Steffen Sontheimmer, uno de los integrantes de la versión pokerística del «Flying Circus» alemán que aterroriza los cielos del frente de los High Rollers, ha tenido un detalle asombroso en las redes sociales, por infrecuente y, especialmente, por su descarnada honestidad.
El impulsor del equipo No Limit Gaming ha publicado sus cuentas del verano, detallando todo lo que ha pagado en buy-ins y recompras en los torneos más caros de la temporada.
Duele ver las cifras, aunque las pérdidas netas nunca las conoceremos. No sabemos el porcentaje de acción propia que llevaba el alemán. Los elogios que amerita la sinceridad de Sontheimmer no provienen del roto en su bolsillo, sino de la innecesaria publicidad que hace de sus nefastos resultados, dependiendo como depende de su capacidad de atraer inversores para mantenerse en el círculo de los High Rollers.
Finally accounting is done, just waiting for all shareholders to finally ship those moneyz.
Tourneys: 20
Bullets: 32
Buyins: 2,196,300
Cashes: 237,878It’s gonna be a great summer
I know you love that stuff @RemkoRinkema pic.twitter.com/jTNV1u8jJr
— Steffen Sontheimer (@RunGo0seRun) 27 de julio de 2018
Steffen participó en 20 torneos, pagó 32 entradas y gastó en buy-ins 1.958.422$ más de los que consiguió cobrar en tres exiguas cajas, una de las cuales ni cubría la entrada.
Es posible que se esté poniendo de moda la transparencia ante los inversores.
Hasta ahora, la única superestrella que hacía auditorías públicas de sus resultados anuales era Daniel Negreanu, que inició la costumbre hace bastantes años cuando abrió su escuela y su blog de poker. Pero este verano, Justin Bonomo ya desentrañó ante sus seguidores un pacto secreto acordado con Fedor Holz en el HU del Big One for One Drop, con el fin de hacer cuentas con sus inversores habituales y, especialmente, con los centenares de anónimos que pudieron «sudar» con él gracias participaciones microscópicas repartidas a través de PokerShares, la web de Mike MacDonald.
A message to my One Drop @YouStake backers pic.twitter.com/f93oHGYfil
— Justin Bonomo (@JustinBonomo) 21 de julio de 2018
Se ve que para que Bonomo pueda estar acumulando una verdadera morterada de dinero en la que ya es considerada la mejor temporada de la historia del poker, unos cuantos de sus rivales habituales tienen que haber pasado un verdadero calvario en este principio de verano.
Esta es la naturaleza de las high stakes. Jugadores como Sontheimmer, que pocos dudarían de que es un valor seguro por el que apostar a largo plazo, pueden pasar rachas que llevarían a la bancarrota al 99% de los regulares del circuito. Las armas que tienen los Higfh Rollers para sobrevivir son los bancadores y los intercambios de porcentajes -que esos sí que son privados; muy, muy privados-.
Pero no cabe duda que, mayor o menor, el porcentaje de acción propia que se ha reservado Sontheimmer para sí mismo también ha tenido que infligir mucho dolor a su cartera.