«He hecho cosas de las que no me siento orgulloso. Lo admito. Intento aprender de los errores del pasado. Intento dar el máximo cada día, es lo único que me queda. No todo lo que se dice sobre mí es necesariamente cierto, pero hay una parte de verdad».
Chino Rheem es quien está detrás de estas crípticas declaraciones. Es uno de los jugadores más exitosos de la historia, el 49.º para ser más exactos, con unas ganancias en torneos en vivo de 7.190.448$, y a pesar de ello le persiguen sus errores del pasado. Muy grandes tienen que ser esos errores.
De hecho, son tan grandes como su fortuna. La principal característica de Chino Rheem es que, además de ser un gran jugador a nivel de calidad, lo es también a nivel de cantidad. Su gestión de bankroll ha sido nefasta durante todos estos años. Ganar 2 títulos del WPT o ser November Nine es una bendición para cualquiera, pero a él le ha traído más de un quebradero de cabeza.
¿Cómo se puede ganar tanto y seguir teniendo una situación financiera tan catastrófica? La respuesta está en las apuestas deportivas. Chino ha perdido cantidades ingentes de dinero apostando al caballo perdedor y entre sus principales acreedores figuran Tom Dwan, Joseph Cheong o Will Molson.
De todas maneras, Chino es un hombre de palabra y suele pagar sus deudas. Cuando ganó la Epic Poker League en 2011 (1.000.000$) fueron muchos los que llamaron a su puerta, entre ellos Ben Lamb. «Le dio el 10% a muchos. A mi me saldó la deuda completa», dijo Lamb.
El que no tuvo tanta suerte fue Peter Eastgate, del que se dice que le pidió un préstamo durante el November Nine de 2009 y que no ha vuelto a saber nada más de él. En mayo de este año ganó 1.150.297$ en el WPT World Championship. El destino quiso que se enfrentase en el heads up con Erik Lindgren, otro jugador exitoso (9.852.179$ en torneos en vivo), amante de las apuestas y con grandes dificultades para gestionar el bankroll. Por supuesto, media comunidad del poker seguía con interés el transcurso de la partida.
«Tengo un gran respeto por Erik Lindgren. Es un gran tipo y, como yo, admitió que tenía problemas», dijo Chino Rheem.
Esperemos que todo vaya mejor para Chino a partir de ahora. Control, Chino, control. No malgastes tu talento.
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