El pasado martes, se anunció en la Cámara de los Comunes, la intención del gobiernos británico de empezar a cobrar impuestos a las salas de poker que operen en las islas a partir del 2015. El encargado de llevar esta iniciativa hasta la cámara alta británica fue el Chancellor George Osborne.

El gobierno ha tomado la decisión de plantear este nuevo estadio, ya que la mayoría de salas de poker online, tienen sus sedes fuera del Reino Unido, no pagan así impuesto alguno por sus actividades en él. Es por este motivo que el ejecutivo británico tiene prevista la creación de un nuevo régimen fiscal para las empresas del sector que ofrezcan sus servicios a los residentes británicos. Una primera propuesta, dictamina que la tributación consistirá en un porcentaje (x) de los beneficios brutos generados por los jugadores residentes el Reino Unido. Este porcentaje (x), pese a todavía no tener un valor determinado, se estima que podría rondar el 15%.

Pese a que la medida no afectará directamente a los jugadores (ya sabemos que muchos de los nuestros han emigrado allí), si es posible que tengan daños colaterales, en lo que se refiere a disminución de bonos, promociones o rakeback, aunque ésto es, hoy por hoy, tan sólo una hipótesis.