Todos somos ya conscientes de que las WSOP 2020, arrinconadas en las salas online, carecen de un componente esencial del festival, el aspecto social del juego.
Una partida de poker se puede desarrollar perfectamente en aislamiento. Las herramientas de las que disponemos han convertido al poker en un juego global, en el que los jugadores se conectan desde los extremos más remotos del planeta para compartir una mesa virtual. No falta ni un detalle técnico, pero sigue siendo muy complicado recrear en la Red la interacción con los rivales. Apenas un chat y un botón para tirarnos tomates.
Quizá por eso sea tan natural para los jugadores de poker ponerse ante una cámara y hacer streaming mientras juegan online. Durante las WSOP 2020 están proliferando las retransmisiones en directo, que proveen un entorno más estimulante a los jugadores encerrados en casas y hoteles de Nevada y Nueva Jersey.
El chat es un buen sustituto de de las charlas en los descansos o de los compañeros de mesa con los que comentar las jugadas o las noticias del día. El problema surge cuando esta ventana de comunicación da cabida a comportamientos antisociales, que también imitan a los que muchas veces se han visto en el poker en vivo.
Hay jugadores que son tristemente famosos por su falta de equilibrio entre estas dos vertientes. Phil Hellmuth es uno que viene rápidamente a la cabeza. La cruz de su comportamiento en sociedad le ganó un sobrenombre que no tiene que ver con las cartas, sino con su actitud, The Poker Brat. Otro que tal baila es Mike Matusow, conocido como The Mouth, un elegante sinónimo de «bocazas».
Matusow, tiene un cámara web, un ordenador y un micrófono. Tan simples herramientas son más que suficientes para lanzarse al mundo del streaming, como han hecho tantos otros. La compañía de docenas de espectadores ofrece consuelo, pero también la oportunidad de explorar esas conductas antisociales que tanto nos abochornan.
Durante el evento Freezeout del fin de semana, Matusow sufrió una temprana cuasi-eliminación contra «wolverine 97», un jugador que aceptó amablemente una peregrina batalla preflop ideal para sus ases. Entre resubidas, pushes y calls, Matusow empezó a rajar contra los usuarios que se toman demasiado tiempo para tomar decisiones en los torneos online. Cuando además vio los ases, se tomó muy a pecho lo que no dudó en calificar de slowroll.
En la siguiente mano , Matusow tiró su resto intentando doblarse y se quedó de piedra cuando no saltó la ventana de recompra. Ni sa había enterado de que era un freezeout.
Más cabreado todavía, proyectó todo su odio contra «wolverine 97», al que se refirió con numerosos epítetos de dudoso gusto. Se apuntó el nick para no olvidar a quién estaba insultando, «encontrarmelo por la calle y estamparlo contra una pared», y hacerle no sé qué cosas feas en el final de su tracto digestivo.
La secuencia de hechos que se desencadenaron fue recogida por el embajador de Unibet y comentarista del Unibet Open David Lappin
Last nightâ€s Matusow Meltdown abridged. (1/3) pic.twitter.com/85c1FC2EUM
— David K Lappin (@dklappin) July 6, 2020
3/3 pic.twitter.com/hwmQaQM9Tq
— David K Lappin (@dklappin) July 6, 2020
El precario equilibrio mental de Matusow se exacerba cuando habla de política. Hizo una llamada para comentar con algún conocido la jugada de los ases, y acabó con más insultos mezclados con desvaríos de carácter ideológico que en nada ayudaron a relajar su tensión.
El único, tenue y mínimo efecto positivo de una situación semejante es que una persona fuera de sí pueda reducir su ansiedad a base de ladrar a las nubes, pero en este caso la cosa fue a peor. Mike pasó a pedir a la gente presente en el chat a que le ayudara a identificar «al crío de 21 años encerrado en un sótano que nunca ah tenido el amor de una madre» que , según él, le acababa de ofender gravemente.
En la Red no faltan incendiarios. Salió a la luz un nombre, aunque no se correspondía en nada al agudo análisis de la personalidad que había hecho Matusow. Se trataba en realidad de una jugadora, Megan Millbrun, que se hace conocer en Twitter como PokerHippy. Matusow, lejos de organizar una de esas desescaladas tan de moda, aprovechó la red social para seguir insultando a «wolverine 97», ahora también con tintes sexistas.
El único momento de verdadera clase de todo este guirigay fue la respuesta de Meg.
«¡LOL lo que hice fue sin intención!. El próximo, sin embargo, puede que sea aposta«.
Con las horas, y viendo la que se le ha venido encima con las reacciones leídas en las redes sociales, Matusow ha empezado una operación de lavado de imagen, con las correspondientes disculpas. Otra vez. Mejor sería no tener que pedirlas, ¿no?
