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Las 12 pruebas de Hellmuthix

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En la jornada de ayer, Phil Hellmuth entró en el olimpo de los dioses del poker tras llevar a cabo la increíble gesta de ganar su duodécimo brazalete de las WSOP®. Recordando aquella épica entrada que hizo en su día en el Rio, vestido de César, se nos ocurrió que podíamos hacer una adaptación (bastante libre, como podréis leer a continuación) de «Las 12 pruebas de Astérix» para utilizarla como analogía. He aquí la historia de cómo Hellmuthix consiguió superar sus 12 pruebas para obtener sus 12 brazaletes y convertirse en el César del poker.

 

Año 1989 después de Cristo. En la Galia ocupada por los romanos, un pequeño poblado llamado Las Vegarum, habitado por jugadores de poker, resiste de forma victoriosa los insistentes ataques de los invasores romanos. Julio César se siente humillado y ridiculizado. Por ello, obliga a los habitantes de Las Vegarum a elegir a un representante para someterles a 12 pruebas que solo los dioses del juego serían capaces de resistir. Lo que no sabe el César es que el galo elegido, Hellmuthix, el guerrero, cuenta con la ayuda de la poción mágica cuya fórmula secreta solamente conoce el druida Greensteinix. Veamos cómo Hellmuthix superó las pruebas, y cómo logró sus 12 brazaletes de las World Series of Poker®.

1. Correr más rápido que Asbestos (el campeón olímpico).

La primera de las 12 grandes pruebas consistía en enfrentarse a Asbestos, el campeón olímpico de atletismo. Hellmuthix, gracias a la poción mágica elaborada por Greensteinix, a base de check-raises, consiguió correr más rápido que Asbestos para ganar su primer brazalete de las WSOP®. La alegría que le dio y la velocidad con que corrió en dirección a sus amigos para celebrar la victoria dejaron entrever el prometedor estado de forma del valiente guerrero.

Hellmuthix consiguió este gran triunfo en 1989, al imponerse en el Evento 14 World Championship No Limit Hold’em tras derrotar en un duro heads-up a Johnny Chan. La victoria le permitió ganar un premio de 755.000$.

Phil Hellmuth, disfrazado de césar romano

 

2. Lanzar la jabalina más lejos que Verses (el persa).

Tras ser el más veloz del mundo, Hellmuthix estuvo tres años preparándose para ser el lanzador de jabalina más fuerte del mundo. Aprendió a utilizar la peligrosa técnica giratoria del explorador De la Quadrix Salcedix y gracias a ella logró batir al persa Steve Kopp «Verses» en el Evento 8 Limit Hold’em de las WSOP® de 1992. Además de la gloria, Hellmuthix consiguió un premio de 188.000$.

 

3. Ganar a Cilindric (el germano).

Hellmuthix decidió seguir entrenando su musculatura para enfrentarse al nuevo reto del César, un cuerpo a cuerpo contra uno de los mejores jugadores de heads-up del mundo conocido. Se puso en forma y finalmente retó a duelo al germano Noli Francisco «Cilindric» en las WSOP® de 1993. Y finalmente le venció en el Evento 7 No Limit Hold’em. La victoria le reportó grandes honores y un premio de 173.000$.

 

4. Cruzar el lago (y su correspondiente Isla del Placer).

El emperador empezó a preocuparse porque Hellmuthix había conseguido superar las tres primeras pruebas sin gran esfuerzo. Por ello, quiso atontarle enviándole a un garito llamado «La Isla del Placer», para que sucumbiese ante los encantos de sus espectaculares bailarinas de strip-tease. No obstante, Hellmuthix discutió con las señoritas porque a estas no les gustaban las alitas de pollo y pudo llegar a tiempo de disputar el Evento 8 No Limit Hold’em de las mismas WSOP® de 1993. Hellmuthix logró imponerse en el uno contra uno final a Chris Tsiprailidis y llevarse su cuarto brazalete y una gratificación de 161.400$.

 

5. Sobrevivir a la hipnosis de Iris (el egipcio).

El enfado del César iba creciendo tanto como la habilidad de Hellmuthix para superar las pruebas. Viendo que era el más rápido, el más fuerte y el más resistente a los encantos femeninos, trató de ganarle utilizando una nueva táctica: la hipnosis. Por ello, contrató a un egipcio llamado Don «Iris» Williams, quien trató de hipnotizarle con su cara de poker y su mirada penetrante y afilada. Los dos jugadores llegaron al heads-up final en el Evento 9 Limit Hold’em de las WSOP® de ese mismo año 1993. Hellmuthix consiguió tomar el control de la menta de su rival e incluso hacerle creer que era un jabalí. Y así el galo-americano logró su quinto brazalete y un premio de 138.000$.

 

6. Acabarse la comida de Mannekenpix (el belga).

El representante de los dioses en el mundo de los vivos maquinó durante varios años la siguiente prueba, estudió a sus rivales y finalmente dio con un reto difícil de superar. Viendo que Hellmuthix estaba obsesionado con la comida y, especialmente, con los jabalíes, le invitó a comer gratis en el restaurante del belga Mannekenpis, con la idea de que reventase «como Sangonereta». El galo pudo con toda la comida del chef e hizo quebrar el restaurante. Así, nuestro protagonista fue capaz de conseguir su sexto triunfo. Ganó el Evento 15 Pot-Limit Hold’em de las WSOP® de 1997, tras imponerse en el HU final a todo un clásico del poker, el estadounidense Tom Mc Evoy. Hellmuthix se llevó su sexto brazalete de campeón y un premio de 204.000$.

 

7. Sobrevivir a la «morada de la bestia».

Cuatro años más tarde, el César decidió jugar sucio para derrotar a Hellmuthix. Le invitó a ir al tugurio más oscuro de la ciudad del pecado, con la intención de cargárselo en un callejón. Hellmuthix aceptó gustoso la invitación y acudió a la timba guiado por los consejos de su viejo amigo Brunsonix, que de garitos sabía un rato. Evidentemente, desplumó a los soldados del emperador, les dio una buena somanta de palos y escapó del garito a toda velocidad. Brunsonix se conocía todos los recovecos de los bajos fondos de Las Vegas, desde sus años mozos, por lo que no les fue difícil llegar a tiempo al casino. Allí, Hellmuthix consiguió su séptimo brazalete en el Evento 5 No Limit Hold’em de las WSOP® 2001, el año en que el Hispano Mortensen consiguió ganar el evento principal, tras imponerse en el heads-up final al general romano TJ Cloutier. Hellmuthix se hizo con una recompensa de 316.550$.

 

8. Conseguir el «Permiso A-38».

En 2003, el emperador quiso impedirle a Hellmuthix jugar las WSOP® obligándole a conseguir el «Permiso A-38». El galo, que conocía perfectamente la parte burocrática de las Series, volvió locos a los organizadores y finalmente logró disputar el Evento 12 Limit Hold’em. Consiguió llegar al uno contra uno final y le ganó el brazalete a Young Phan. Así, Hellmuthix se hizo con un nuevo premio de seis cifras, esta vez, de 171.400$.

 

9. Cruzar un barranco con una cuerda invisible.

El enfado del César fue mayúsculo. Por ello, decidió hacer jugar contra Hellmuthix a su mejor gladiador, Danielis Negreanus. El galo tuvo que sacar su mejor juego para derrotar al luchador canadiense. Finalmente, gracias a su fe en el triunfo logró su victoria más difícil. Fue como cruzar un barranco haciendo equilibrios sobre una cuerda invisible. Hellmuthix derrotó en el heads-up del Evento 32 No Limit Hold’em de las WSOP® 2003 a Negreanus, haciéndose con un botín de 410.860$.

Hellmuthix en el campo de batalla

 

10. Subir a la montaña más alta y contestar a la pregunta del «Anciano de la cumbre».

Tres años más tarde, el emperador volvió a presentar una dura prueba a nuestro querido Hellmuthix. Le hizo escalar el Cañón del Colorado con la intención de encontrarse con un viejo ermitaño, que le había de hacer una pregunta que debía responder para poder jugar las WSOP® de ese año 2006. El galo logró escalar la gran montaña y en la cima se encontró con el sabio Periquillus, quien le hizo la inquietante pregunta: «¿Para quiénes son las odds?» Hellmuthix respondió con rapidez: «Las odds son para maricones«. Y así consiguió superar esta nueva prueba. El galo volvió a Las Vegarum y ganó el Evento 34 No-Limit Hold’em w/re-buys. Logró imponerse en el HU final al finlándés Juha Helppi y se llevó un cofre con 631.863$.

 

11. Pasar la noche en la «llanura encantada».

Viendo que era casi imposible ganarle una prueba a Hellmuthix, el César le apostó que no era capaz de pasar una noche en la «llanura encantada», un pub en el que se aparecían los fantasmas de los mejores jugadores de poker de la historia. Hellmuthix fue al local y se pasó toda la noche jugando con el espectro de Stu Ungar. Le desplumó y después se fue al casino a jugar los eventos de las WSOP® 2007. Hellmuthix logró el triunfo en el Evento 15 No Limit Hold’em, tras vencer en el duelo final a Andy Philachack. El botín para el ganador fue de 637.254$.

 

12. Sobrevivir al Circo Máximo.

Tras verse vencido en las primeras 11 pruebas, la ira del emperador romano llegó a su punto culminante. Por ello, decidió enviar al Circo Máximo del Casino Rio, que nada tenía que ver con los Circos del Sol de Las Vegarum, a todos los mejores jugadores del mundo del poker. No obstante, solo consiguió retrasar la obtención por Hellmuthix de su duodécimo brazalete. El galo logró su última victoria en las presentes WSOP®, en el Evento 18 Seven Card Razz, tras imponerse en el heads-up final, con gran autoridad, al gladiador Don Zewin. El galo se hizo así con un botín de 182.793$.

Hellmuthix logró así superar el reto de las 12 pruebas, derrotó a Julio César y se convirtió en el nuevo César del poker.

Phil Hellmuth, el César del juego

 

*Nota: «Las 12 pruebas de Astérix» es una obra original de Goscinny y Uderzo y a ellos corresponde la autoría de las ilustraciones que hemos utilizado en las composiciones utilizadas en esta entrada.

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