Nadie se lo vio venir. Seis años después de que la Ley del Juego oficializara la necesidad de la regulación de la publicidad del sector, el paso de dos gobiernos y numerosas conversaciones que habían puesto un marco aceptable para todaas las partes para esa regulación, resulta que el reciente borrador de los Presupuestos Generales del Estado ocultaba una bomba.
En su punto 13.1 contempla la aprobación de «una regulación de la publicidad del juego de azar y apuesta en línea de ámbito estatal, similar a la de los productos del tabaco«.
Por si no conoces el dato, la publicidad del tabaco está completamente prohibida desde el año 2005.
La necesidad, mejor dicho, la obigación de regular de una vez la publicidad del juego es un hecho que el sector acepta con naturalidad. Alejandro Landaluce, director general de la patronal Cejuego, expresa que desde su perspectiva, que representa a empresas como CODERE o Cirsa, «estamos de acuerdo con regular la publicidad del juego online, entendemos que debe haber un desarrollo, pero no se ha hecho, sigue en un cajón. No es el sector del juego el que no quiere que se apruebe».
Hasta ahora todo parecía encaminado a una solución mucho más lógica y sostenible que la tomada en Italia, donde se optó por su prohibición. Sin embargo, la presión de los partidos que deben aportar los votos necesarios para su aprobación ha conseguido que todos nos temamos que se haya roto la baraja y el punto de partida sea mucho más retrógrado y restrictivo.
Con toda lógica, desde la publicación de la proposición de Presupuestos se han sucedido las muestras de sorpresa y preocupación por una posible reconsideración sobre el tema por parte del Gobierno .
Portavoces de otra asociación con gran representatividad en la industria, JDigital, expusieron sus miedos a la publicación VozPópuli.
«Vemos la prohibición o limitación en exceso de la publicidad como un paso atrás que va en contra de las empresas reguladas con licencia y que afecta la protección del usuario ante el mercado negro ya que en estos momentos es la única arma diferencial de la que disponen los operadores regulados en España que velan por un juego responsable«.
La industria del juego es un sector en expansión, que crece a muy buen ritmo desde hace unos años. La publicidad que genera también se ha multiplicado, y su limitación excesiva puede extendere el problema a otros negocios. Los clubes deportivos, por ejemplo. La Liga de fútbol ha recibido una gran inyección de efectivo en los últimos meses por el empuje de la publicidad de las casas de apuesta deportivas, y tras la noticia sobre la posible prohibición, envió una circular a sus afiliados en la que avisaba de que «en lo que se refiere a la regulación del mercado de las apuestas deportivas, es más que probable que las modificaciones que se realicen afectarán a nuestro sector».
Tanta alarma ha forzado a la intervención de la ministra María Jesús Montero, pero sus palabras no han conseguido detener de todo la marejada. La ministrta confirmó que el borrador que estaban preparando será modificado, como se temía. » y lo adaptará a las cuestiones relacionadas con la limitación de la publicidad para ser homologable a los productos del tabaco», sea lo que sea lo que esto quiera decir, teniendo en cuenta que no es posible publicitar una marca de tabaco.
En principio, al ser el juego una actividad legal, está descartada la prohibición absoluta. Sin embargo, las empresas deberán tomar medidas extra para la protección del consumidor y es posible que las restricciones a la publicidad sean más severas que las inicialmente previstas. En el resumen de la intervención que recoge Yogonet, se apunta que:
«Se prohibirá la publicidad en horarios infantiles, en acontecimientos deportivos y en cualquier entorno que pueda ser referencia para la configuración de la personalidad. También limitará la posibilidad de utilizar a famosos para promocionar este tipo de actividades.
También desarrollarán una regulación para los operadores de juego, que tendrán que elaborar un plan de actuaciones que contengan las reglas básicas de este juego responsable, con la especial protección de los grupos de riesgo y con la obligación de desarrollar algoritmos que permitan identificar comportamientos de riesgo en el juego.
El Gobierno también va a incentivar entre los operadores de juego una política de responsabilidad social corporativa que contemple el juego como lo que es, un fenómeno complejo, y persiga prevenir y reparar los efectos negativos que puedan tener lugar.
Por último, los operadores online destinen un porcentaje de la recaudación a iniciativas preventivas, a ayudas a las asociaciones que se dedican a formar e informar en el juego responsable y también a campañas de sensibilización o reparación de los efectos negativos que se producen con la actividad del juego«.
