El Aria va a borrar el nombre de Phil Ivey de la puerta de su sala más exclusiva de high stakes.
A partir de ahora, el sitio de reunión preferido por los VIPs del Aria será conocido como «Mesa 1».
Es una decisión que, a tenor de lo que explica el director de poker del Aria Sean McCormack a CardPlayer, es producto del contacto diario con los clientes.
«Pensamos que era hora de renombrar la habitación. La idea de llamarla Mesa 1 proviene de nuestra relaciónes públicas. Le sienta a la perfección porque un montón de jugadores la venían llamando así desde hace un tiempo. La gente llegaba y nos preguntaba si había partida en la mesa 1.
Nada dura para siempre. Por supuesto, Phil sigue siendo un magnífico jugador y sigue teniendo mucha relevancia en el poker pero creemos que era hora de cambiar de nombre«.
Eres muy libre de aceptar las explicaciones de McCormack, pero antes de eso hay que adoptar cierta perspectiva sobre este asunto.
No todas las partidas de high stakes de Las Vegas se juegan en el Aria. Ni siquiera las mayores. El Aria es un casino emergente que ha logrado recabar tráfico de high stakes con sus torneos High Roller y el cariño que le ha puesto a su poker room, pero no son los pioneros.
Las partidas más míticas de high stakes de Las Vegas se jugaban en el Bellagio, que aún mantiene la hegemonía de las high stakes de juegos mixtos. Este casino tenía una habitación reservada a sus clientes más especiales, y un afortunado día decidieron bautizarla con el nombre de uno de sus clientes más respetados y admirados.
Recibió un nuevo letrero, «Bobby’s Room», que sirve de homenaje y recuerdo a Bobby Baldwin, un jugador de excelente carácter y mejor reputación.
Cuando el Aria empezó a servir de sede a partidas comparables a las del Bellagio, quisieron buscar su propio emblema. Corría el año 2010, una nueva era del poker, mucho más mediática. Eligieron la figura de Phil Ivey, un jugador universalmente reconocido, para ponerle nombre al nuevo santuario de las high stakes.
El nombre de la «Ivey’s Room» no tardó en generar polémica, con las contradictorias informaciones que rodearon el desenlace del Black Friday.
Ivey, al principio, fue retratado como el paladín de los jugadores, con su renuncia voluntaria a jugar las WSOP si no se devolvía el dinero a los clientes de Full Tilt Poker y los rumores sobre el comprador que había encontrado para la sala. Más tarde, Diamond Flush y el sumario de su escandaloso divorcio sacaron a la luz información que contaba una plícula muy distinta, con ingresos mensuales de seis cifras mientras se agravaban los problemas para hacer frente a las retiradas de los clientes.
Se empezó a poner en solfa la conveniencia de mantener el nombre del salón, pero la «Ivey’s Room» sobrevivió a la polémica.
Sin embargo, el último escándalo de Phil Ivey afecta directamente al Aria. El jugador se vio envuelto en una batalla judicial contra varios casinos en los que ganó millones usando una técnica que le permitía apostar al bacarrat con ventaja, como pronto veremos en el cine. Uno de esos casino fue el Borgata de Atlantic City.
El Borgata le ganó el juicio a Ivey, que ha sido condenado a devolcver 10.000.000$. El californiano está poniendo dificultadoes para saldar la deuda, y el Borgata ha tenido que buscar amparo judicial para intentar cobrar.
El dueño del Borgata es MGM Resorts que, casualmente, es también la empresa que gestiona el Aria en Las Vegas.
Ahora ya puedes decidir si la «Ivey’s Room» cambia de nombre porque a todo el mundo se le ocurría llamarle la «mesa 1», o si hay aguna otra razón. Que igual la hay,
