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Premio a una carrera para Dominik Nitsche en el HR for One Drop de las WSOPE

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Durante el fin de semana, en Rozvadov, se ha disputado el High Roller for One Drop, un torneazo de 111.111€ que rivaliza con el Main Event por el tí­tulo honorí­fico de evento más esperado de estas World Series of Poker Europe.

Este torneo se lleva publicitando desde hace meses, y desde el principio quedó claro que iba a estar al nivel de las ediciones previas jugadas en Las Vegas. El polémico Leon Tsoukernik y su King’s Casino, y por extensión el poker europeo, han dado un sonoro puñetazo sobre la mesa y han conseguido que el HR for One Drop de las WSOPE alcanzara 14 registros más que su homólogo del Casino Rio, el que ganó Doug Polk en junio.

Fueron 144 entradas vendidas, con 88 jugadores únicos, que formaron una asombrosa bolsa de 12.980.000€.

En esta fiesta del poker continental , nuestro paí­s estuvo representado por dos jugadores, Sergio Aido y Adrián Mateos. El balance final fue desastroso. Nuestro combo fue responsable de siete de los pasos por caja del torneo, y ninguno de los dos alcanzó los 20 puestos con derecho a cobro.

Adrián ya gastó dos balas el dí­a 1, que se fueron al garete con una sola mano de intervalo, y reservó dos más para la mañana siguiente, cuando las ideas estuvieran más frescas.

Sergio tuvo un comienzo mucho mejor. Casi se dobló ya en el primer nivel, cotra el alemán Dietrich Fast, que ligó color runner-runner para estamparse contra el full house del asturiano. Luego fue invitado a sentarse en el mesa televisada, donde se pudo enfrentar a un par de los personajes más pintorescos del torneo, el ex-tenista Boris Becker y un mito viviente venido a menos, Gus Hansen.

Pero, claramente, no era el torneo de los españoles. Aunque Sergio se libró de recomprar en el dí­a 1, estaba claro que habí­a que preparar la cartera, porque embolsó una sola ciega.

Durante el registro tardí­o del dí­a 2, Pet agotó tres stacks. La suerte, tan favorable a principios de año, le ha dejado un poco abandonado en el útlimo tercio de 2017.

Adrián estuvo a puntito de hacer bueno el cuarto intento. Faltó una carta roja en el river para meterse en la pelea por la mesa final, pero las picas siempre completan el color.

Como colofón a un fin de semana ciertamente complicado, el Main Event no permití­a utilizar la reeentrada en el mismo dí­a 1. El registro quedába cerrado en el 1b, por lo que, para aprovechar el seguro contra la varianza que representa la hipotética segunda entrada para el torneo, tanto Sergio como Adrián acabaron rumiando sus desgracias en el One Drop sentados a las mesas del Main Event. Un inconveniente más en un torneo que concitó algunas crí­ticas entre los profesionales que lo han disputado.

La amplí­sima mayorí­a de los clientes de este One Drop son habituales del circuito de los High Rollers. Tanto los torneos de Pokerstars como los del Aria ya hace bastante tiempo que han adoptado el reloj de torneos. Se ha convertido en algo natural, y estas WSOPE han sido un agrio recordatorio de por qué se ha acabado implantando en otros circuitos. Los dos españoles retuitearon a Steffen Sontheimer, que fue el autor de la denuncia pública del excesivo tanqueo que se vio en el High Roller.

Pero vayamos ya a los resultados, que es lo más interesante de este torneo. La programación del dí­a 3 especificaba la disputa de la mesa final; sin embargo los diez judadores presentes empezaron el dí­a repartidos en dos grupos de cinco. Se confiaba en una rápida eliminación del November Nine Kenny Hallaert, que tení­a tan solo cinco ciegas, pero el belga las estiró casi un nivel y medio antes de caer ante Dominik Nitsche.

El campeón de la Super High Roller Bowl Cristoph Vogelsang era claro favorito al triunfo al cierre de la jornada del sábado. Se puso al frente de la tabla en los compases finales del dí­a 2, aprovechando el í­mpetu de uno de los pocos amateurs -quizá el único- que quedaban en el torneo. El multimillonario azerí­ Ahadpur Khangah intentó farolear al alemán resubiendo en un flop skd8s6, luego dejó en paso la carta que completaba un hipotético color, s6 y lanzó una apuesta de 10 ciegas sobre el sa que cerraba la mano. Vogelsang pagó a la caí­da y Khangar muckeó directamente sin ver la mano del rival. Vogelsang, que acababa de eliminar a Petrangelo en 12ª posición, recogió otro montón de fichas y se encaramó al liderato.

El equipo alemán contaba con tres oportunidades más de triunfo en caso de que Vogelsang flojeara -Sontheimmer, Eiler y Nitsche-, y buena falta que hizo el plan B. La reticencia de Hallaert a levantarse de la mesa provocó que hubiera importantes refriegas en mesa corta, y la composición de la FT ya no tení­a nada que ver con el marcador del principio del dí­a.

  1. Thomas Muehloecker 59.475.000 (59bb)
  2. Andreas Eiler 52.500.000 (53bb)
  3. Ahadpur Khangah 36.400.000 (36bb)
  4. Dominik Nitsche 36.050.000 (36bb)
  5. Christoph Vogelsang 27.950.000 (28bb)
  6. Steffen Sontheimer 22.950.000 (23bb)
  7. Mikita Badziakouski 12.575.000 (13bb)
  8. Martin Kabrhel 8.600.000 (9bb)
  9. Charlie Carrel 7.450.000 (7bb)

De hecho, Vogelsang terminarí­a siendo eliminado en sexta posición, después de que sus compatriotas le consiguieran asegurar varios saltos de premios. Sontheimmer echó a Charlie Carrel en la primera mano de la FT, y luego Nitsche empezó su carrera hacia el tí­tulo parasitando los stacks de Kabhrel y Khangah. Nitsche superó los 100.000.000 de puntos poniendo colofón al interesante torneo del empresario, que podrí­a haberse doblado con dack contra dqsq.

Badziakouski se desahogó momentáneamente de la mordaza alemana endosándole un bad beat a Vogelsang, que le puso all-in con dahq contra cah7 desde la SB cuando el bielorruso abrió su botón. El flop puso un as sobre la mesa, pero también un siete.

Sontheimmer y Mí¼hlí¶cker eran los shortstacks de la mesa. Ambos quedaron por debajo de las diez ciegas casi a la vez. Aunque el alemán tení­a más puntos, precedió al austriaco en la clasificación. Eiler tomó las fichas de su compatriota, mientras Nitsche acababa con el sufrimiento de Thomas.

Badziakouski tení­a unas 20bb para defenderse de la pinza teutona, pero dobló la rodilla al primer flip. Un as en el turn convirtió al sask de Eiler en una mano mucho mejor que los s8h8 del bielorruso. Con los puntos ganados, Eiler se aseguraba ventaja para el HU, que iba a empezar con stacks no muy desnivelados y casi 50bb efectivas.

Nitsche no tardó en darle la vuelta al torneo, Atacó con decisión a su rival y lo puso en la tesitura de doblarse para sobrevivir. Eiler lo hizo y coconsiguió evitar el KO inmediato. Con el rival ya avisado, Nitsche tuvo que trabajar durante casi 50 manos, hasta que enganchó varios flops seguidos y encadenó una serie de botes que dejó a eielr con 10bb. El último fue una resubida de Elier en river con una pareja máxima escondió chequeando hks9 en ck:5h::d2. Nitsche le donó una apuesta en el s4 del turn con hjc4 pero le cazó la resubida en river coun un trí­o runner-runner que le dio el d4.

Eiler salvó el primer match-ball, pero cayó en el segundo all-in con ckc9 contra dqht.

  1. Dominik Nitsche3.487.463€
  2. Andreas Eiler 2.155.418€
  3. Mikita Badziakouski 1.521.312€
  4. Thomas Muehloecker 1.096.206€
  5. Steffen Sontheimer 806.694€
  6. Christoph Vogelsang 606.694€
  7. Ahadpur Khangah 466.421€
  8. Martin Kabrhel 466.421€
  9. Charlie Carrel 295.131€

Este triunfo es el colofóna la gran carrera de Dominik Nitsche. En su amplio historial de logros pokerí­sticos, que incluyen un WPT, tres brazaletes de las WSOP -ahora cuatro, un LAPT e incontables mesas finales en la práctica totalidad de circuitos del mundo, aún no figuraba un solo premio de siete cifras.

De un plumazo, el alemán se ha sacudido el sambenito de encima y ha superado los 10.000.000$ en premios en vivo, lo que le pone solo por detrás de Holz, Vogelsang y Schemion en la disputadí­sma lista de ganadores de Alemania, por delante de Reinkemeier, Kempe, Gruissem, Quoss, Finger Aldemir y un larguí­simo etcétera del paí­s europeo más importante del circuito de los High Rollers.

Ah, se nos olvidaba. La organización aprovechó esta mesa final para hacer un importante anuncio.

En 2018, vuelve el Big One for One Drop, el torneo del millón de dólares, para el que Leon Tsoukernik, el dueño del King’s, ha querido ser el primer jugador registrado.

Es la primera vez que existe una posibilidad real de que un jugador español esté en el torneo más caro de la historia del poker. Adrián Mateos, número 2 del GPI, y Sergio Aido están muy arriba en la agenda de todos los inversores del circuito. Los dos demostraron que tienen buenos padrinos invirtiendo unos 750.000€ en este High Roller ¿Podrán conseguir el apoyo suficiente como para plantearse la aventura el próximo verano en Las Vegas?

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