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Merson: la victoria como método de terapia

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 A estas alturas de la película, si algún aficionado al poker todavía no se ha enterado de que Greg Merson es el nuevo campeón del Main Event de las WSOP®, entonces es que no se puede considerar aficionado como tal (:P). 

Bromas al margen, sí, Greg Merson consiguió el pasado miércoles una épica victoria tras derrotar a Jesse Sylvia y Jake Balsiger  en una maratoniana sesión que superó las 12 horas de juego. El triunfo además le valió para coronarse como WSOP® Player of the Year, superando en la «foto finish» a Phil Hellmuth, quien se tenía que conformar un año más con la segunda posición. 
 
Además, por si alguno ya no se acuerda, la victoria de Merson hizo bueno el dicho de «a chip and a chair«. En el día 5 de competición, se quedó con apenas 2 ciegas tras perder un bote gigante frente al uruguayo Fabrizio González, lo que estuvo a punto de hacerle caer cuando quedaban unos 150 jugadores en competición. En vez de eso, Merson se dobló una y otra vez, hasta volver a situar su stack por las cifras de la media. 
 
Para el que no le conociese hasta estos días en los que se puso de rabiosa actualidad, Greg Merson se considera jugador profesional de poker desde hace aproximadamente 5 años, cuando empezó a jugar a tiempo completo. En ese tiempo, este confeso seguidor de los Baltimore Orioles, ha atravesado distintas fases de su vida, de las que no le ha avergonzado hablar durante el tiempo de espera del October Nine
 
Hace un par de meses, Gary Wise le realizó una entrevista en profundidad para ESPN.com, en la que habló de sus inicios en el mundo del poker y de cómo su vida se fue «torciendo» según los ingresos de dinero iban llegando. 
 
Jugador habitual de las mesas de cash online, Merson era el típico grinder capaz de dar acción en 24 mesas a la vez, entre límites de NL200 y NL1000. Pero su entrada en el mundo del poker no fue de forma «natural», sino como medida de evasión del oscuro momento por el que pasaba, siendo entonces un adicto a las drogas, concretamente a la cocaína. 
 
Merson, cuando corría el 2007, se mudó a un piso con Anthony Gregg y Christian Harder donde poder mejorar y perfeccionar su poker, recuperándose así de su adicción. Todo iba bien hasta que llegó el Black Friday y con él una recaída que a punto estuvo de llevarse por delante su salud, además de su banca. 
 
Es por ello que el torneo que significó su primer brazalete (el Evento #57) lo jugó bancado por Anthony Gregg, así como el propio Main Event. No es de extrañar en este caso, los gritos de alegría que se veía dar a Gregg mientras Merson estaba fraguando su victoria. 
 
En cualquier caso, en lo que se refiere a este tema de las drogas, que Merson no ha ocultado en ningún momento, volvió a abordarlo en la entrevista que Kristy Arnett le realizó para PokerNews una vez recogido el brazalete (la adjuntamos debajo). En ella, además de comentar algunas situaciones relativas a la propia acción de la mesa final, como la mano que perdió contra Sylvia de KK vs AK, y cómo se repuso a ella mentalmente, también tocó este tema de las drogas, diciendo lo siguiente:
 
Kristy Arnett: Me gustaría preguntarte algo más. Siempre has sido muy abierto a la hora de hablar sobre tu implicación con el mundo de las drogas, sobre todo con la ESPN. Ahora experimentas las mieles de la victoria. ¿Puedes contarnos cómo ha cambiado tu vida y el giro tan radical que ha dado en estos últimos tiempos?
 
Merson: Sí, realmente es de locos. Me he partido el culo durante un montón de años jugando online. Todo el mundo que me conoce y que ha jugado contra mí en las mesas online, sabe que era un jugador que estaba en las mesas entre 6 y 7 días a la semana, jugando millones de manos, muchísimo trabajo en definitiva. Nunca he tenido un afán popularidad en el mundo del poker, simplemente me motivaba la competición y ganarme la vida con ello […]
 
Ahora, parece que la gente se siente feliz de que yo pueda representar esa comunidad… Sobre el tema de las drogas, sabía que podría volver a poner las cosas en su sitio y estar bien, por muchos motivos, pero jamás me hubiera imaginado poder llegar a alcanzar lo que acabo de conseguir. En ningún momento de mi vida se me ha pasado por la cabeza y menos sabiendo cómo estaba hace más o menos un año. 
 
No pienso ir a emborracharme esta noche. Esto es demasiado importante para mí como para volver a cagarla. Lo único en lo que me centro cada día es en el mundo del poker, nada más. 

 
Tras esta victoria y esta historia personal que llegó al corazón de muchos jugadores y aficionados, las redes sociales se inundaron de felicitaciones y muestras de reconocimiento. Estos son algunos ejemplos: