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Ramón Colillas entra en la historia del poker español al ganar el PSPC

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Ramón Colillas se ha presentado ante el circuito internacional con una soberana victoria en el mayor torneo de 25.000$ jamás disputado, el Pokerstars Players Championship.

Los 5.100.000$ que le corresponden al español suponen el mejor resultado de uno de nuestros jugadores en la historia del poker, superando por fin la legendaria victoria de Carlos Mortensen en el WPT Championship de 2007, el mismí­simo torneo de 25.000$ al que el PSPC le ha arrebatado el récord de inscripciones en un HR de este precio.

Todaví­a no logramos sacudirnos esa extraña sensación que te queda siempre que acabas de asistir a un hecho realmente histórico. ¿Somos realmente conscientes de su importancia? Permí­tenos decir que no creemos exagerar un ápice si decimos que supone un paso evolutivo en el desarrollo de nuestro poker, al ser un jugador formado en las mesas «.es» el que toma el relevo de la generación que se abrió paso en el exilio a fuerza de tornarse implacables en los torneos «.com».

El escenario inicial de esta gesta era una mesa de ocho jugadores, en la que Ramón partí­a con el quinto stack en número de fichas, aunque las diferencias eran minimizadas por el nivel de las ciegas.

  • Asiento 1. Jason Koonce (Estados Unidos) 7.125.000 -28 ciegas-.
  • Asiento 2. Julien Martini (Francia) 8.600.000 -34 ciegas-.
  • Asiento 3. Farid Jattin (Colombia) 8.525.000 -34 ciegas-.
  • Asiento 4. Talal Shakerchi (Reino Unido) 5.500.000 -22 ciegas-.
  • Asiento 5. Marc Perrault (Canadá) 2.275.000 -9 ciegas-.
  • Asiento 6. Ramon Colillas (España) 8.300.000 -33 ciegas-.
  • Asiento 7. Scott Baumstein (Estados Unidos) 10.725.000 -43 ciegas-.
  • Asiento 8. Marc Rivera (Filipinas) 10.350.000 -41 ciegas-.

La igualdad de la mesa final era casi unánime, con la única excepción del escaso stack de 9bb de Sam Perrault. Esta pequeña anomalí­a quedó corregida en la segunda mano de la final. Los ases estaban calientes al principio. Koonce gano un 4bet all-in con AK y en la siguiente mano le dieron el mismo combo a Perrault. Utilizó su cadk para robar ante una apertura de Farid Jattin, que estaba casi obligado a pagar con d2c2. La mano quedó liquidada en el flop, s3stsk.

Los primeros 200.000$ extra para el cheque de Ramón llegaron en un terribe bad beat sufrido por Talal Shakerchi. El millonario británico se encontró el spot soñado, con una apertura, un 3bet previo y dos preciosos haca en su mano. Julien Martini, que habí­a resubido con sasq decidió pagar contra un rango que era complicado que contuviera demasiados flips. El turn le dio a Martini outs para la escalera de color s3skh2st y , aunque su victoria no fue tan drámatica como podrí­a haber sido, sí­ que encontró otra pica en river para reventar los ases, el s5.

Martini dobló inmediatamente al activo Perrault, otra vez con 8bb, reestableciendo el equilibrio hacia el que tendí­a la primera hora de la FT.

El encuentro entre estos dos rivales se reeditó un poco más adelante, a punto de entrar en la segunda hora de juego. Perrault se merecí­a encontrar por fin la eliminación que parecí­a buscar ansiosamente a base de rangos excesivamente optimistas. Pero Martini le perdonó la vida, al menos por unos minutos. Perrault gastó dos de sus preciosas ciegas para defender una BB con h9c5. Salieron cuatro corazones consecutivos y en el river el canadiense apostó su color al nueve dejando solo dos ciegas por detrás. El francés se limitó a pagar con el hk.

En la siguiente mano, Martini abrió hack y Farid Jattin, impaciente. le shoveó 6,2M de puntos con sasj. Dos picas en el flop le pusieron tensión a la mano, pero Perrault pudo celebrar el salto de premios que le convertí­a en millonario junto al resto der la mesa.

El canadiense dejó pasar manos a ver si habí­a algún voluntario que le elevara aún más en la clasificación, pero no todos los dí­as son fiesta. Su siguiente paso por la ciega grande, sumado al BB ante que tuvo que poner en nombre de toda la mesa, forzaron el all-í­n de Perrault. Bueno, técnicamente podrí­a haber foldeado y seguido el juego con 1/3 de ciega, pero serí­a un sinsentido. Ramón abrió skck y Martini se unió al linchamiento con d9s5. Cieguita de regalo para el español, porque el chipleader foldeó en un flop que tampoco ayudaba lo más mí­nimo al 63 de Perrault, eliminado finalmente en sexto lugar.

Martini era el más feliz con la perspectiva de seguir la partida, con un stack de más de 30.000.000 de puntos. El resto se miraba de reojo, esperando que alguien se animara a hablar de números.

Hasta ahora, Coli habí­a jugado media docena de manos, siempre con KK y AQ, curiosamente. Nunca habí­an durado más de una apuesta, ya fuera preflop o postflop. La primera vez que salió del rango, abriendo ckct, Koonce le defendió sas5. El recreacional decidió robar la iniciativa con un proyecto de escalera, s2d3dk. Siguió el farol en un turn que le dio dobles al español, el ht, pero cuando apareció el ca en el river pisó el freno. Coli le puso all-in por 5.3M con el tiempo del nivel acabado, y aunque Koonce encontró el fold, el español se fue al descanso instalado en un sólido 2º lugar, con la posibilidad muy razonable de que alguno de los tres shortstacks acabara fuera de la partida antes de tener que pensar en cómo ganarle el torneo al francés.

Los shortstacks volvieron del descanso desatados. Rivera y Koonce tomaron turnos para ir all-in. Al filipino le coló y ganó la ciega y el ante de Martini, pero Ramón decidió defender s5h5 ante el recreacional estadounidense. Coli tení­a razón, el rango de Koonce era amplio, y la mano era un flip contra dtd7. Las comunitarias colaboraron. Uno menos, 350.000$ más.

En la tercera mano tras el descanso, Coli pudo dejar el field del PSPC en tan solo tres jugadores, pero Rivera le reventó QQ con ATs. Vuelta a las 40 ciegas para el español y una desilusión para Baumstein, que habí­a saltado de gozoy habí­a salido corriendo hacia las gradas para saludar el posible salto de premios junto a su raí­l.

Scott tení­a razones para lamentarse por el bas beat que favoreció a Rivera, pues dos manos después cayó eliminado después de plantear un rerrobo al chipleader con had9. Martini le pagó con dkcq. El sk del turn fue un mazazo para el estadounidense, obligado a a dejar a Rivera, Martini y Colillas three-handed. cuando todaví­a se habí­an jugado solo 38 manos.

Con la posible cuarta plaza, Coli superaba oficialmente a Andoni Larrabe en la lista de mayores premios ganados por un jugador español. Tendrí­a que ganar para superar la victoria de Mortensen en el WPT Championship de 2007.

En esta fase de poker a tres bandas Martini estuvo muy cómodo. Sus rivales le daban walks o, como mucho, optaban por el limp para foldear a la subida. Eran Rivera y Coli los que veí­an flops. Aunque el filipino ganó varias escaramuzas y se acercó en ocasiones al stack del español, Ramón salió airoso de la mayorí­a de los envites gracias al uso de mejores rangos y la abundancia de flops favorables.

Rivera intentó jugar la baza del pacto, pero Martini cortó las conversaciones de raí­z. «Incluso si llego al heads-up, mi intención es no hacer ningún tipo de pacto».

La resolución del francés se vio recompensada con una doble pareja en el siguiente turn, con la que le sacó un bote de 10M a «Mr.Boxes», que tení­a ligada pareja máxima. El español era ahora el shortstack, y, además, los flops no paraban de cebarse con él.

Rivera le vio tocado y se volvió muy agresivo. Contra Martini foldeaba, pero contra el español habí­a olido sangre y no dudó en ir all-in directamente por casi el doble del bote con A4 en un flop c2d5dj, metiendo la máxima presión posible. Ramón habí­a defendido K5 y pagó para doblarse.

Una nueva subida de ciegas y la facilidad con la que Rivera le metí­a dinero al medio convencieron a Ramón para empezar a maximizar la fold equity y pushear de cara sus rangos medios y sus rerrobos. Los rangos fuertes los jugaba con más cuidado. Lesacó dos apuestas a Martini con AK en un flop complicado, KJT con dos tréboles, que le daba al francés outs de escalera y de color que luego no se completaron. Ninguno de los dos apretó el gatillo pese a la fuerza de sus manos y Martini llegó al showdown salvando unas diferencias que ahora eran de 33M contra los 21M de Coli y los 8,25M de Rivera.

En una situación de clara desventaja, el filipino no dudó en poner a prueba su timing con los rerrobos. Eligió el peor momento para resubir all-in con sad3 contra el dahk de Julien y saltó por los aires.

La situación antes del primer flop del heads-up era la siguiente.

Ramón se llevó esta primera mano sin resistencia, y redondeó la ventaja a favor del francés a una relación de 2:1.

La mano del torneo empezó con un color flopeado por Martini. Ramón ligó pareja máxima con esas mismas comunitarias, y el turn, que le daba trí­o, parecí­a su sentencia de muerte. Martini le dejó ver el river sin decidirse aún por el all-in y un 5 completó el full house. Las fichas volaron al centro, y Ramón le dio la vuelta a la partida justo antes de un nuevo descanso de 20 minutos al que se retiró entre aplausos y cantos de «¡Dale. Ramón!.

A la vuelta del descanso, Martini renunció a poner presión con sus 17bb y optó por seguir jugando postflop en busca de una mano similar a la que le costó el liderato, pero que esta vez cayera de su lado. Dejar ver tanta comunitaria dio pie a situaciones muy complicadas, que el francés tampoco intentó simplificar. En un flop doblado, Martini pagó una continuación sin ninguna equity con una mano muy marginal dejándose como única salida el farol en river. Ramón se encontró con una dura decisión que, o bien condenaba a su rival al infierno de las 8bb, o bien le poní­a a una doblada de mandar de nuevo a ambos a la casilla de salida.

Ramón encontró un maravilloso call con as alto que le situaba a un pequeño paso del triunfo.

Habí­a que evitar precipitarse a la hora de finiquitar la partida. Los jugadores se obsequiaron varios walks y surgieron dudas entre los comentaristas Griffin Benger y Joe Stapleton sobre los rangos de call, como en el caso de un apurado fold del español con Q8 -afortunado por otra parte, pues Ramón estaba dominado por KQ-.

Finalmente, Ramón vio claro el all-in con AJ y Martini el call con 33. El flop doblado no dejó de sumar outs para el español a cada calle que avanzaba la mano, pues con otra pareja en mesa pasaba a mandar su as, pero los treses del francés aguantaron.

Martini regresó a su asiento con una sonrisa en su cara. Le habí­a dicho a su raí­l «si me doblo ahora, puedo ganar el torneo». Su profecí­a se puso a prueba tan solo 30 segundos después. Volví­an a estar all-in. Julien quiso mantener la inercia pusheando cjc9 y a Ramón le bastó con ver un as para pagar con das5.

La familia de Coli saltó en las gradas al ver el ha en el flop, sin percatarse de que también habí­a un d9. Los cinco outs del francés les hicieron enterrar la cabeza entre las manos. No querí­an ver el turn ni el river. No hizo falta, pues cada ladrillo que no cambiaba la situación fue saludado con ví­tores por la hinchada hispana, y, al final, una cerrada ovación señaló la confirmación de la victoria de Ramón.

  1. Ramón Colillas 5.100.000$
  2. Julien Martini 2.974.000$
  3. Marc Rivera 2.168.000$
  4. Scott Baumstein 1.657.000$
  5. Jason Koonce 1.304.000$
  6. Sam Perrault 1.012.000$
  7. Farid Jattin 746.000$
  8. Talal Sakerchi 509.000$

Ojalá no haya que esperar otros 11 años para que un jugador español supere este resultado. Va a hacer falta una machada inenarrable para enterrar en el pasado esta victoria de Coli como él ha conseguido hacer con el mí­tico WPT de Mortensen que suponí­a el mayor hito del poker español hasta la fecha.

Igual pedimos un imposible, pero esperamos ver esa nueva hazaña cuanto antes, mejor. Mientras, la excelencia de «Mr_Boxes» será la que muestre el camino a seguir por el poker español.