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Phil Hellmuth refuerza su leyenda con el 16º brazalete de las WSOP de su carrera

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Las World Series of Poker rinden pleitesí­a al jugador que más veces ha salido triunfador del Rio, Phil Hellmuth, poseedor desde hace unas pocas horas de un decimosexto brazalete tras imponerse en el Event #31: $1,500 No-Limit 2-7 Lowball Draw.

¿No te cae bien Phil Hellmuth? Lógico. Su comportamiento nada empático con el rival y el egocentrismo que destila en cada plano de cámara puede provocar un entendible disgusto con el personaje público que lleva representando décadas.

Ahora bien, cuando los crí­ticos buscan trasladar su antipatí­a al análisis de las capacidades de Hellmuth como jugador, la cosa empieza a hacer aguas por todos lados. Está claro que las estrategias de Hellmuth no siempre han sido un reflejo de los avances en el pensamiento estratégico sobre póker. Pero también está igual de claro que su estilo se viene ajustando como un guante a los torneos de Hold’em de ciertos circuitos desde hace muchos años, y a juzgar por sus amistades y contactos, también a las partidas privadas con los empresarios de Silicon Valley.

Brazalete tras brazalete, los éxitos de Hellmuth han ido un muro de contención contra las crí­ticas más feroces, que le calificaban de jugador mediocre. La narrativa tuvo que dar un pequeño golpe de timón y se empezó a dar por hecho que, si bien Hellmuth era claramente superior al jugador medio de sus torneos, sus conocimientos no alcanzaban par defenderse en un ámbito más competitivo. Hellmuth prefiere esquivar los buy-ins demasiado elevados y los fields más duros, lo que le ha granjeado mediocres resultados en High Rollers, y este es un punto sobre el que todaví­a le llueven pullas a dí­a de hoy.

No obstante, Hellmuth se ha sometido al escrutinio del público en programas de PokerGO como «Poker After Dark» y «High Stakes Duel», en los que ha demostrado de sobra tener los recursos para batallar contra las superestrellas como Daniel Negreanu o Tom Dwan.

Desde luego, el argumento que que más largo tiempo se ha sostenido contra Phil Hellmuth era que nunca estarí­a a la altura de los grandes porque en realidad no dominaba el juego del póker, sino un único formato, el Hold’em. Los puristas han sido los más acérrimos enemigos de todo lo que representa Phil Hellmuth, que es el monopolio del Hold’em ante el resto de modadlidades de nuestro juego en la era Moneymaker.

En ese ámbito era en el que más desdén se mostraba ante el cúrrí­culum del californiano y donde se intentaba empequeñecer más su figura, y ha resultado ser también donde Hellmuth ha demostrado más personalidad y capacidad de adaptación.

Después de 11 brazaletes consecutivos en diversas modalidades de Hold’em, Hellmuth obtuvo su 12ª pulsera en un evento de Razz. La número 14 también llegó en la versión Low del Stud y ahora, su 16º triunfo supone el estreno de Hellmuth en Draw.

En la edición de 2021, Hellmuth está demostrando ser tan completo como el que más, y suma un triunfo, cuatro mesas finales y cinco cajas sin que ni uno solo de esos resultados se haya producido en un evento de Hold’em.

Hellmuth es consciente de que se le exigí­a algo así­ para ponerle a la altura de los grandes jugadores de todos los tiempos.

«He querido un brazalete de 2-7 desde los años 80 porque era el brazalete más guay que se podí­a ganar. Es el torneo al que acudí­an Chip, Doyle y todos los grandes jugadores de póker. He luchado mucho por este brazalete durante mucho tiempo, y mi juego ha ido mejorando, cada dí­a más y más. He trabajado muy duro y conozco todos estos trucos porque llevo jugando desde los años ochenta. Me siento muy bien hoy«.

Phil derrotó en el heads-up a Jake Schwartz, después de sufrir los embates de una mesa en la que estaban los multicampeones de las WSOP Chris Vitch y Rep Porter y el pro italiano Dario Sammartino. Todos ellos ocuparon el liderato de la FT por breves momentos y Hellmuth tuvo que luchar a contracorriente hasta el HU, que también empezó con un ligera ventaja para Schwartz.

En el all-in preflop final, con el stack final reducido a 11bb, Schwartz decidió guardar un T para pedir solo una carta. Hellmuth tiró dos cartas y se quedó con un nueve, que siguió siendo su carta alta después de levantar su nueva mano.

La lista de triunfos de Phil Hellmuth en las WSOP tuvo un estreno estelar con el primer puesto en el Main Event de 1989.

Ahora que los brazaletes de las WSOP están tan baratos, con torneos online dirigidos al público estadounidense y buy-ins de menos de 500$, hay que recordar que solo uno de los primeros puestos de Phil ha tenido lugar fuera de los casinos de Las Vegas, el tí­tulo de campeón del Main Event de las WSOPE que recibió en el Casino Barrií¨re de Cannes, y que 12 de ellos eran torneos que costaban más de 2.000$.

Seguro que Phil seguirá provocando polémicas con su comportamiento, sus declaraciones públicas, su alergia a los High Rollers y sus manos menos ortodoxas, pero cada vez son menos los que se van a arriesgar a llevar sus crí­ticas al extremo de decir que Phil es un mal jugador de póker. Porque no lo parece.