntos de vista muy dispares. Es un poco la magia del póker. Siempre puede haber una línea con más EV (valor esperado), pero no hay una única. Y si todos aportamos nuestras experiencias, es muy enriquecedor».
La labor de Matheu: la cohesión
Hay un último aspecto clave en la idea que tiene Matheu de la figura de un manager. Para Stephane, su relación con los jugadores no es de jefe y subordinados. íl es el encargado de de que los jugadores solo se tengan que preocupar de jugar y representar lo mejor posible a la marca. Y para eso, lo más importante es la confianza mutua y el apoyo continuo a sus jugadores. Es algo que Leo agradece y aprecia en el día a día del equipo.
«Te dejan ser túmucho más. En otras salas, y me han tratado fenomenal en las anteriores, a veces te pedían que borraras tuits políticamente incorrectos. O controlaban las preguntas y respuestas de las entrevistas… Soy suficientemente lista para responder lo que me dé la gana y saber lidiar con los periodistas. Siento que soy profesional y que quieren que desarrolle mi trabajo lo mejor posible y me centre en lo importante. Nosotros te intentamos hacer la vida más fácil, aunque tútienes que dar cosas a cambio, obviamente.
En los descansos de los torneos es un lujazo. Stephane organiza una votación, elegimos restaurante y pide por nosotros veinte minutos antes, luego viene a recogernos y cuando llegamos ya está la comida. Para ir al casino, nos recoge en una furgoneta en el hotel en el que estemos. Este concepto no existe en ninguna otra sala».
