Tras el varapalo que sufrió Madrid con Eurovegas, parece que BCN World va a salir adelante. Ayer se aprobó en el Parlament de Catalunya la ley que posibilita la construcción del complejo de ocio y juego.
La principal novedad es que los impuestos sobre el juego se han rebajado del 55% al 10%, una condición que el grupo Veremonte ponía como imprescindible para no llevarse el complejo a otro lugar.
Los puntos clave de la ley: impuestos, instalación de casinos y máquinas de juego, urbanismo y el permiso a los casinos para conceder crédito a los jugadores han salido adelante con el voto a favor de CiU y el PSC y con la abstención del PP. Ahora lo que queda es que el Ayuntamiento de Barcelona dé el visto bueno para usar la marca Barcelona en el nombre del complejo.
Está previsto que la construcción comience antes de que acabe el año y que la primera fase del complejo esté abierta en 2017. El coste de esta primera fase será de 783 millones y será financiado un 50% por el grupo Veremonte y un 50% por la banca asiática. La construcción del complejo se hará en 6 fases y generará 17.000 empleos. Cuando BCN World esté acabado y en marcha dará empleo directo a 30.000 personas.
Cada una de las 6 fases de construcción equivale a un resort, que tendrá un casino y diversas zonas de ocio, aunque ya no serán temáticos, tal y como estaba previsto hasta ahora. En la primera fase se construirán dos hoteles Melií , un teatro, un casino del grupo chino Melco y una zona comercial a cargo de Value Retail.
Las obras tendrán lugar en Tarragona, entre Vila-Seca y Salou, y se espera que la proximidad con otros centros de ocio como Port Aventura o el parque temático de Ferrari pueda favorecer la afluencia de visitantes. Además, Hard Rock Cafe construirá en el complejo su mayor establecimiento en Europa.
Parece que la cosa está encaminada, pero hay que ser cautos y esperar a que pongan la primera piedra para creérnoslo de verdad.
