La pandemia ha prolongado de manera artificial el reinado de David Peters en el U.S. Poker Open. Hace dos años que disfruta de esa condición, después de comandar la general al final de la edición de 2019.
El High Roller estadounidense quiere seguir en posesión del cetro de la competición, esta vez por méritos propios, y ha sido el gran protagonista de los Eventos #7 y #8, al encadenar una victoria y una burbuja de mesa final en sendos torneos de NLHE y PLO.
En el primero, el torneo con mejor participación de las tres temporadas del festival (99 registros), Peters obtuvo la victoria y los puntos suficientes para empezar a pensar en asaltar la primer plaza de Joe McKeehen.
Jared Jaffee fue el principal oponente de Peters en esta partida. Los dos partían parejos, pero Peters abrió hueco eliminando a los primeros shortstacks, Jaffee aguantó el tirón tomando el relevo en las ejecuciones, pero Andy Lichtenberger y un river afortunado actuaron de jueces del torneo.
En mesa de cuatro y después de acabar all-in preflop, Lichtenberger estaba eliminado en el turn ante Jaffee. Esto le habría dado el liderato a Jaffee y probablemente la ventaja inicial en el heads-up, ya que Brock Wilson, en teoría, no tendría ni voz ni voto, con menos de 6bb en su poder. Sin embargo, Lichtenberger ligó uno de sus cinco outs, y sus fichas, junto a las de Wilson, acabaron en la esquina de Peters en la previa del cara a cara.
Jaffee eligió un juego clínico y reposado para remontar pausadamente. Tenía el trabajo casi hecho cuando Peters aprovechó un setup para echar por tierra el esfuerzo de su rival. Jaffee estaba trabajando un bote con un trío y Peters ligó color, Jared pagó una overbet en river y quedó a tiro de los pushes de Peters, con 12bb efectivas. A la primera, cayeron las de David.
Pasa desposeer a McKeehen del liderato en la general, Peters debería haber obtenido al menos la segunda posición en el Evento #8 10k$ PLO.
Tuvo la mesa final muy cerca, y en otro tipo de estructura la hubiera alcanzado, pero en el US Poker Open la mesa final no oficial de PLO es de siete jugadores y Peters acabó octavo. Aún así, Peters, con los pocos puntos asegurados, ascendió hasta la tercera plaza de la general, con todas las opciones intactas para reeditar su título en la recta final del U.S. Poker Open.
La mesa final parecía la más abierta del festival, con seis de los siete jugadores en posesión de stacks muy similares. El PLO es un formato que permite más vaivenes en los chipcounts, así que no debe extrañar que el campeón Jared Bleznick, antes de certificar su triunfo, pasara por el liderato, luego por el shortstack y de nuevo a un liderato que no volvió a soltar.
El Evento #910k$ NLHE está teniendo poca chicha.
Es el más flojo en participación hasta ahora, 63 inscripciones, es el primero de NL Hold’em en el que no podemos celebrar una caja para los españoles, y en la mesa final Ali Imsirovic deja muy poco margen a la sorpresa, con el triple de puntos que su más cercano perseguidor, Vanessa Kade.