Al parecer, el jugador americano hizo saltar por los aires la banca del club de juego más antiguo del Reino Unido, Crockfords, un exclusivo club privado del barrio londinense de Mayfair, al cosechar unas ganancias de 7.3 millones de libras esterlinas jugando a Punto y Banco durante dos noches seguidas en compañía de una anónima jugadora de origen asiático. 

 

Según informa una fuente cercana al asunto, los hechos ocurrieron el pasado mes de agosto. Una vez que Ivey abandonó el casino, éste se comprometió a transferirles sus ganancias inmediatamente a una cuenta bancaria. En lugar de eso, lo que hicieron fue abrir una investigación. Hasta el momento, Ivey solo ha recibido 1 millón de libras. 

 

Lógicamente, las grabaciones de aquellas dos noches, han sido escudriñadas al máximo. También se han interrogado a los croupieres, analizado las barajas utilizadas e incluso revisados los zapatos que el personal del casino llevaban aquella noche, pero hasta el momento, no se ha encontrado indicio alguno de que haya habido «collusion«. De hecho, lo que sí parece haberse confirmado, es que las cartas no estaban marcadas, y Ivey no las tocó en ningún momento. 

 

Pero las sospechas de que algo turbio estaba pasando llegaron cuando se supo que su acompañante de origen asiático (de la cual no se ha hecho público el nombre) fue expulsada tiempo atrás de otro casino de Mayfair, sin haber sido revelado el motivo. 

 

Según revelan las fuentes, Ivey estaba jugando 50.000£ por mano, antes de que la dirección de la sala le autorizara a aumentar su límite hasta 150.000£ por mano. La sesión del pro estadounidense comenzó con un «down» de medio millón, pero a partir de ahí, no paró de ganar dinero. La primera noche salió del casino con 2.3 millones en ganancias. El resto hasta 7.3 millones, llegó la noche siguiente. 

 

Veremos cómo acaban de solucionarse estos hechos. Aunque seguiremos atentos por si hubiera nueva información, lo cierto es que este tipo de clubes privados rara vez filtran sus informaciones.