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El nit que inventó los retos en el poker

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En muchas ocasiones, el destino del primer depósito de un jugador, más que de la habilidad en el juego, ha dependido de lo mucho que tardara ese novato en toparse en un foro o una página web con las palabras «gestión del bankroll«.

Restringirse a uno mismo el acceso a niveles superiores o renunciar a comprar una entrada de torneo que equivale a media banca es antagónico a la búsqueda de diversión y emoción que empuja a una persona a invertir dinero en un hobby.

Sin embargo, el cuidado de la banca es una disciplina esencial para aquellos que pretenden abrirse paso en el poker con poco presupuesto o que aspiran al menos a autofinanciarse su afición. Assopoker ha desenterrado hoy uno de los primeros métodos de gestión que se hizo viral entre la comunidad del poker, «The Stairway to High Stakes», un gráfico creado en 2007 por dos colaboradores de CardRunners «JimmyRare» e «INSPIRON», que aunque no fue pionero, sí­ es un reflejo perfecto de la época más dulce del poker online.

A nivel global, el verdadero germen de la fiebre por el uso responsable de los fondos dedicados al poker surgió, quién lo dirí­a, desde dentro de la propia industria.

En la segunda mitad de la pasada década, Chris Ferguson, uno de los dueños de Full Tilt Poker, ideó una manera de de hacer publicidad para su empresa y, de paso, imbuir en sus clientes la necesidad de ser más cuidadosos con su capital. Eran otros tiempos, en que el sector valoraba más la capacidad de un jugador de jugar más manos y convertir así­ más porcentaje del dinero entrante en la sala en rake que la cantidad de depósitos netos. Qué locos, ¿eh?

La idea de Ferguson fue situarse a sí­ mismo, ganador de cinco brazaletes de las WSOP y uno de los mejores jugadores de torneos del mundo en aquel momento, en la situación de un jugador que entraba en la sala y hací­a sus primeros pinitos en el poker jugando freerolls. A partir de ahí­ y utilizando unas estrictas normas de gestión de bankroll, su intención era pasar «de 0$ a 10.000$», que fue el nombre que puso a su experimento.

Ferguson siempre tuvo fama de nit. Y de agarrado, para que nos vamos a engañar. Era perfecto para llevar a cabo el proyecto, pues todos aprendimos años después lo poco que les preocupaba al resto de sus socios el dinero. Como para andar trasteando con centavos.

Chris le dedicó 10 horas a la semana a este reto, y llevó un blog que serví­a para generar contenido promocional en la web de la sala y como relato contable de su ví­a crucis por los niveles bajos.

Le llevó nueve meses juntar los primeros 100$, peleando a muerte contra jugadores de todo el mundo ya no por los botes, sino por un hueco libre en los freerolls, que se llenaban a velocidad de vértigo. Busteó una vez por el camino -intentando tomar un atajo jugando cash-, y salió adelante por fin con un segundo puesto en un torneo de 1$, por el que cobró 104$. En los nueve meses siguientes llegó a juntar los 10.000$ y a superar con creces esta cifra.

Para los jugadores españoles que repartí­amos nuestros primeros bad beats por aquella época, la referencia era el reto de Fikker, un usuario de los primeros foros en castellano que ideó un reto que consistí­a en pasar de «0$ a 100$» partiendo de los freerolls de Everest Poker, unos sit and go de limit con 10 centavos de premio a dividir entre los tres primeros clasificados, en los que rascabas cajitas con la idea de invertirlas inmediatamente en los SNG de 4c, los más baratos de la sala.

El método «The Stairway to High Stakes»de «JimmyRare» e «INSPIRON» se hizo razonablemente conocido porque lo expresaron gráficamente en una imagen que explicaba su particular visión de la gestión del cajero.

La revolucionaria idea de estos jugadores era relajar las monacales exigencias de muchos gurús de la época que, en su versión más radical, postulaban que la única manera de garantizar el crecimiento del bank era demonizar las retiradas y mantener intacto el dinero destinado al poker.

La disciplina necesaria para garantizar una subida de niveles lo menos dolorosa posible era mucho más llevadera si el jugador se recompensa a sí­ mismo frecuentemente. Empiezas un nivel con 30 buy-ins y necesitas 60 para dar el salto. Sacas 20 cajas y retiras la mitad. Así­ dos veces más, y ya tienes suficiente para subir; pero antes, gana 20 cajas más y sácalas. La idea era «permitirte a ti mismo ganar más experiencia, acostumbrarte a las cantidades de dinero cada vez más grandes en juego y a las rachas de ganancias y pérdidas, que son imposibles de evitar».

Las guí­as sobre gestión de bankroll florecieron por toda la Red, y todos los formatos recibieron el tratamiento oportuno. En 2010, la jugadora «Jennifear» publicó en Pocketfives sus recomendaciones para llevar minimizar la posibilidad de bustear a base de pagar entradas de sits o torneos, con la misma idea de realizar cashouts según volumen de juego, no de resultados. Nada refuerza más la voluntad que ver el fruto de tu trabajo en el banco.

Hoy en dí­a los retos son menos didácticos, y casi todos basan su atractivo en llevar al lí­mite la capacidad de generar volumen de juego y en poner un lí­mite temporal al objetivo final. Merece la pena mencionar Al jugador de sits Thomas Boekhoff «Boku87», que encadenó dos de estos retos muy en la lí­nea de la idea original de Ferguson: pasar de 100$ a 10.000$ en 15 dí­as y, posteriormente, pasar de 5$ a 100.000$ en un máximo de un año (2009-2010). Ambos con éxito.

La hazaña de «boku87» tuvo momentos memorables. Empezó en julio de 2009. Una mala racha, agravada por problemas técnicos y una salud delicada le hizo parar dos meses en invierno. Llegó a abril con poco más de la mitad del objetivo final conseguido. Tiró de bonos para acelerar de cara al sprint final, pero no quita que en las últimas semanas el alemán se decidiera abrir 70 SNGs simultáneos para forzar la máquina. Un último bono de 4.000$ selló su triunfo a horas de cumplirse el plazo.

Tal y como andamos de oferta y tráfico por estos andurriales, está complicado encontrar un reto que nos estimule a aprender a manejar nuestras inversiones en poker y nos anime a meter volumen, pero seguro que con voluntad algo se encuentra. Si este repaso a la historia del poker online termina por inspirarte, ¡ánimo y que tengas mucha suerte!

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