La Bobby’s Room del Bellagio de Las Vegas permanece abierta en temporada baja. Y pronto vaa recibir la visita de Gus Hansen.
La sala privada más famosa del poker mundial mantiene la verja subida mucho más allá del ajetreado verano, cuando los jugadores de high stakes abarrotan la ciudad.
En el negociado de los «ballers», la calidad y el interés de las partidas lo marca la voluntad de un grupo de jugadores que deciden montar una partida. A partir de ese momento, en la Bobby’s Room se paran los relojes.
Gus Hansen ha emprendido viaje hacia Las Vegas en busca de una de estas partidas. Ha dejado un mensaje a sus seguidores en Instagram, en el que deja entrever que la partida será larga, intensa y muy, muy cara.
«En el aeropuerto de Copenhaghe. 15 horas de vuelo hacia Las Vegas. Y la pregunta que ronda la cabeza de todo el mundo es: ¿Va a ser este un gran otoño o solo el inicio de un largo, largo invierno?. Os lo haré saber«.
El danés ha aprovechado el trámite de la aduana para enseñar la banca que se lleva a Estados Unidos. En el comentario de la red social, palito para los banqueros, a raíz de la investigación periodísitca que desveló la colaboración de los bancos en una estafa generalizada a las Haciendas públicas en Europa.
«Cuando quiero pasar dinero en efcectivo por la frontera me piden firmar hasta la entrega de mi primogénito con la excusa de prevenir el blanqueo de dinero. Mientras, el responsable del mayor banco de Dinamarca fue testigo del blanqueo de más de 2 millones de dólares y solo mereció que le dijeran «No te vamos a despedir, pero a lo mejor deberías parar». ¡El mundo está loco!«.
Así parte Gus, con un mensaje dramático, fardando de taco y comentando la actualidad periodística. Le ha quedado de cine.
La primera cita que ele espera en Estados Unidos es la grabación del Poker After Dark dedicado a Doyle Brunson, junto a Brian Rast, Bryn Kenney, Scott Seiver y Jungleman. Que el viaje termine igual de redondo.
