Ayer, AZARplus publicó la esperada entrevista a Juan Espinosa, actual Director General de Ordenación del Juego. En ella, el regulador confirmó que la liquidez compartida llegará a mediados de 2017.
La noticia fue como un rayo de esperanza para la maltrecha comunidad del poker, que espera como agua de mayo la unificación de mercados.
Hoy, navegando por Internet, he encontrado un artículo publicado el pasado jueves en eldiario.es, en el que reaparece en escena Carlos Hernández, el precedesor de Espinosa al frente de la DGOJ.
El artículo tiene un título muy sugerente: «El poker online se morirá si la inteligencia artificial no lo mata antes». Hernández habla sobre la cuestión de la legalidad o no de los bots de poker. No obstante, no se queda ahí, sino que trata otros temas de mayor interés, como la tendencia a la profesionalización del poker o la liquidez internacional.
Hernández, que tras su paso por la política, es socio del despacho de abogados Rousaud Costas Durán, afirma que «en los últimos años, la tendencia del poker ha ido hacia la profesionalización que, inevitablemente, atrae a un tipo de jugador centrado en el beneficio econónimo en vez de en la idea original de jugar y pasar el rato. Ese es el gran problema o el gran elemento que afecta a la evolución del poker como juego«.
En cuanto al tema de la liquidez internacional, Hernández piensa que «es una medida favorecedora para aquellos jugadores que son muy buenos, hasta que aparezca otro más bueno, pero no es una medida favorecedora para atraer más cientes». Y añade: «Las regulaciones tradicionales del juego se fundamentan en un axioma absolutamente erróneo, que es poner puertas al campo. Todavía regulamos la web como si pensáramos en un territorio físico, es decir, aquí aún hay una brecha entre las generaciones que regulan y las generaciones que desarrollan la actividad regulada».
Y en relación con la inminencia de la unificación de mercados, dice: «Estoy convencido de que en los próximos años se van a dar pasos, no sé si al estilo inglés o de forma compartida con Italia o Francia».
Hernández cree que la liquidez internacional llegará en esta legislatura, aunque avisa: «El matiz es que no necesariamente una liquidez internacional arreglaría la tendencia, aunque quién sabe«.
Afortunadamente, el tiempo de Hernández ya pasó. Ahora nos toca confiar en que Juan Espinosa y su equipo de la DGOJ cumplan con su compromiso de promover la liquidez compartida para mediados de año.
A día de hoy, no podemos saber si la unificación de mercados será la solución para la decadencia del sector en España. No obstante, seguro que será mejor que seguir durante más tiempo en nuestro actual «corralito«.
GL us!
