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Un club de poker de Houston sustituye el rake por anuncios ¿Llega una revolución?

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La discusión sobre la viabilidad de una sala de poker sin rake ha sido, durante los últimos años, poco más que un juego de salón.

Los proponentes de la búsqueda de ingresos alternativos para evitar al jugador cargar con el 100% de ltrabajo de mantener la sala lo tení­an complicado en estas charlas. Sus oponentes siempre escondí­an en la en la manga un argumento irrebatible: el coste de mantenimiento de una sala de poker se le escapa a los jugadores, pero es enorme.

Carí­simas licencias, elevados costes de mantenimiento del software, los cargos de los procesadores de pagos a los depósitos y a las retiradas, la inversión en seguridad tanto de las cuentas como de las partidas… Eso es lo que paga el rake, además de los beneficios de las empresas, y no hay manera de encontrar los ingresos extraque los cubran con el tipo de tráfico que tiene una sala.

Las alternativas al rake que más se han estudiado son los anuncios y la subscripción. En teorí­a, el público de las salas de poker no es significativo para las industrias de marketing, y las subscripciones no dejan de ser otra forma de rake, que además exigirí­a poner tarifas prohibitivas.

El argumento que nunca se utiliza, pero que es igual de definitivo, es que las salas tienen en el rake un modelo comodí­simo de financiación que a la inmensa mayorí­a de jugadores recreacionales les importa un bledo. No hay ningún aliciente para eliminarlo. Muchos de los que son conscientes de su impacto agradecen que se invierta parte de él en promociones y valores añadidos -como extras para garantizados y similares- y hay alternativas para tranquilizar a los que están verdaderamente preocupados por el tema, como el rakeback directo. De hecho, el paulatino descenso del rakeback a los profesionales es la muestra más clara de que a la industria no le interesa los más mí­nimo suavizar el impacto del rake en la banca de sus clientes.

Todos los experimentos para eliminar el rake han acabado siendo insostenibles, o incluso puras estafas.

Los más veteranos recordarán la sala WSEX, que abrió a mediados de la pasada década. El juego más extendido era aún el limit, y la sala decidió renunciar al rake porque querí­a atraer al público del poker y conseguir clientela que utilizara posteriormente su sección de apuestas deportivas, que era su fuerte -mira, el modelo de negocio que se está extendiendo últimamente, solo que ahora quieren exprimirte en todos las modalidades del juego online-.

Muchos de los jugadores que frecuentaban los foros por aquella época encontraron muchí­simas dificultades para ser ganadores en WSEX. Poco a poco se fue despoblando, aunque le llegó el cierre abruptamente por acusaciones de estafa y amaño de sus apuestas, algo que no extrañó a quienes se quejaban de la existencia de «meigas» en su software.

ZeroRake fue el primer sitio web que optó por el modelo de subscripción. El rake fue sustituido por un pago mensual. En pocos meses, la competitiva cuota inicial se incrementó exponencialmente. Aunque se mantuvo como alternativa la posibilidad de apuntarse gratuitamente y pagar rake, el modelo de la sala no despertó ningún interés y cerró por falta de jugadores.

En realidad, las únicas opciones de jugar con rake gratis que han funcionado en algún momento en la industria han sido los formatos «cebo» que alguna de las salas más importantes han puesto en el lobby para atraer a nuevos clientes, como los famosos torneos multimesa de microlí­mites de Full Tilt o Pokerstars, pero que son una parte minúscula de la oferta de una sala.

Se ha necesitado el obstáculo de una legislación intransigente y la resolución de un vericueto legal sobre financiación de pequeñas empresas para que haya surgido un modelo práctico de poker sin rake en Houston (Estados Unidos). Se trata de un club de poker en vivo, el FreeRolls Poker Club, que ha optado por un hí­brido de suscripción, autofinanciación y, por primera vez, publicidad en las mesas.

En Texas está prohibido el poker en todas sus formas, siempre que sea explotado como negocio por cualquier empresa o particular. Eso quiere decir que está prohibido cobrar rake o incluso que los crupieres cobren propinas. Cualquier tipo de ingreso directo derivado del poker puede derivar en el cierre de un negocio.

Para más inri, el regulador financiero poní­a muchas trabas a la publicidad y a las maneras en que una pequeña empresa podí­a conseguir inversiones, pero eso ha cambiado gracias a la aprobación de la JOBS Act, una ley que ahora permite la oferta pública de inversiones y el crowfunding bajo ciertas premisas.

En este extraño caldo de cultivo, ha surgido en el estado una floreciente comunidad de jugadores en vivo que se reúnen a jugar en clubes de poker que retuercen la legalidad hasta la duda razonable. El Freerolls Poker Club se ha convertido rápidamente en el más floreciente, gracias a su particular filosofí­a de negocio. Tanto ha crecido, que el próximo septiembre será sede de una parada del circuito WPT Deepstacks.

El Freerolls Poker Club utiliza como fuentes de ingresos el modelo de suscripción, la microinversión -que esperan reforzar cuando conviertan su marca en una cadena de negocios a nivel estatal o incluso nacuional- y, por primera vez a nivel global, la venta de espacios publicitarios para la difusión de anuncios directamente en la mesa. «Fue una de esas epifaní­as que te vienen en la ducha. Me dije a mí­ mismo, por qué devanarnos los sesos en como conseguir dinero de nuestros miembros, pudiendo intentar ganar dinero gracias a nuestros miembros», le comentó el director de negocios de Freerolls Trent Daniels a Pokernews.

Privados de la cómoda solución del rake por ley, los gestores del Freerolls Poker Club se han visto obligados a estudiar seriamente la alternativa de los anuncios en las mesas, y han descubierto que el público del poker es una audiencia con mercado. Solo ha hecho falta trazar un plan de implantación desde la modestia, a nivel local, y con una técnica innovadora que haga atractiva la oferta para las empresas.

Nuestro historial como trabajadores del sector del márketing y las relaciones públicas nos calificó para concluir que el valor real de tener a un montón de gente sentados durante horas en nuestro club es que son una audiencia totalmente cautiva y de ahí­ surgió al idea de integrar anuncios en las mesas.

No podemos divulgar los detalles sobre cómo somos capaces de insertar anuncios en las mesas, pero sí­ que puedo decir que nuestra sociedad con los servicios en la nube de Amazon han convertido el proceso en una práctica efectiva a nivel de costes, totalmente optimizada y fácilmente expandible.

Algo que puedo divulgar es que estamos trabajando en un nuevo software que nos permitirá ofrecer anuncios personalizados según el perfil de nuestros miembros. Esperamos lanzar este programa para la visita del WPT Deepstacks. Desde el punto de vista de nuestros inversores, es una noticia emocionante porque podremos aumentar las tarifas por anuncios.

Por ahora tenemos acuerdos con 35 empresas de la ciudad de Houston, que esperamos que sean unas 100 de aquí­ a septiembre. Una vez tengamos datos fiables sobre nuestro tráfico, buscaremos conseguir acuerdos con empresas de ámbito estatal o nacional.

Es posible que se haya alcanzado el nivel técnico suficiente para que la publicidad se convierta en una fuente de ingresos eficiente y versátil para el poker en vivo. Con más razón deberí­a serlo para el poker online -aunque existen problemas inherentes a la Red, como el uso extendido de bloqueadores de publicidad-. Pero eso no será lo que nos gane la batalla contra el rake.

El caso que nos ocupa ha surgido a causa de obligaciones legales. Si una empresa que puede permitirse cobrar rake encuentra viable la venta de espacios publicitarios, la verdadera batalla será hacer que utilice esos ingresos extra para compensar lo que nos cobran por jugar, porque en la mente de los gestores de las salas siempre habita la duda: ¿Por qué no todo para mí­?.

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