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La federación española de poker y el poker como deporte mental: ¿de qué va esto?

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Hace unas semanas pudimos ver cómo en diferentes medios de comunicación, incluso algunos generalistas, aparecí­an noticias que hací­an referencia al nacimiento de una hipotética Federación Española de Poker, un nombre más oficioso que oficial, más adelante veréis por qué.

Los que llevamos tiempo en el sector, volvimos a poner la boca torcida con ademán de incredulidad ante la noticia y es que ya han sido varios los intentos infructuosos de creación de federación de poker o similares.

En esos intentos previos, al final las cosas se vinieron abajo por un inevitable conflicto de intereses entre las distintas partes que podrí­an estar involucradas en una federación de poker. En ella, podrí­a parecer obvio que tuviesen que ser parte activa casinos y salas de poker. Del mismo modo que, por ejemplo, en la Federación Española de Baloncesto, además de los jugadores, están inscritos los árbitros, los entrenadores y los clubes, en una federación de poker cabrí­a esperar que estuviesen inscritos los jugadores, directores de torneo, clubes, salas

Habiendo en esa federación partes con intereses económicos detrás y jugadores con intereses puramente individuales, la discusión estaba servida. Además, incluso aunque las partes llegaran a un acuerdo que favoreciese a las pretensiones de todas ellas, la creación de una federación, reconocida como tal oficialmente por el estado, presenta un escollo más que considerable ya que, en el primerí­simo paso para obtener este reconocimiento, la solicitud debe incluir, además de un acta fundacional firmada ante notario, la acreditación de la existencia de nada menos que 65 clubes deportivos de dicha disciplina repartidos por no menos de seis comunidades autónomas o, en su defecto, la presentación de 9 federaciones de ámbito autonómico. Siendo los clubs de poker ilegales en la mayorí­a de nuestras comunidades, poco más habrí­a que hacer. Puedes leer lo que hace falta para crear una federación nacional en el Real Decreto sobre Federaciones Deportivas.

Sin embargo, esta vez hay cosas diferentes. Tanto las personas y entidades que hay detrás de la iniciativa como el enfoque que se le está dando, podrí­an estar en el camino correcto… aunque quizá con una consecución inesperada. La solución podrí­a estar no en una federación como tal, sino en un organismo como pueda ser la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) o la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Sin ser realmente federaciones reconocidas, estas asociaciones deportivas han llegado a ser incluso más importantes que las federaciones de sus respectivas disciplinas.

Con esa filosofí­a, al amparo de la International Federation of Poker (IFP), nace la IFP España, la entidad que se pretende identificar como supuesta Federación Española de Poker. ¿Y de qué va eso? Vayamos por partes:

¿Quién está detrás?

La iniciativa viene directamente de la International Federation of Poker (IFP). La IFP fue fundada en abril de 2009 en Suiza y en su fundación se nombró presidente a Anthony Holden, un escritor de biografí­as inglés aficionado al poker, autor del libro Bigger Deal al que acompañan como consejeros grandes personalidades del poker mundial como Doyle Brunson, Gus Hansen , Humberto Brenes o Tom McEvoy entre otros. Además, en la junta directiva, están nombres como el de Gary Bowman (Presidente de la Federación Ukraniana de Poker), Thomas Thang (Presidente de la Federación Danesa de Poker), Martijn Paulen (Presidente de la Federación Holandesa de Poker), Dmitry Lesnoy (Presidente de la Federación Rusa de Poker Deportivo), Antoine Dorin (Presidente de la Federación Francesa de Poker y fundador del France Poker Tour) y Pedro Trengrouse (Presidente de la Federación Brasileña de Poker).

¿Quién está al lado?

Nada menos que la consultora británica West Nally, creada por Patrick Nally, la gente que consiguió que el mundial de fútbol sea el espectáculo que es hoy en dí­a seguido por millones de personas en todo el mundo, y la agencia publicitaria japonesa Dentsu, especializada en marketing deportivo con más de 40 años de experiencia internacional. Estas dos empresas han creado Mind Sports Partners, una agencia comercial que será la encargada de «vender» a los medios y patrocinadores las bondades de los eventos de diferentes deportes mentales, entre los que se incluye el poker, y dar difusión a las labores de la IFP y la IMSA.

¿Qué tienen por delante?

La difí­cil tarea de convertir el poker en un deporte a los ojos de la gran masa. Su intención va por el buen camino y, sin duda, toda la gente que hay tras este proyecto tiene la experiencia y conocimientos necesarios para lograrlo. De momento, ya han conseguido que el poker sea un deporte mental «invitado» en la International Mind Sports Association, una organización que tiene lí­nea directa con el Comité Olí­mpico Internacional y que podrí­a ser la que llevara el poker a la antesala de, incluso, unas olimpiadas.

En nuestro paí­s, deberán encontrar la manera de crear una entidad con la fortaleza suficiente para conseguir tener algo de peso en futuras regulaciones, tal como a dí­a de hoy tiene, por ejemplo, la ACB de baloncesto. Para ello, han puesto al frente del proyecto a Juan Manuel Pastor como presidente de la «federación» y quien, en su primer cometido como presidente, ha hecho las veces de seleccionador del equipo de jugadores españoles que tomarán parte en la Nations Cup.

Junto a Pastor, aunque no son tan conocidos en el mundo del poker, lo que pone aún más de manifiesto la naturaleza de esta organización, podemos encontrar en la junta directiva a los siguientes miembros:

  • Vicepresidente: Francisco Gordillo (Consejero de Mind Sports Partner y Chief Digital Office).
  • Vocal: Marcos Monjardí­n (entre otras cosas, ejecutivo especializado en el área de contenidos móviles de Telefónica).
  • Vocal: Paco González (sí­, el de la COPE).
  • Vocal: Ignacio de Marichalar (Especialista de medios).

Por si quisieras ponerte al dí­a de su funcionamiento, aquí­ te dejamos también los estatutos de IFP España.

¿Por qué decí­a a mediación del artí­culo que esto puede tener una consecución inesperada?

Porque, para poder convencer al mundo de que el poker es un deporte, deberán emprender acciones a las que no estamos acostumbrados los que conocemos el funcionamiento del sector de una forma «tradicional».

Para empezar, han creado el Duplicate Poker, una nueva variante en la que se intenta minimizar el factor suerte del juego, lo que vení­a siendo el aspecto que más puntos restaba a nuestro juego favorito a la hora de ser considerado deporte. Puedes averiguar cómo se juega a «esto» en el manual de Duplicate Poker que tenemos colgado en nuestra web.

Con esa nueva disciplina, la IFP pretende llevar el poker a las cotas más altas de la difusión en el ámbito de los deportes pero no sé si nuestra comunidad está preparada para cambiar el concepto de juego que tenemos y asimilar el Duplicate Poker.

Podrí­amos estar en los inicios de un cambio en el mundo del poker en el que, en un futuro (no sé si más lejano o más cercano), tuviésemos a los Nadales o Gasoles de turno y que, a la hora de ganar un torneo, tuviese más relevancia la «ensaladera» que levantasen, que el dinero que se embolsaran.

Hoy en dí­a, de nuestros campeones del mundo de poker nos llaman la atención los millones de dólares que se llevan a casa al ganar el certamen y, aunque sabemos que recibe un brazalete que le acredita como campeón, lo que sale publicado en todas partes es la cifra que se ha embolsado. Cuando Nadal gana Wimbledon, casi nadie pregunta cuánto dinero se lleva con el tí­tulo, sólo nos fijamos en el momento que levanta el trofeo para sentirnos identificados con el sentimiento de victoria, lo que viene siendo la esencia de un deporte.

¿Llegará el momento en el que ocurra lo mismo en el poker?

El tiempo lo dirá. Todo apunta a que su trabajo busca lograr este objetivo y, teniendo en cuenta quién está detrás del proyecto, supongo que habrán visto que hacerlo tiene un potencial por el que merezca la pena el esfuerzo de intentarlo. De momento, el primer paso es la organización de la Nations Cup y el torneo IFP The Table, la competición que pretenden llegue a convertirse en el propio y auténtico «Campeonato del mundo de poker». Sólo nos queda esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo asimila la gente que, el dí­a de mañana, se dé más importancia a la victoria en sí­ que al dinero que ésta reporta.

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