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Rob Yong desvela los entresijos del enfrentamiento entre Matt Kirk y Leon Tsoukernik

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Ojalá nunca me hubiera visto metido en el embrollo. Nunca hubiera conseguido trabajo como polí­tico.

Son palabras del dueño de la poker room más famosa de Inglaterra, Dusk Till Dawn, el local más pujante del poker europeo hasta la aparición del King’s Casino de Leon Tsoukernik.

Rob Yong se mueve en el mismo cí­rculo de partidas privadas que Leon y Matt Kirk, los dos protagonistas del drama legal que está arrasando en taquilla durante este otoño. Su relación es tan cercana a ambos que asegura haber sido testigo de primera mano y parte esencial en las discusiones sobre lo sucedido en el Aria aquella funesta noche y sobre cómo se intentó solucionarlo.

Yong está dispuesto a personarse ante el juez en Nevada a petición de cualquiera de los dos equipos de abogados enfrentados en el litigio, para confirmar bajo juramento que el verdadero relato de los hechos es el que desvela en su blog personal, al que nos ha dirigido la cuenta de Twitter de «kikuxo».

La historia, como la conoce Yong, parte de la mañana siguiente, cuando Matt le llama «preocupado porque le habí­a ganado 3.000.000$ a Leon jugando heads-up y no sabí­a si los iba a cobrar».

No entendí­ porque Leon le habí­a pedido dinero prestado para jugar, porque tení­a más de 4.000.000$ en depósito en el casino provenientes de ganancias de la ruleta. Así­ que le dije a Matt que me lo explicara.

Según la información que Yong recopiló más tarde, la partida sucedió de esta manera.

La partida se fue de las manos cuando Leon se puso muy, muy borracho. Matt siguió prestando dinero a Leon porque este insistió en seguir jugando y le amenazó con no volver a jugar contra él si no le daba la oportunidad de recuperar pérdidas. La partida se rompió cuando Leon iba perdiendo 2.000.000$, pero de camino a las habitaciones, en el ascensor, Leon insistió en volver a la Ivey’s Room y seguir jugando por 1.000.000$ más.

Yong le dio a Kirk que él también habí­a jugado contra Leon mientras estaba completamente bebido y sabí­a cómo era, pero si se sentí­a mal, podrí­a ofrecerle un descuento a Tsoukernik. Su consejo fue establecer la deuda en los 2.000.000$ que Leon perdió primero y ofrecer un heads-up a Leon por el millón restante, porque parecí­a claro que el heads-up nunca deberí­a haberse reanudado en esas condiciones. Kirk le pidió a Yong que actuara de mediador. Yong llamó a Tsoukernik, que se mostró de acuerdo en el arreglo «Dile a Matty que no se preocupe. No me acuerdo mucho, pero lo que haya perdido lo pagaré». Se reunieron, se abrazaron y cerraron el acuerdo con un apretón de manos.

20 minutos más tarde, Kirk llamó a Yong y le dijo que no habí­a acuerdo, que Leon tení­a que pagar los 3.000.000$. Kirk tení­a a alguien al teléfono, obviamente un bancador, que no permití­a honrar el acuerdo. Tsoukernik, por supuesto, se cogió un buen cabreo.

¡Esto es rí­dí­culo! Me sacas de la cama después de dos horas de sueño, no me acuerdo de nada pero no pongo ninguna pega, hasta me ofrezco a llevar el dinero conmigo, nos damos la mano, ¿y ahora me vienes con esto?

Leon le dijo a Yong que arreglarí­a el tema después de la SHR Bowl del Aria, donde, por cierto, el dueño del King’s hizo mesa final y consiguió un premio millonario.

Un par de dí­as después de volver de Las Vegas, Leon y Matt llamaron a Rob Yong y pusieron el altavoz: «Matt y yo estamos en el cajero del Rio, hemos llegado a un acuerdo y queremos que seas testigo. Le voy a dar 1.000.000$ a Matt y este será el acuerdo final y la deuda quedará saldada». Yong se quedó muy extrañado y le preguntó a Matt por qué aceptaba cobrar tan solo un millón. «Sí­, está bien, solo quiero acabar con esto».

Esa noche, Matt Kirk llamó a Yong por Skype, terriblemente enfadado. Le dijo que no le importaba el dinero, y que iba a gastarse ese millón en arruinar la reputación de Tsoukernik.

Leon y él se sentaron a discutir la deuda y Leon le dijo que esta iba a ser una lección, y que iba a aprender a no dejarle dinero a un borracho. Matt dijo que Leon le habló como se le habla a un crí­o, y que la conversación le habí­a puesto de tanta mala leche que cogió el millón y no quiso saber nada más del tema.

Más tarde, Yong se enteró de la demanda de Kirk por labios del propio Leon, que le llamó para contarle que le habí­an entregado una citación en el Rio. Yong intentó hablar con Kirk, pero este le dijo que los abogados le habí­an aconsejado que no hablara con él.

Por lo que se puede leer en el blog de Rob Yong, las dos versiones que se conocí­an hasta hora no eran exactamente fieles a los sucesos de aquella noche.

Por parte de Kirk, se habí­a ocultado el hecho de que habí­a llegado a un acuerdo justo que Leon estaba dispuesto a cumplir de inmediato, pero alguien le obligó a echarse atrás. Además, todo el lí­o que ahora ha llegado a la prensa parece resultado de una vendetta personal.

Por parte de Leon, alegar que fueron Kirk y el propio casino los que le engañaron y emborracharon para seguir jugando esa noche es una acusación muy grave, especialmente cuando parece que fue justo al contrario. Es interesante conocer el hecho de Leon pidiera dinero prestado teniendo un depósito en el Aria. Sobre todo, con antecedentes previos de comportamientos similares con otros jugadores a los que luego, supuestamente, tampoco quiso pagar. Además, Kirk no estaba obligado a ofrecer el primer acuerdo, que luego rompió, y aunque el enfado de Tsoukernik puede ser lógico, no le da la razón para luego echarse atrás en el reconocimiento de la deuda y presionar a Kirk para cobrar solo una tercera parte del total.

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