El último festival organizado por partypoker LIVE, el UK Poker Championships, terminó con la victoria de Christopher Brice en el Main Event y un pacto a cuatro que determinó el reparto del dinero en el High Roller de 2.200 libras, con victoria final de Jake Cody.
En una crónica normal destacaríamos las 98 entradas vendidas, de las que 18 eran recompras. También la mesa final oficiosa conseguida por Manuel Bardón, eliminado en novena posición con un premio de 5.200 libras. Probablemente, mostraríamos el reparto final de premios entre los cuatro protagonistas del pacto. Sería algo así.
- Jake Cody 42.670-£*
- Ben Longstaff 44.220-£*
- Martin Olali 43.225-£*
- Andrew Garland 37.105-£*
Se podría coemtar brevemente lo larga que fue la burbuja, unas dos horas, y quizá analizar un poco las estrategias que se pusieron en marcha gracias a ello. Cody hizo un buen trabajo abusando del stack y la fold equity en esta fase del juego. Luego, en la mesa final, le tiraron bastantes cartas y el británico dio una pequeña exhibición hasta que quedaron cuatro jugadores.
Cody renunció a pactar, pero Andrew Garland consiguió ganarle un all-in y bajarle los pies a la tierra. El tema del reparto de premios resurgió y esta vez hubo acuerdo. Hay que agradecer a los cuatro firmantes del pacto que siguieron jugando con todo su empeño por un premio extra de 7.000 libras y el trofeo. Cody volvió a sobresalir y consiguió recuperar la cabeza de la tabla, puesto de privilegio desde el que aseguró el triunfo.
Una lectura amena, ligerita. Muy digerible.
Pero la cosa no acabó así. Jake Cody no encontró mejor manera de celebrar su primer triunfo en el circuito internacional en los últimos tres años que, rodeado de su vociferante raíl, avanzar en procesión hasta la ruleta, previo paso por el cajero para cobrar el premio.
El campeón del EPT se apostó todo el premio al negro. Hasta tuvo el discutible detalle de poner el trofeo sobre el paño, coronando la montaña de fichas. Rob Yong, el dueño del casino, acompañó a la comitiva y estuvo bromeando con Cody mientras se preparaba la tirada. Jake y su cohorte le convencieron para que fuera el propio Yong el que hiciera rodar la bola. Y entonces se puso a prueba la extendida teoría sobre el karma y el poker.
22 negro. Premio doble tras un flip en el que la casa tenía un 4% de ventaja preflop.
Tiene un puntito de poesía que durante la celebración por su hábil jugada en la ruleta, el parche que asciende a Cody a embajador del poker acabó tirado por el suelo y pisoteado; aunque, bueno, muchos opinan que este el el espíritu que su patrocinador desearía ver florecer en todos sus clientes. Probablemente no se lo tengan en cuenta.
Valga de atenuante que varios miembros de la mesa final rechazaron la invitación de Cody a un lingotazo de tequila cuando se rompió la burbuja y el británico tuvo que dar cuenta de las bebidas que le mandaron de vuelta. El alcohol tuvo una gran presencia durante todo el desarrollo de la partida y la dirección del torneo tuvo que poner orden en el jolgorio que se formó en el raíl varias veces durante las últimas órbitas del torneo. Así se entiende un poco más la reacción de Cody a su triunfo. Ya se sabe, el ambiente, la presión social, para qué me pasean por delante de la ruleta si saben cómo me pongo… En fin.
Para quien solo vea risas y diversión en este vídeo, no pierdas de vista a Yong después de comprobar que la bola ha caído en el 22 negro, y cómo se alegra por haber hecho feliz a su cliente y camarada de las mesas de poker. Es lo que tiene el juego.
