El Casino de Venecia es la casa de juego más antigua de todo el mundo. Su primer establecimiento, el Ridotto di San Moisí¨, abrió sus puertas en la capital del Véneto en 1638; y desde entonces, Venecia siempre ha tenido casino.
En la actualidad, su sede histórica se encuentra bañada por el Gran Canal, en el Palazzo Loredan Vendramin Calergi, más conocido como Ca’ Vendramin Calergi. Es un entorno tan espectacular, que incluso ha sido reproducido en Las Vegas y en Macao, con góndolas incluidas.
Los Venetian de las dos capitales mundiales del juego han convertido a Sheldon Adelson en uno de los 20 hombres más ricos de los Estados Unidos. Son máquinas de hacer dinero. En cambio, el Casiní² di Venezia está sumido desde hace 10 años en una profunda crisis, que podría tener como consecuencia el cierre de la sede histórica.
El diario Reppublica ha publicado que a partir del 1 de enero de 2018 es muy probable que solo siga abierto el Casiní² di Ca’ Noghera, la sede «moderna», que reproduce la estética de los casinos americanos, se encuentra en tierra firme y genera el 80% de los ingresos. El Ca’ Vendramin tendrá que cerrar sus puertas si el Ayuntamiento y los sindicatos no llegan a un acuerdo para cuadrar las cuentas.
El año pasado, el casino terminó con unos números rojos de 2 millones de euros y en los cuatro primeros meses de 2017, ya se ha alcanzado dicha cifra de 2 millones en pérdidas. El Ayuntamiento ha propuesto cuadrar las cuentas recortando en 5,8 millones de euros los costes de personal. Los sindicatos se han negado a aceptar los despidos masivos y los recortes salariales. La negociación parece muy complicada, ya que ninguna de las partes está, de entrada, dispuesta a ceder. Por ello, todo apunta que el casino más glamouroso del mundo cerrará sus puertas a principios del año próximo.
