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¿Qué hay detrás de los asombrosos resultados del poker israelí?

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Para un aficionado, es fácil reconocer los paí­ses que han dominado el circuito desde sus modestos inicios. El G7 del poker mundial está compuesto por Estados Unidos, Canadá, Francia, Australia, Reino Unido, Alemania y Rusia.

Coincide que estos paí­ses han sido los más exitosos en las World Series of Poker, que como todo el mundo sabe son el escaparate más vistoso tanto para el poker de torneos como para sus jugadores.

Puestos a seguir enumerando los candidatos más probables a suceder a la élite del poker mundial en la lista de paí­ses con más brazaletes, las respuestas más lógicas parecen ser naciones como España, Italia o Suecia, que han demostrado tener comunidades muy potentes en la escena del poker mundial.

Muy pocas, contadí­simas personas acertarí­an con el siguiente paí­s en la tabla, que no es otro que Israel, con 12 brazaletes. Los pocos que lanzarí­an al aire la respuesta correcta, probablemente lo harí­an influenciados por los recientes éxitos de la cantera hebrea, que está asombrando a propios y a extraños.

Los israelí­es han tenido sus pioneros, jugadores hechos a sí­ mismos o criados en el poker foráneo, como en España tuvimos a Mortensen. El jugador de high stakes Rafael Amit o el pro de Las Vegas Amir Lehavot abrieron el marcador de pulseras por su cuenta y riesgo a inicios de esta década. Ilan Boujenah, establecido en Francia, consiguió cierto renombre continental hace un lustro, sobre todo en EPTs. No obstante, Israel debe la rebosante salud de su palmarés a una nueva generación de jugadores que ha sumado media docena de victorias en los útlimos dos años.

El asombro por el súbito dominio israelí­ alcanzó su cota máxima en las World Series of Europe jugadas hace unas semanas. Liderados por Timur Margolin, que ya ganó un brazalete este verano en las Vegas, el equipo hebreo se hizo con tres de los cinco primeros eventos del festival, a los que luego sumarí­an tres paralelos más de diverso buy-in. Tanto Margolin como Asi Moshe se han convertido en campeones en un plazo de 24 meses, y otros compañeros como Idan Raviv, Shai Zurr, Tamir Segal y Ben Maya han tocado oro en los últimos cuatro años.

Varios de estos jugadores tienen en común su relación en mayor medida con un centro de estudios llamado la Academia de Poker Israelí­, la IPA. Stas Tishkevich «stasia42» es uno de sus co-fundadores y también entrenador.Robbie Strazynski, el máximo responsable de Cardplayer Lifestyle le ha entrevistado para comprender, de su mano, cual es el secreto de la pujanza del poker israelí­.

Sí­, en Rozvadov vimos triunfar a dos profesionales, Timur Margolin y Asi Moshe, y a un jugador recreacional, Tamir Segal. En la Battle of Malta del año pasado, de los nueve jugadores de la mesa final cuatro eran israelí­es, y tres de ellos eran alumnos de la IPA.

Creo que los israelí­es somos muy buenos en torneos, y bastante más flojos en cash. Tenemos mucho potencial para llegar a ser muy grandes en el poker. No hacemos prisioneros. Nos da igual tener enfrente a Phil Ivey

Ya somos el paí­s número uno en brazaletes per cápita. Imagina a lo que podrí­amos llegar si se llega a legalizar el poker en Israel, si empezamos a organizar grandes torneos, cuánta gente más se acercarí­a a este juego«.

Pues sí­, el poker en Israel no es siquiera legal.

Según Stas, esto no es obstáculo para su popularidad. Los torneos celebrados en le paí­s no pueden siquiera entregar premios en metálico, pero eso no frena su crecimiento.

El poker es muy, muy popular en Israel. Ens muy difí­cil hacerse una idea. Todo el mundo juega, todo el mundo. Hemos montado una campaña para que se regule, y uno podrí­a pensar que nos í­bamos a encontrar mucha oposición, Pero es que todos juegan. Si no juega el ministro, lo hace su asistente. Y el Texas Hold’em no ha hecho más que comenzar en Israel. Se conoce en el paí­s desde hace solo unos siete años, así­ que hay mucho espacio para el crecimiento.

La Academia surgió en 2014, un año después de que Stas empezara a compartir lo aprendido en una década jugando al poker online.

En 2013 empecé a dar clases en privado, en persona y a través de Skype, sobre todo a israelí­es. Entendí­ que necesitaba una fuente de ingresos menos sujeta a la varianza. Iba a tener a mi hijo, otra boca que alimentar. También comprendí­ que el poker afectaba mucho a mi humor. Si me iba mal en las sesiones, me convertí­a en una persona diferente y eso no casa bien con un joven a punto de ser padre.

La gente vení­a a mi casa, jugaba y yo les revisaba su estrategia. Les guiaba con material teórico y me iba muy bien. Al poco tiempo, empecé a dar clases en Pokerstrategy. También empecé a aceptar alumnos extranjeros.

Me reservé cuatro horas semanales para dar coachs privados, y se llenaban de inmediato. Así­ que pensé, por qué no aceptar dos alumnos a la vez, o cuatro… ¿por qué no 10?

Contacté con varios jugadores, y Eyal Eshkar acabó convirtiéndose en mi socio para la fundación de la Academia. Encontramos un sitio en Tel Aviv que daba clases de inversión en Bolsa, y les alquilamos una pequeña aula. La primera promoción fue un éxito.

Uno de nuestros primeros alumnos fue Eyal Simhon. Eyal es un jugador de mucho éxito. Tiene dos anillos del WSOP Circuit, unos resultados de locura, y además es de los mejores tipos del circuito. Se pone disfraces para ir a los torneos, sombreros estrafalarios y hace que todo el mundo se acabe riendo en su mesa.

Empezamos con 25 jugadores por curso, y solo un curso a la vez. Un par de sesiones al mes. Luego subimos a 50, a 100… A finales de 2014 alcanzamos los 400 estudiantes.

Cuando alcanzamos el punto en que decidimos abrir dos clases cada mes, tuvimos que buscar un sitio más grande. En 2016 nos trasladamos al Seminar Hakibbutzim, un sitio en el que puedes alquilar diversas aulas. Ya dábamos clase casi todos los dí­as de la semana. Los únicos instructores éramos Eyal Eshkar, Gilad Aroch y yo.

Según fuimos creciendo, el nivel teórico de los cursos fue bajando. Empezamos con estudiantes muy avanzados, a los que no habí­a que explicarles lo que era la fold equity, por ejemplo. Pero al irse sumando nuevos alumnos, a veces perdí­amos demasiado tiempo explicando conceptos que eran bastante básicos. Así­ que dividimos el programa en dos grados.

En marzo cumpliremos cinco años. Han pasado por la Academia 2.200 estudiantes, y ahora ofrecemos cuatro cursos principales. El primer grado es sobretodo juego postflop. El curso avanzado profundiza más en el preflop, y tenemos doctorados en MTTs y cash, lo que decidas aprender. También damos cursos cortos sobre psicologí­a, tells y otros temas variados y complementarios a los principales.

Tenemos un alumnado muy diverso. Van de los 18 a los 70 años, y un 15% son mujeres. La gran mayorí­a de nuestros estudiantes juegan en partidas caseras o en ligas de torneos que se montan en bares y sitios así­. En esos torneos no cobras dinero, ganas premios. Solo quieren mejorar, dejar de perder y que sus amigos no se puedan burlar de ellos. Otros solo buscan la oportunidad de hacer amistades. Aunquie también hay alumnos que tienen la ilusión de llegar a ser pros, claro.

Cuando arrancamos, solo intentábamos formar a pros. Ahora ofrecemos una experiencia, somos como un club.

Dar las clases en vivo les permite emplear técnicas novedosas. Por ejemplo, pueden hacer que sus alumnos jueguen una mano y al final, con las cartas vistas, un instructor explica a toda la mesa cuáles deberí­an haber sido las lí­neas de pensamiento de cada jugador en esa mano en concreto. Además, tiene el valor añadido de crear un excelente ambiente para la diversión y el aprendizaje, sea cual sea el interés principal de cada asistente.

Con ese enfoque, el circuito también gana, en general.

Gana en potenciales clientes y, sobre todo, en la afluencia de jugadores con un acercamiento muy sano al poker y a su aspecto social, el aspecto que más ha sufrido en los últimos años de evolución del juego en vivo.

En lo que perdemos todos es en que a los israelí­es parecen que esto del poker se les da bien.

Se les da muy, muy bien.

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