Lo mejor que se puede hacer cuando las circunstancias imponen recuperar recuerdos dolorosos es cumplir el expediente con entereza y pasar cuanto antes a otra cosa.
Eso nos va a tocar hacer el próximo 11 de abril, cuando se cumpla el décimo aniversario del Black Friday, el día que muchos nos derpertamos sin conexión a las salas en las que teníamos depositados nuestros fondos y con una página insertada por el FBI bloqueando las webs de los operadores. Nada ha sido igual desde entonces, con el poker online convertido en un puzzle de jurisdicciones que a veces se solapan, pero otras veces nos manitienen aislados del resto del mundo.
Dos de las tres salas afectadas aquel día por la maniobra legal del Departamiento de Justicia del EE.UU. se repartían un porcentaje mayoritario del tráfico mundial. Pokerstars y Full Tilt Poker finalmente sobrevivieron a la intervención del gobierno estadounidense, aunque en condiciones muy distintas.
La sala de la pica roja rememorará sus horas más oscuras desde la misma posición de privilegio que vívia entonces, incluso con una pica clavada en lo más alto del mercado interestatal de Estados Unidos, el mismo país que intentó destruirla. Full Tilt Poker no existirá ya. Por fin han dejado reposar en paz los despojos de la que fue nuestra sala favorita en la edad de oro de nuestro juego.
No hay que estar muy puesto en historia de la industria para hacerse una idea de qué pasó con Full Tilt Poker desde el Black Friday.
Isai Scheinberg ideó una maniobra de marketing genial. Las cuentas compartimentadas de Pokerstars, que mantenían disponibles los fondos suficientes para hacer frente a los balances de los jugadores, financiaron una operación de rescate que acabó con 20 meses de incertidumbre para los deudores de Full Tilt Poker.
Al fin y al cabo, la mayoría de los clientes de Full Tilt eran también clientes de Pokerstars. Los jugadores querían jugar el WCOOP y las FTOPS , el Sunday Million y el Super Sized Sunday, los satélites de ambas salas, los sits de PS y las nosebleeds de FTP, probar las mesasde foldeo rápido, la gran innovación de la sala de los pros.
Con una sola jugada maestra, Scheinberg rescató fondos para sus propios jugadores, consiguió la confianza de miles de nuevos clientes y capturó la pieza de software más codiciada de la industria, unas líneas de código que habían hecho imposible derrotar a Full Tilt en los momentos más cruentos de competencia por el cetro mundial. Pokerstars salvó el poker y se salvó a sí misma rescatando a los jugadores de su máximo rival. Aunque fuera solo por eso, Scheinberg debería haber entrado este año en el Hall of Fame.
Pokerstars y Full Tilt tenían ahora el mismo dueño, y nadie tenía la más mínima idea de lo que se haría al respecto.
Pokerstars reinstauró la marca, pero el daño que habían hecho los meses de destapar la basura que escondían bajo la alfombra Ray Bitar, Howard Lederer y Chris Ferguson era irreparable. También existen dudas sobre el grado de empeño que se puso en su resurrección. Volvieron los Isildur1, Gus Hansen y Phil Ivey, esponsorixzados, para jugar high stakes, pero FTP también se convirtió en un laboratorio para probar las políticas más agresivas de la industria, aumentos de rake, mesa anónimas y recorte de programas de fidelización. Poco a poco, la sala perdió posiciones en las listas de tráfico hasta hundirse en la irrelevancia
El grupo Amaya, nuevo dueño de Pokerstrs, ejecutó la incorporación de Full Tilt a la red de Pokerstars en 2015.
Lo que ha sobrevivido hasta hoy es una carcasa vacía, un nombre y un logo que habían perdido todo el sentido ya, convertidos en una skin de su máximo rival. El disco duro con el software de la sala acumula polvo en las oficinas de la isla de Man. No lo quieren vender, o esperan a que su valor se dispare en una posible carrera del oro por repoblar un hipotético mercado estadounidense que pueda surgir tras la caída de Trump y el fallecimiento de Sheldon Adelson. De cualquier modo, ya es solo un bien con el que comerciar, o ni siquiera eso. Su desarrollo estaba en barbecho. El software de Pokerstars ha ido evolucionando hasta el punto en que tiene más sentido cerrar la sala e incorporar las cuentas en vigor a la sala principal.
Los servidores se cerrarán el día 25 de febrero, fecha que adelantó Pokerfuse y fue más tarde confirmada en la sección de preguntas más frecuentes de la web oficial.
Tanta paz deje como paz lleva.