Después de la huída definitiva de SobraoBoy de BossMedia para regresar a su nido de PokerStars, se han vuelto a disparar las sospechas sobre los extraños badbeats de esa sala.
Me crié en BossMedia, crecí en BossMedia y ahí sigo, a punto de cumplir tres años. Sumando a ojo, llevar casi 2 millones de manos en esta sala y he visto de todo: manos que me robaban con una out en el river, cinco bad beats por hora, botes que he ganado jugando fatal (justo es reconocerlo) y un 4 5 offsuited matando a dos ases. Hoy sin ir más lejos, en una expedición a 5/10 NL, perdí una caja preflop con mi A K contra una A Q, con dama en el river, un ataque contra la probabilidad que me dio un vuelco al corazón. 2000 dólares que volaron. Sí, es cierto, estas cosas pasan en BossMedia. Y en Pacific. Y en la timba con los amigos… ¡Es que si no, no sería poker!
¿Por qué estas quejas sobre Boss? Pues sencillamente, porque los jugadores son peores. Si todos juegan bien, no hay bad beats. Para que dos ases caigan ante un 6 3, tiene que haber alguien que pague el preflop con 6 3. Evidentemente, esto deja la sangre hirviendo a cualquiera y, salvo que uno sea de acero, provocará que el shock le haga jugar peor.
Hay futbolistas que rinden en campos grandes. Otros, los menos técnicos, se gustan con el césped embarrado. Con el poker pasa lo mismo. Hay jugadores que prefieren la mesa llena de jugadores «lógicos». A otros nos encantan los locos. A unos en No Limit nos desconcierta. A otros, el Limit les duerme. En el poker, en el fútbol, en la vida, hay que buscar su sitio. Esa es la clave.
¿Qué se esconde detrás de todos estos comentarios en los foros? En mi opinión, lo de siempre: la frustración de no admitir la derrota y de pensar que uno es tan bueno que sólo un software trucado puede vencerle. Y por cierto, SobraoBoy, que ha fracasado en su asalto a Boss, no le ha echado la culpa al árbitro. Sus hooligans, sí.
