Phil Hellmuth ha revelado en una reciente entrevista que durante un tiempo existió una especie de sociedad secreta de jugadores de poker. No creo que alcanzase la sofistificación de los masones, pero seguro que también tenán sus ritos y excentricidades. Tendría bastante gracia ver a Negrenau, Ivey, Hellmuth y compañía encapuchados y reunidos en algún algún lugar oscuro, aunque no creo que ese fuese su estilo.
Sobre quiénes formaban parte o qué había que hacer para entrar nada se sabe, pero si su intención era ejercer cierta influencia en la industria parece lógico pensar que sólo tenían cabida los más poderosos.
«Durante años hemos tenido un consejo de jugadores para tratar ciertos asuntos, pero la noticia se hizo pública y lo dejamos».
A Hellmuth se le escapó casi sin querer. Estaba hablando de las WSOP-APAC® como unas Series B cuyos brazaletes no deberían contar lo mismo que las series de Las Vegas o las de Europa. Ya dijo esto en alguna ocasión y Daniel Negreanu le contradijo rápidamente. Cómo se nota quién ganó el Main Event de las WSOP-APAC y quién no.
«Hay que decidir qué torneos son importantes y cuáles no», dijo Hellmuth. Lo que quiere es que exista un consejo de jugadores para decidir este tipo de cosas. Hellmuth quiere mandar y está demasiado preocupado por lo que vaya a quedar registrado en los libros de historia y lo que no. Al margen de que pueda tener razón en algunas cosas, habría que ver si le parecería igual de buena la idea de un consejo del que él no formase parte.
Otra de sus cruzadas es contra los high rollers. Cree que no deberían repartir brazaletes y que no deberían contar para las distintas clasificaciones a Player of The year. «Sólo unos pocos jugadores pueden participar. Habría que convertirlo en un concurso de habilidad sobre quién es mejor recaudando el dinero para jugar y no sobre quién es mejor para jugar».
Tiene bastante razón y los de Bluff Magazine ya le han hecho caso separándolos en dos clasificaciones distintas. Lo de un consejo de jugadores podría funcionar sobre el papel, pero al final estaría tan codicionado por los interesesde unos y otros, como todo. Ya existe un consejo de mandamases de la industria. íse no es el problema. El problema que tiene Hellmuth es que a él no le hacen caso.