Están siendo unos días bastante agitados y con mucha incertidumbre. El día a día va desvelando respuestas, aunque no al gusto de todas las partes implicadas, que recordemos hay otras además de los jugadores: gobierno, salas antiguas venidas del .com, salas nuevas vinculadas a casinos en vivo, medios de comunicación, equipos de fútbol, afiliados y posiblemente alguna más.

En el tema de los «retraqueos«, parece que la linea general es no seguir las indicaciones de la nota aclaratoria publicada el 31 de Mayo, y hasta donde nosotros sabemos en estos momentos, no se están permitiendo. Quedará para otro artículo mi opinión acerca de los perjudicados y beneficiados de esta decisión, pero lo que me atrevo a decir ahora es que si las salas lo están haciendo así, será porque sus abogados habrán visto que la ley se lo permite, más allá de lo que diga la nota aclaratoria. Dudo que se quieran arriesgar a multas o sanciones, pero en breve lo sabremos.

Más allá de los problemas técnicos y retrasos que algunas salas están teniendo en la migración, ha surgido un nuevo tema caliente sobre el que se está escribiendo mucho: La tributación de los jugadores.

Uno de los posibles escenarios que se comentan en foros y redes sociales es que se tenga que tributar por botes o apuestas ganadas. Esto creo que no deja dudas a que sería el fin del poker y las apuestas deportivas, sea para el jugador recreativo o habitual.

Es sólo mi opinión, pero mi sentido común me dice que regulan con el objetivo de recaudar, y para ello tendrán que ofrecer unas condiciones viables, no sólo para las salas, también para los protagonistas que las frecuentamos.

Sin caballos no hay carreras… si al gobierno se le ocurre la «feliz» idea de aplicar la tributación por botes ganados, nos queda la esperanza de que los lobbies de las salas, esta vez remando en la misma dirección, puedan hacerles entender que así se tedría que cerrar el chiringuito. 

Es una pena que no haya una asociación de jugadores que nos represente y que pudiera hacer llegar nuestra voz con más fuerza a las instancias correspondientes. Quien sabe si este momento será el que impulse la iniciativa. Según esta noticia de esta mañana, ya se podría estar gestando algo: Primeras reacciones de los jugadores ante la regulación

Nuestro asesor fiscal coincide con la opinión de «Periquillo» (contable de profesión) que ha explicado estupendamente en este artículo sobre la fiscalidad del juego. Ambos coinciden que se tributará en relación a los retiros. No es perfecto, pero tiene sentido, o al menos mejora en mucho el primer escenario que comenté.

Podemos buscar ejemplos en los que tributar por retiros nos puede perjudicar. Perico comenta este de la suegra:

Metes 5.000 pavos en tu sala preferida y tienes la mala suerte (o no) de que tu suegra la palma. Sin jugar una sola mano te toca sacar 3.000 para pagar la incineración. Si la entierras, lo mismo no está muerta del todo, incinerándola te aseguras de que no vuelve. Pues sí, lo has adivinado, te toca incluir esos 3.000 pavos en tu declaración de IRPF.

Pero exceptuando temas puntuales, creo que coincidimos en que lo normal es hacer retiros de ganancias y no de una parte de nuestros depósitos.

Sí veo un colectivo o una situación en la que el jugador es perjudicado: En los satélites para torneos en vivo, en los que algunos de ellos incluso son freerolls. Se puede dar el caso de que ganes un satélite desde un freerroll para el Estrellas Poker Tour y tengas que pagar impuestos por la entrada que ganes, aunque sea pagada directamente por la sala en el casino.

Estas y más cuestiones las estamos consultando con las salas con las que tenemos más confianza y con y sus abogados. Os comunicaremos cualquier aclaración que nos aporten con total transparencia y frontalidad.

Entre tanto, mientras no se despejen con más seguridad las dudas, desde Poker10 recomendamos prudencia y «sentidiño», que diría Juan Maceiras Senior. Aun así, para nuestra estructura como empresa, parar la actividad podría tener consecuencias graves por lo que seguiremos ofreciendo las promociones que teníamos previstas.