A efectos legales el póker es a día de hoy un deporte mental. Hace unos meses la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA) reconocía al póker como un juego mental y de habilidad poniéndolo a la altura del bridge (que también es un juego de cartas) y del ajedrez. La notícia llegaba incluso a los medios generalistas como podemos comprobar en enlaces como este.
Según apunta el diario deportivo Marca, el COI reconoce a la IMSA como un organismo deportivo, por lo tanto reconoce a las asociaciones que la integran, entre ellas la Federación Internacional de Poker. Los jugadores de poker deberíamos, por tanto, exigir los mismos derechos que tienen los jugadores de otros deportes mentales como el ajedrez, el bridge o las damas. Uno de estos derechos fundamentales sería el de la creación de una Federación de Poker que defendiese a los jugadores y que homologase las reglas de nuestro juego.
Por ejemplo, la futura Federación que nos amparase debería fijas límites mínimos para la estructura de los torneos. Creo que para que un torneo de poker se pueda equiparar a cualquier otro evento deportivo es importante que goce de una amplia estructura de juego (cuanto mejor es la estructura de un torneo, influye menos la suerte y más la habilidad del jugador). Igual que nadie consideraría una competición deportiva un torneo de fútbol en el que en cada partido se jueguen dos tiempos de 3 minutos o un torneo de tenis en el que el ganador de un partido sea el que gane el primer juego, tampoco se debería considerar una competición deportiva un torneo de 100 jugadores en el que empiezas con 3000-5000 fichas y las ciegas suben cada 25-30 minutos (Tipo de torneos que se organizan en los casinos españoles semanalmente).
Hace unas semanas conocí la iniciativa de la creación de una Federación Española de Póker que ha empezado a mover sus hilos a través de Facebook y que apoyan entre otros Cesar Garrido o Laura Guillot. La industria del poker está creciendo muy rápido en nuestro país y las salas de poker están vendiendo muy bien al poker como deporte, por lo que ahora que oficialmente el poker es un deporte mental se debería aprobar la creación de una Federación Española de Poker. Si el ajedrez o el bridge ya la tienen es injusto que no se le permita al poker tenerla.
El camino a recorrer será duro pero sin duda habrá merecido la pena. Si se crease una buena Federación Española de Poker todos los jugadores saldríamos beneficiados.