La legislación sobre el juego online en los Países Bajos no ha tenido un rumbo claro hasta 2019.
El poker online, por ley y sobre el papel, está prohibido. Lisa y llanamente. En buena lógica, el casino estatal, Holland Casino, no tiene oferta online.
Lo que provocaba esta situación era un continuo juego del gato y el ratón entre las autoridades y el mercado gris, que tenía totalmente integrados a los jugadores holandeses. Algunos, muy conocidos, llegaron a ser Team Pros en diversas salas, como Lex Veldhuis, o Noah Boeken.
El estado dejaba de ingresar mucho dinero por una actividad evidente, y no quería dejar desemparados a los jugadores bloqueando a los operadores más solventes y seguros, sin oferta estatal para acogerlos. Esto provocó una especie de «entendimiento» entre la comunidad de jugadores del poker online y el gobierno. Los jugadores pagaban una tasa del 29% como declaración voluntaria de ingresos y el estado se limitaba a perseguir a quienes incumplían este pacto de caballeros.
Hace unos años, un abogado holandés aceptó la representación de un número considerable de jugadores a los que el fisco holandés reclamaba grandes cantidades de dinero en concepto de impuestos por los ingresos en el poker online, concretamente en Pokerstars. Algunos de los mayores grindes de Holanda debían estar en la lista, pues se rumoreó que entre el centenar de acusados alguno se enfrentaba a la demanda de cantidades superiores a los 400.000€.
El litigio llegó a los tribunales. Las partes enfocaron la discusión más allá de la legalidad o ilegalidad de la actividad. El gobierno holandés argumentó que Pokerstars tiene su base en la Isla de Man, un territorio que está fuera de los límites de la Unón Europea. Los jueces comprobaron que la licencia, los servidores y el grueso de las operaciones situaban la base de operaciones de Pokerstars.eu en Malta, miembro de pleno derecho de la UE. Por tanto, ya que Pokerstars cumplía con sus obligaciones fiscales en Malta, los Países Bajos no tenían base para imponer cargas fiscales a los jugadores.
La sentencia tuvo consecuencias inmediatas. Pokerstars movió a todos sus clientes holandeses a la sala «.eu» y envió correos a los jugadores explicando que no tenían que pagar impuestos. Por su parte, las autoridades cambiaron de objetivo y enfocaron su sistema de vigilancia en los operadores, que sufrieron una ola de severas multas. Además, se acogieron a su derecho de apelación al máximo tribunal del país, por lo que la sentencia no era firme aún.
Ahora, el Supremo ha ratificado la sentencia a favor de los jugadores.
Los Países Bajos regularon el juego online en 2019, y se vengaron de los operadores «rebeldes» con una prohibición para solicitar licencia a todas aquellas empresas que accedieran al mercado holandés «con un marketing dirigido directamente a los jugadores holandeses» -aquí cabe dar soporte en el idioma local e incluso permitir la traducción del lobby al holandés-, en un plazo de dos años previos al estudio de la solicitud de la licencia.
La ley, que pretendía entrar en vigor en julio de 2020, va por su tercer retraso, ahora prevista para primavera de 2021. Habrá un periodo de seis meses para la solicitud y aprobación de licencias, y luego habrá una apertura simultánea del mercado. Lo más normal es que los operadores que se retiraron del mercado holandés o que adaptaron sus ofertas para excluir directamente a los jugadores de ese país no tengan problema en aplicar para obtener una licencia.
Los jugadores que abran cuenta en un operador local con acceso a un mercado «.eu», si finalmente eso está permitido, no tendrán que pagar impuestos por jugar.