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La increíble historia de superación de Vanessa Pacella

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Habitualmente, el poker nos regala momentos que se nos quedan para siempre en la memoria: bluffs increí­bles, riverazos, manos perfectas, bad beats, premios millonarios…

Logros que asaltan con rapidez las primeras planas del poker por su espectacularidad y por su estrecha relación con el juego en sí­.

Esta situación provoca que, al mismo tiempo, se nos escapen otro tipo de historias que no tienen que ver directamente con las cartas, sino con la otra parte fundamental del poker: las personas.

Y este es el caso de Vanessa Pacella, cuya hazaña relató el periodista Brad Willis en el blog de PokerStars.

Vanessa es una chica estadounidense de 45 años, casada y con dos hijas, que el año pasado disputó las World Series of Poker (WSOP®).

Hasta aquí­, todo normal. Sin embargo, se diferenció del resto de jugadores por una particularidad muy importante: padecer un cáncer de mama muy avanzado. De hecho, su enfermedad fue, además de su pasión por el poker, el motivo principal por el que acudió a Las Vegas.

Vanessa no viajó sola, sino que la acompañó su amiga y también enferma de cáncer Nicole Rowe, que se encargó de pagar las entradas de ambas para el 10.000$ Main Event.

La idea con la que las dos se presentaron en el Rio fue concienciar a un mundo tradicionalmente masculino como el poker sobre el cáncer de mama y sobre la importancia de realizar mamografí­as en las mujeres. Vestidas de rosa -color con el que se identifica esta enfermedad-, ambas calaron rápidamente en el resto de jugadores por su personalidad.


Vanessa Pacela, en el Dí­a 1 del Main Event de las WSOP.

Rowe no tuvo suerte en las mesas y cayó eliminada durante la primera jornada, pero el caso de Vanessa fue muy diferente.

Como si el poker le diese fuerzas y le permitiese dejar todo atrás, Pacella logró, aunque con dificultades, superar el Dí­a 1 del Main Event.

Lo primero que hizo tras conseguirlo fue ir a contar su gran hazaña a Nicole, pero la explosión de felicidad se vino abajo en cuanto llegó a la habitación del hotel.

Nicole, que se habí­a marchado del Rio al no encontrarse bien, tení­a fiebre debido a una neumoní­a causada por la medicación contra el cáncer.

«Cuando llegué a la habitación, eran las 00:30 h. A la 1:00 estaba llamando a una ambulancia«, comentó Vanessa al periodista Brad Willis.

Nicole ingresó en el hospital y, para colmo de males, Vanessa no pudo estar junto a su amiga ante la posibilidad de contagiarse y de caer también enferma.

Sola en Las Vegas, Pacella decidió volver al Rio para continuar con lo que habí­a empezado. Si el primer dí­a habí­a aparecido sin pelo a causa de la quimioterapia, en la segunda jornada Vanessa irrumpió en el casino con la peluca rosa de su amiga Nicole, que le dio todaví­a más fuerzas.

Mejoró su stack conforme avanzó el Dí­a 2 hasta llegar a doblar sus fichas y clasificarse para el Dí­a 3.


Vanessa Pacela, vestida con la peluca de su amiga Nicole en el Dí­a 2.

«Me sentí­ intimidada porque hay una gran cantidad de jugadores profesionales. Creo que ser mujer tiene sus ventajas, porque los hombres menosprecian nuestras habilidades con las cartas», explicó.

Por desgracia, Vanessa cayó eliminada en la tercera jornada, pero poco le importó.

Tanto ella como Nicole habí­an conseguido llegar al corazón de Las Vegas y concienciar a todo el mundo del poker sobre el cáncer de mama y la facilidad de prevenirlo. Además, habí­an disfrutado de su gran pasión en la mejor competición del planeta.

Cuenta Brad Willis que ambas dijeron adiós al Main Event con la promesa de regresar en el 2015. Pero eso será imposible.

Vanessa Pacella falleció el pasado lunes 11 de mayo en su casa, después de pasar el Dí­a de la Madre en Estados Unidos con su marido y sus hijas y de luchar hasta el final.

Nicole, que dijo que ambas eran como «hermanas de alma en esta lucha», continuará ahora peleando por vencer al cáncer de mama sin la compañí­a de su gran amiga.

Descansa en paz, Vanessa Pacella. Eres un ejemplo para todos.