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Hellmuth le vuelve a mojar la oreja a Esfandiari en el High Stakes Duel

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Con tan solo dos programas en antena, el High Stakes Duel de Poker Central ya está ofreciendo una buena dosis del especáculo y el morbo que prometí­a.

La premisa del programa, como su nombre indica, es un enfrentamiento heads-up con una importante cantidad de dinero en juego. Los participantes están obligados a aceptar la revancha, doble o nada, o a abandonar su asiento, abriendo la puerta a alguien dispuesto a correr el riesgo. Las partidas han empezado en 50.000$ por cabeza y hay un máximo de ocho rondas. Por lo tanto, doblando, doblando, en la última cabe la posibilidad de que haya un bote de 12.800.000$ en juego.

Los invitados al primer programa fueron Antonio Esfandiari y Phil Hellmuth. El jugador de orgen iraní­ se tomó muy mal su primera derrota. Su opinión era que Hellmuth habí­a recibido un importante apoyo de los hados del poker; que le ganó la baraja y no Phil; y se encargó de que todo el mundo se enterara bien de que ese era su pensamiento. Tuvo casi dos meses para dejarlo claro.

Con estos antecedentes, la primera revancha se jugó bajo la sombra de la sospecha. ¿Es tan afortunado Hellmuth como lo pinta El Mago?

Nadie va a convencer a Esfandiari de lo contrario, pero la realidad de la partida fue que Hellmuth sacó valor de sus manos buenas y Antonio no.

Ambos dispusieron de ventajas a lo largo del match, pero Esfandiari dejó escapar la más clara intentando, en su mente, cazar uno de los faroles que las cámaras enseñaron en la primera partida, un número sorprendente dada la fama de roca del Poker Brat.Phil apostó su top pair en una mesa muy seca con una sola figura, y Antonio aceptó llevar sus 99 al showdown en el flop.

Recuperado el equilibrio, Hellmuth le dio el golpe de gracia a su rival jugando por stacks unas dobles contra otras dobles. La mano que llevaba Esfandiari, el 72, es la que le hizo famoso en High Stakes Poker, por su insistencia en hacer una prop bet por la que el jugador que ganara una mano con 72 recibí­a unos miles de dólares extra de cada rival de la mesa. Igual ahora le pierde el cariño a la que está considerada como la peor mano del Texas Hold’em.

El choque se repetirá por tercera vez. Sobre la mesa ya habrá 400.000$. También es posible que sea el último programa de esta serie, porque Hellmuth está a punto de cumplir una de las premisas que le permitirí­an proclamarse ganador del programa. El campeón puede acceder al botí­n antes de tiempo en distintas situaciones.

  • Antes de acabar la ronda 5, debe ser capaz de acumular tres victorias consecutivas.
  • Cuando las partidas se vuelven realmente caras, el requisito baja a dos victorias consecutivas.
  • Si se cumplen 30 dí­as con el asiento vací­o a la espera de retador, también se queda la bolsa.

La tercera victoria consecutiva de Hellmuth le permitirí­a levantarse de la mesa y quedarse los 350.000$ que llevarí­a apostados Esfandiari hasta ese momento.Y de paso, callarle la boca a Antonio, algo que no está pagado con dinero.

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