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Gus Hansen sigue preparando su vuelta con un bote de 500.000 euros en Rozvadov

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La fórmula que está siguiendo Gus Hansen para rehabilitarse como jugador de high stakes parece seria y efectiva, pero quizá un poco arriesgada.

Sesiones de 14 dí­as gambleando con el dueño del King’s Casino Leon Tsoukernik son una receta extrema para matar el gusanillo del gambling, pero al menos esta vez le ha salido bien y ha logrado combinar el esfuerzo que requiere darlo todo en el fieltro con un aumento del balance de su cuenta bancaria, dos conceptos que no solí­an ir muy unidos en sus últimas aventuras casineras.

El danés llegó a declarar ante los medios que habí­a decidido dejar el poker en 2016 debido a que se habí­a cansado de perder dinero, pero a mediados del año pasado se volvió a dejar ver por el Aria de las Vegas durante la celebración de las WSOP.

En aquellos momentos, Hansen quiso desmentir cualquier interés en volver a dedicarse al poker full time, pero unos meses más tarde, a finales de 2017, el «Gran Danés» se sumó al field del torneo más emblemático de su carrera, el WPT Five Diamond World Poker Classic, en el que logró su primer gran triunfo en el que fue también el primer WPT de la historia.

Hansen quiso hacer acto de presencia en el Bellagio para demostrar que estaba decidido a recuperar la confianza perdida y volver a integrarse en el circuito. Eso sí­, previo reciclaje.

Tengo que redescubrir y reinventar las cosas. Ahora que he jugado el One Drop y algo de poker en el Bellagio en este par de meses, creo que he cogido el ritmo. Probablemente voy a jugar más al poker el año que viene. Hay posibilidades de que me veáis en un par de torneos más.

De la palabra al hecho hay mucho trecho. Hansen no apareció por Bahamas, ni por los Aussie Millions, otro festival emblemático para él. No hubo avistamientos ni en la Ivey’s Room ni la Bobby’s Room en los dí­as posteriores al 5DWPC. Quizá era acelerar demasaido las cosas.

Ante los escépticos -que no se esconda nadie-, Hansen se ha encargado de demostrar que tiene intención de volver a recuperar el ritmo de las high stakes, de las 12 horas seguidas de torneo, de las 24 horas de partidas de cash. Su Instagram ha revivido con fotos de Nicki Jedlicka y Ronny Kaiser, los pros austriacos, que han sido sus principales rivales al Chinese Pineapple durante una visita de 14 dí­as al King’s Casino.

Son las primeras fotos que Gus se saca en una mesa de poker desde junio de 2017, a excepción de una de la bolsa de fichas de su primer dí­a en el WPT antes mencionado. Señal de que ha dejado de sufrir en las mesas, si vuelve a estar de humor para selfies.

La serie de instantáneas con los jóvenes austriacos se corta con la irrupción en la mesa del dueño del King’s Leon Tsoukernik, que se une al grupo. Lo que sigue es un ví­deo bastante mal iluminado de un Gus que nos informa que está de vuelta en Dinamarca, que viene de dos semanas de gambleo non-stop en el que perdió un bote de 500.000€, pero que una vez hechas las cuentas del viaje arroja un saldo positivo de 100.000€. Y que en nada viaja a Viena, a seguir gambleando.

Se gusta. Engola la voz. Lleva el cuello de la camisa erguido.»This is gonna be a great year», sentencia Gus.

Y un gran año será, si en verdad esta de vuelta el Gus baller.

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