La foto de Bryn Kenney ha desaparecido de la galería de jugadores profesionales patrocinados por GGPoker.
Su caricatura aún nos recibe cuando abrimos el cliente del software de la sala asiática, pero en F5Poker han estado raudos y han solicitado confirmación de la ruptura del contrato a los representantes de la empresa. La respuesta fue afirmativa.
«Le deseamos todo lo mejor en el futuro«.
El fichaje del norteamericano fue el primer gran paso que dio GGPoker en su campaña de publicidad para abrirse un mercado en Occidente. Bryn fue presentado como una importante adición al equipo de trabajo que se iba a ocupar de la creación del lobby y de la relación con los jugadores, y la sala bautizó con su nombre los primeros High Rollers que introdujeron en su menúde torneos.
El acuerdo se hizo oficial en marzo de 2018, de manera sorpresiva, pues Kenney siempre fue una presa cotizada por los equipos de marketing, mucho antes de que se convirtiera en el número uno de la lista de ganancias en vivo. Cotizada, pero no accesible. Nunca aceptó ninguna de las múltiples ofertas que tuvo, hasta que llegó GGPoker.
Puede haber muchos factores detrás del fin de esta colaboración, y aquella victoria en Triton Million Charity que le aupó a lo alto de la lista de premios puede tener algo que ver. Desde que dejó atrás a Justin Bonomo y Daniel Negreanu, Kenney empezó a deslizar en sus entrevistas el mensaje de que se había pasado el juego y que se sentía tentado a centrarse en otras facetas, como la empresarial, y a encontrar la manera de emplear todo el dinero que había logrado ganar en el poker de una mforma más solidaria.
Tampoco hay que descartar que la crisis sanitaria haya distanciado a Bryn del poker, pues lleva algo así como seis meses sin jugar en GGPoker, donde ni siquiera estuvo presente en las WSOP online. Tampoco ha estado activo en redes sociales, aunque su único mensaje en todo este tiempo desactiva un poco las alarmas sobre su retirada. Se conectó el 19 de octubre para compartir con sus seguidores el deseo de tomar el relevo de Phil Hellmuth o Antonio Esfandiari en el caso de que cualquiera de los dos dejara una silla libre en el programa de Poker Central High Stakes Duel.
Acaba así el periplo de Bryn Kenney en el poker esponsorizado, al menos por el momento. Solo esperemos que no vaya más allá, y que el estadounidense vualva al circuito cuando los casinos reabran sus puertas tras la pandemia.
