La televisión tuvo un impacto decisivo en el ascenso del Texas Hold’em al rango del formato más popular del póker.
Los pros que alcanzaron su cénit en el siglo pasado reniegan de los flips que caracterizan al NLHE, los jugadores de high stakes han buscado emociones más fuertes en el PLO y en variedad de juegos mixtos, pero al final del día, las masas que abarrotaron los casinos después de ver a Moneymaker hacerse millonario con una inversión de 82$ llegaban a los salones preguntando cuál era el juego del «all in».
La tentación de individualizar el formato y adaptarlo a las mesas de juego tradicional de los casinos siempre ha estado presente en la industria. Más acción, menos requisitos sociales, menos decisiones… Muchos casinos tiene una versión muy fiel al Limit a disposición de los clientes, y, periódicamente, surgen novedades que intentan darle un giro más atractivo. Sin embargo, los jugadores que buscan jugar al póker en los casinos acuden casi unánimemente en busca de una poker room y, en caso de decidirse por jugar contra un crupier, exigen el formato más fiel al Texas Hold’em.
Los compañeros de Assopoker han recopilado algunos de los formatos tradicionales para casino creados en base al NLHE y que no acabaron de cuajar. Demos un paseo por este museo de los juguetes rotos del póker.
3x Raise Holdem
Este invento fue un encargo del World Poker Tour, y la idea era crear una variante para casino del juego que triunfaba en los circuitos.
Los jugadores ponían un ante -cabía la posibilidad de dos side bets, apostando por la fuerza final de la mano- y recibían dos cartas cubiertas. El crupier descubría su mano. Como en el blackjack, los jugadores podían retirarse y ceder su ante o hacer una apuesta que podía ser el triple o diez veces la apuesta inicial, había las dos versiones.
El crupier estaba obligado a hacer call con cualquier pareja o cartas que sumaran 11 o más puntos según las cuentas del blackjack. Se volteaban las comunitarias y se resolvía la mano.
Este juego estaba presente en la mayoría de los casinos de MGM y Mirage, a donde llegó en 2008.
Hold’em Challenge
Un pionero del póker en todos los aspectos, David Sklansky desarrolló un juego de mesa llamado Holdem Challenge en los años 90. La patente es de 1995.
IGT recogió la idea una década más tarde y la utilizó en máquinas electrónicas del estilo del vídeo póker.
Al inicio recibías dos sets de dos cartas cada uno. Tras elegir la combinación más fuerte, se descubrían las comunitarias. Enfrentado a dos jugadores virtuales, para ganar había que tener la mejor mano al showdown.
Las máquinas fueron instaladas como novedad en el Caesars Palace y el Mirage de Las Vegas, sin demasiado éxito.
Triple Acción Holdem
Un caballero llamado Al Ethier desarrolló la patente en 2007 para un juego de baraja corta, de 28 cartas, como el Short Deck pero además sin los 7s.
De nuevo, después de la puesta del ante y la opción de una bonus bet, el jugador recibe dos cartas y el crupier enseña su mano, aunque en esta variedad solo voltea una carta. Tres cartas boca abajo se situan en el centro de la mesa. Serán el flop, la única calle de esta modalidad.
El jugador puede subir o foldear. En caso de subir, se descubren el flop y la mano del crupier, para realizar el showdown.
El señor Ethier tenía un acuerdo con el Binion’s para incorporar su juego al catálogo del casino. No hay constancia de que otros casinos se interesaran por el formato, aunque sí dio el salto al online, en la red Microgaming.
Mini Tex 3 Card Holdem
Algo más de recorrido ha tenido esta variedad que debutó en el Golden Nugget en 2012 y ha sido replicado por otras dos compañías de creación de juegos. Incluso hay inscrita una patente para su adaptación al online.
Es un híbrido del Texas Hold’em y el 3 Card Poker.
Como en muchas otras variantes, requiere un ante y ofrece la posibilidad de apostar un extra sobre la fuerza de la mano que se obtendrá al final. Los jugadores y el crupier reciben dos cartas tapadas, y se reservan otras tres para el flop.
La gran novedad es que la mano a formar no es la clásica de cinco cartas, sino de tres, como en el 3 Card Poker. Es decir, no existen el poker, las dobles o el full house, ninguna de las combinaciones que requieren cuatro cartas o más. El jugador puede subir la apuesta después de destapar cada una de las dos primeras comunitarias, y finalmente se procede al showdown.
Riverboat Holdem Poker
Este juego, que como su nombre indica se intentó extender por los casinos flotantes del Mississippi, establecía una calificación mínima para la mano del crupier.
El jugador tenía que poner un ante, y cabía la opción de hacer una River bet. Se repartían dos cartas por jugador y otras dos para el crupier. Tocaba decidir si se foldeaba (se perdía el ante, pero no la River bet), hacer un call o raisear hasta el triple del ante. Entonces se descubrían tres comunitarias y se comprobaba la fuerza de la mano del crupier. Para entrar en juego, tenía que ser al menos un rey alto con kicker jota, cualquier mano menor era foldeaba y perdía las apuestas.
En caso de ser más fuerte que un KJ, se comparaba con la mano de los jugadores para el showdown.