La semana pasada, las World Series of Poker llegaron al Potawatomi Hotel & Casino del estado de Milwaukee.
El WSOP Circuit es una serie de festivales que pasea el conocido logo de la ficha blanquinegra por todo el territorio estadounidense, de los casinos más grandes del país a los más modestos.
Hay un nutrido grupo de jugadores profesionales de Estados Unidos que son regulares en este circuito. El más conocido es Valentin Vornicu, un matemático de origen rumano que le da su apellido a un teorema y que lleva ventaja en la reñida pelea por ser el mayor ganador de anillos del circuito con 13.
Uno de los perseguidores de Vornicu es Joshua Reichard, que en el lapso de cinco años había conseguido ya once anillos, a uno de Maurice HAwkins y a dos de Valentin.
En el tercer evento del WSOPC Potawatomi el apellido Reichard saltó a los teletipos como ganador del torneo. Pero Hawkins y Vornicu podían estar tranquilos. No era Joshua, era un tal Brett. No duró mucho el alivio, porque tres días después cayó el duodécimo anillo para Josh Reichard.
El caso es que el otro Reichard, Brett, tiene mucho que ver con el multicampeón del Circuit. De hecho, como nos descubre Pokernews, es su padre.
Brett Reichard es el dueño de una tienda de decoración en Janesville, a dos horas de coche del casino. Siempre reserva media docena de findes al año para asistir a un festival, como ocurrió en este con ocasión de la cercanía del WSOPC.. Es su segundo anillo, pero este es especial porque pudo compartir triunfo con su hijo.
«Josh es el bastardo con más suerte de Wisconsin. Ya era hora de que este viejo patán volviera a ganar un torneo para ir poniéndome a su altura«.
El hijo aprendió a jugar al poker viendo a su padre clicar botones en Pokerstars. En esas sesiones, compartidas al calor de una pizza, se forjó el espíritu y el estilo de Joshua. «Mi papá me enseñó mi estilo agresivo. El juega más como la gente mayor, con apuestas más grandes y las cartas pegadas a la mano. los dos somos más agresivos que la mayoría«.
Habíamos conocidos a varios grupos de hermanos dedicados al poker, como los Greenwood, los High Rollers, habituados a compartir éxitos en un festival. Es más extraño que coincidan padres e hijos, sobre todo por lo reciente que está aún el boom del poker. Los más famosos, sin duda, son Doyle Brunson y sus hijos Todd y Pamela. Doyle y Todd ganaron brazaletes en la edición de 2005 de las WSOP.
De todos modos, es mucho más tierna la imagen de un veterano aficionado compartiendo foto y anillo con su hijo pro. Eso es algo que solo lo puede conseguir el poker, un juego abierto a todo el público y en el que el día que los dioses se ponen juguetones, hasta tu padre se puede encontrar todos los flips de cara.
