Inicio Actualidad de poker Cómo convertir 40 FPPs en 1 millón de dólares

Cómo convertir 40 FPPs en 1 millón de dólares

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Esta es una de esas historias que no dejan indiferente a nadie y que humanizan un juego del que muchos de nosotros estamos enamorados. Si lo Chris Moneymaker en 2003 revolucionó el mundo del poker, la historia de Marat Sharafutdinov «maratik« no se queda atrás.

Moneymaker ganó el Main Event de las World Series of Poker® en 2003 después de pasar por varios satélites clasificatorios. El estadounidense convirtió los 39$ del primer satélite en los 2.500.000$ del premio final. Vamos, que ni Jesucristo con los panes y los peces.

Lo de Marat Sharafutdinov no se queda atrás. De hecho, no necesitó ni 39$ para el primer satélite. Marat («maratik» en PokerStars) consiguió clasificarse gracias a unos irrisorios 40 puntos de jugador frecuente al Main Event del World Championship of Online Poker (WCOOP) el pasado año 2012.

Sí­, 40 FPPs. Muchos de nosotros ni siquiera los considerarí­amos, los dejarí­amos en nuestra cuenta hasta el punto en el que busteásemos tanto para quedarnos pelados. Entonces toca el turno de sacar a relucir los puntos de jugador frecuente. Pues bueno, este taxista ruso los utilizó para un par de satélites clasificatorios para el WCOOP, consiguió acceder y lo ganó. Cambió los 40 FPPs de su cuenta por 1.000.907$. De un dí­a a otro.

¿Y qué hace ahora Marat Sharafutdinov, un año después de protagonizar esta épica historia? Buscar un trabajo. No es broma. «maratik«, busca trabajo. No porque lo necesite, sino porque quiere uno.

Sus razones son bien sencillas, y más fáciles de entender de lo que parece. En una reciente entrevista, el ruso nos las contaba.

«Creo que un hombre debe trabajar independientemente de la cantidad de dinero que tenga en su cuenta. De lo contrario se deteriorará como persona».

«Es bueno poder permitirse el lujo de trabajar en cosas que me interesen sin pensar en el pan de cada dí­a».

«Mis amigos se sorprenden de cómo puedo estar contento con poco. De todas maneras, por supuesto estoy agradecido a que tuve la oportunidad de aprender lo que es tener dinero, y ya habí­a establecido una identidad como un hombre hecho y habí­a conocido el discreto encanto de la burguesí­a».

Tiene lógica… ¿no?